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La meiga gallega del Gobierno pierde tornillos a su paso. Muy torpes tienen que ser quienes votan en las encuestas para que este personaje traicionero quede en primer lugar. Claro que, eso pasa porque los otros, por quienes también se pregunta, son burdos personajes políticos, sin importancia, carisma ni prestigio, aunque sean líderes de otros partidos.
La desigualdad que durante mucho tiempo alimentó la epidemia del sida aún existe y trae consecuencias funestas, particularmente para los pueblos del sur de África. La persistencia y los impactos enormemente desiguales de esta epidemia aún vigente sirven como advertencia frente a la incipiente circulación de la nueva variante ómicron del virus de la COVID-19 por el mundo.
La enfermedad de la Covid-19 acabó con la vida de millones de personas en todo el mundo y paralizó la realización de eventos públicos y masivos que se realizaban como entretenimiento. Sin embargo, con las medidas de seguridad sanitarias adecuadas y la vacunación efectiva de la población, estas actividades sociales han comenzado a reactivarse.
Un día una pandemia viral se extendió por todo el orbe, algo impredecible que se escapaba a la miope visión que únicamente podían esbozar los ojos ante hechos que se escapaban de los parámetros conocidos e inevitablemente, la sociedad recurrió al “efecto mariposa” para intentar explicar la vertiginosa conjunción de fuerzas centrípetas y centrífugas que iban configurando el puzzle inconexo del caos ordenado que se estaba gestando.
Aunque algunos se empeñen en lo contrario, el año y medio que llevamos, ora acuartelados, ora en semi libertad, ora en libertad vigilada, -pero siempre un tanto “acongojados”-, ha conseguido recuperar en buena parte el sentido solidario, la amabilidad, lo mejor de cada uno de nosotros.
La crisis a nivel global originada por la pandemia COVID ha golpeado duramente a todos los sectores económicos siendo uno de los que más se ha visto afectado en los últimos 18 meses el turístico. Pasó de ser uno de los sectores con mayor crecimiento y mejores perspectivas a caer en la paralización total en apenas unas semanas. Esta situación llevó a miles de pequeñas y grandes empresas a la ruina
El 17% de las empresas españolas ha sufrido impagos significativos durante 2021 a pesar de las inyecciones de liquidez y los estímulos fiscales que ha recibido el tejido empresarial para paliar los efectos económicos del Covid-19. De hecho, el 40% de las empresas detecta un deterioro en los niveles de solvencia de sus clientes por el impacto de la pandemia, según datos del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España.
El impacto económico de la pandemia ya se deja notar en casi todos los sectores del aparato productivo de España. El confinamiento y las restricciones por causa del COVID-19 han significado un descenso en el nivel de consumo de la población y esto ha tenido un impacto, especialmente significativo, en los sectores de la hostelería, turismo y gran consumo.
Nos encerraron en nuestras casas durante semanas con sendos «estados de alarma» inconstitucionales. Nadie paga por ello. Nos impusieron el bozal permanente en espacios públicos a sanos y enfermos, contra el criterio de la OMS y de multitud de gobiernos a lo largo y ancho del planeta. Omiten explicaciones, y los más nos encogemos de hombros. Declaran también inconstitucional el «cierre del Congreso» al principio del show. Y aquí no pasa nada.
En sólo seis meses ha incrementado 10 puntos porcentuales la participación de los valencianos en el mercado inmobiliario. La actividad inmobiliaria, tanto desde la oferta como desde la demanda, vuelve a datos similares a antes de la pandemia: antes de la covid-19 un 35% de valencianos participaban en el mercado inmobiliario y ahora lo hace un 34%. El mercado de compraventa ha crecido en todas las comunidades autónomas.
El inicio del nuevo curso escolar ha estado marcado fundamentalmente por el agotamiento tanto físico como mental. Las consecuencias que ha tenido la pandemia en el ámbito educativo: secuelas psicológicas en el 87% del profesorado, aumento de la agresividad y el ciberacoso en el 52% de los centros, contenidos curriculares atrasados y un alumnado rezagado.
Mientras que en España se hacen anuncios sobre la adjudicación de recursos del Fondo de Recuperación europeo, son muchas las voces que se han pronunciado contra la burocracia que rodea a este fondo y contra la deuda que por ellos llevarán en sus hombros las generaciones futuras.
Este año el veranillo de siempre nos trajo, como regalo, lo que todos estábamos esperando, “la liberación” del monstruo silencioso, con nombre de comic terrorífico, “Covid’19”. España entera se llenó de sol, de multitudes, de vida… Las sonrisas campaban a su anchas… Los ojos brillaban con la ilusión y esperanza de que el dichoso bicho ya no volviese.
La pandemia nos ha tenido prácticamente inmovilizados. Las buenas noticias sobre su cada vez más creciente control, han permitido que una sociedad enclaustrada se eche a las calles como si de una floreciente primavera se tratara. Málaga hierve de ganas de relacionarse, de encontrarse, de abrazarse; en suma, de ser felices.
El 29% de las empresas españolas han aplazado sus proyectos de innovación a consecuencia de la pandemia. No solo la pandemia ha frenado la innovación. La falta de un ecosistema innovador reprime a las empresas en esta materia. Sólo el 8% de las empresas cree que en España hay un entorno innovador. Por todo ello, según un estudio, para el 40% de las pymes innovar es más complicado que nunca.
Al parecer la pandemia Covid-19 va desapareciendo. Las puertas van abriéndose a una nueva libertad llena de recuerdos. Sirva este pequeño memorándum como recuerdo afectuoso. Amigos, todos, es difícil perdonar, lo sabemos, pero, allá donde os encontréis queremos que sepáis que aquí, en este lodazal, donde nos encontramos, hay muchos amigos vuestros que, todos los días, al amanecer, abren sus ventanas y gritan vuestros nombres
La situación sanitaria ha golpeado como torpedos en el eje de flotación de la práctica totalidad de actividades mercantiles, aunque bien es cierto que las nuevas formas de comunicación e interrelación online ha paliado mucho de los efectos que hubieran tenido si alguna de esas actividades no hubiera dado el salto a lo online y permanecieran en la forma tradicional de su realización.
Los gobernantes y organizadores de festejos populares han perdido la oportunidad de inventar nuevos festejos en sus ciudades: más cerca de la gente, más generosas, menos participativas quizá, pero más personales y particulares, menos festivas, pero con buenas ofertas en lo gastronómico, en lo artístico, en lo solidario, en la religiosidad, en el protagonismo del pueblo… Y no pensando en el ahorro de tiempo, esfuerzo, trabajo y presupuesto.
Mientras en España la luz va camino del Cielo (por su escandaloso precio) y la gente no comprende lo que pasa, Sánchez … veranea en La Mareta. ¿Recuerdan en los tiempos de Rajoy que la luz subió un 8% y según PSOE y Podemos decían que era un acuerdo de Rajoy con la oligarquía de las eléctricas? Pues ahora Sánchez enmudece y… sigue en La Mareta.
Desde que el mundo se sintió amenazado por un virus mortal y traicionero como el COVID-19, la vida humana ha sufrido uno de los cambios más vertiginosos y profundos de los últimos siglos. La sociabilidad, los desplazamientos, la economía, las relaciones laborales, el ocio o la misma familia han experimentado un giro copernicano en su tradicional desarrollo.
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