A trompicones, y con esa fortuna que le había esquivado en las jornadas precedentes, el Celta consiguió en el Montilivi su tercer triunfo en la Liga Adelante. Los de Julià tuvieron ocasiones claras para remontar el encuentro, y eso a pesar de jugar con uno menos los últimos veinte minutos del choque
| FICHA TÉCNICA | 1- Girona: Jorquera (1); José (2), Galán (2), Tortolero (1), Migue (2); Xumetra (2), Matamala (2), Dorca (2), Moha (1); Sarmiento (2) y Kiko Ratón (3)
2- Celta de Vigo: Falcón (2), Hugo Mallo (1), R. Lago (2), Catalá (2), Noguerol (2); López Garai (2), Michu (1), Bustos (2), Saulo (1), Joselu (2), Iago Aspas (3)
Cambios : En el equipo local Dani Mallo (2) por Sarmiento (71’). Por los visitantes jugaron Herculano (3) por Hugo Mallo (34’), Botelho (1) por Michu (61’).
Goles: 0-1 Aspas, de penalti (min 9); 1-1 Matamala, desde la frontal (min 58); 1-2 Botelho remata a centro de Aspas desde la esquina.
Árbitro: Mariscal Sánchez (colegio andaluz) (1). En los locales fue amonestado Migue (49’) y Jorquera, roja directa (71’). Por los visitantes vio la tarjeta amarilla Hugo Mallo (26’), Bustos (29',) Saulo (35’), Michu (93') y Joselu (75’).
Incidencias: Aproximadamente 6000 espectadores en el estadio Montilivi.
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DATOS DESTACABLES | Lo mejor: Diversión para el espectador
Rozando el desbarajuste, el choque mantuvo la incertidumbre hasta el final.
Lo peor: Dependencia arbitral
El silbato fue el gran animador del encuentro
El dato: Tercera victoria celtiña
Girona mantiene su condición de talismán celeste.
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Roberto Carrera / Siglo XXI
Largometraje de terror el que se vivió estar tarde en tierras catalanas. El Celta, obligado a ganar para mantener a su actual cuerpo técnico, vio como sus virtudes y desastres salían a relucir en un campo de buen recuerdo para la afición celeste. Los locales no supieron tomarse la revancha de la Copa y desaprovecharon los nervios celtiñas en lo que es el primer traspiés de Narcís Julià en casa.
El punto fatídico como protagonista
Mariscal Sánchez ejerció de director del encuentro ordenando que fueran dos penaltis los que decidieran el devenir del partido. El primero, tras diez minutos de juego, fue más una interpretación que una sanción evidente, cuando Tortolero desequilibra a Michu dentro del área gerundense. Aspas convierte y el Celta se adelanta para transferir el control del choque a los locales.
Pero este Girona no es el débil once que hace un par de meses caía estrepitosamente en este mismo estadio. Los gerundenses no se vinieron abajo e hicieron suyo el terreno de juego ante un rival amedrentado y poco contundente. Kiko Ratón fue una pesadilla para los de Eusebio, y sólo el buen acierto de un Catalá inspirado permitió al Celta aguantar un resultado favorable durante toda la primera parte. Hugo Mallo también se mostró explícito a la hora de detener al punta tinerfeño, aunque su derribo llegando a la media hora del partido bien pudo enviarle a vestuarios.
Matamala iguala y Jorquera desiguala
A pesar de ocasiones tan claras como la que Noguerol salva a pies de un Dorca lento a punto de morir el primer tiempo, el empate no acaba por llegar hasta una falta lanzada por Matamala en el sesenta de partido. El Celta, una vez más, no sabe defender su resultado y el Girona vio su oportunidad de luchar por la victoria ante un contrario demasiado inestable.
Pero cuando el partido se encontraba en una fase de indecisión aguda, Jorquera devuelve la emoción abandonando el terreno de juego tras una falta fuera de su área sobre Iago Aspas. Y tan solo un minuto después, aprovechando el desajuste catalán, el propio Aspas saca el córner que Botelho tranformaría en el gol de la victoria viguesa.
Suspense final
Con marcador favorable y un jugador más, la situación parecía encaminarse hacia lo inevitable. Pero este Celta todavía sufre para hacer suyo los partidos, e incluso en este contexto el Girona se permitía hacer contras a un equipo por ocasiones desequilibrado. Fue en una de estas aproximaciones cuando a quince minutos del final un nuevo penalti dejaba a los locales a un disparo del empate. Kiko Ratón, el jugador más dinámico de todo el encuentro, asumió la responsabilidad y demostró aquello de que jugador bueno lo falla seguro.
El Celta se lleva tres puntos, que si bien no lo sacan del descenso, permiten a Eusebio demostrar en la próxima jornada que su proyecto tiene futuro y es viable desde ya mismo. El Girona, a pesar de la derrota, se mantiene en zona tranquila gracias al efecto Julià de jornadas anteriores.