Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Palabras Erectas

¿Políticos o monologuistas?

La financiación autonómica crea serios problemas en PP y PSOE. Montoro rompe el discurso de Fabra y Pere Navarro actúa como bombero pirómano
Rafa García
viernes, 14 de junio de 2013, 08:21 h (CET)
Es obvio que las relaciones de amor son más llevaderas cuando la economía acompaña. Nos lo dice la experiencia e incluso el refranero, que proclama aquello de que “cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. Es algo que el Partido Popular y el Partido Socialista están viviendo en sus propias carnes, ahora que sus barones territoriales andan a la greña a cuenta de la financiación autonómica. Las cuentas no salen y todos quieren más.

Parecía fundamentalmente un problema del Partido Popular, hasta que ayer entró en acción Pere Navarro bis, la versión menos buena de los Pere Navarro del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Digo la menos buena porque la fetén, sin lugar a dudas, es la del exdirector general de Tráfico entre 2004 y 2012, aquél que consiguió reducir de forma espectacular el número de fallecidos en accidentes de carretera. La versión contraria, la menos afortunada, es la del actual primer secretario del PSC, quien arrastrado por la deriva soberanista impulsada por ERC y CiU, no acaba de encontrar su sitio.

Sin capacidad para enfrentarse al nacionalismo catalán, ni para articular un discurso de izquierdas que pueda ilusionar a los cientos de miles de personas que tan mal lo están pasando en Cataluña, no ha tenido otra ocurrencia que pedir la derogación de los conciertos económicos del País Vasco y Navarra. No se conforma con ser un dirigente tibio y pusilánime cuando surgen casos de presunta corrupción en su partido, como en Sabadell, ni con tener el dudoso honor de haber llevado al PSC al peor resultado electoral de su historia. Parece empeñado además en poner palos en las ruedas del PSOE, primero cogiendo a contrapié a Rubalcaba al pedir la abdicación del Rey, y ahora solicitando la eliminación de los conciertos vasco y navarro. Conciertos que, por otra parte, están reconocidos en la Constitución como derechos históricos.

Me pregunto que para qué quieren Rubalcaba y el PSOE enemigos, teniendo como amigo al primer secretario del PSC, una especie de bombero pirómano, que para apagar el fuego de la secesión en Cataluña, se dispone a adentrarse por peligrosos vericuetos que pueden terminar avivando una llama en Euskadi que, por el momento, permanecía en estado de languidez. Lógicamente Patxi López y Eduardo Madina ya han salido a decir que el Concierto no está en discusión. También la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina (Unión del Pueblo Navarro).

Y luego está el Partido Popular, donde todos están contra todos. Entre otros, el ministro Montoro y el presidente extremeño Monago, encarnan el papel de profetas del austericidio, mientras el valenciano Alberto Fabra, al que Camps dejó la caja de caudales vacía, suplica, por caridad, un poco de oxígeno.

Si lo de Cataluña y el PSC es esperpéntico, lo de Valencia y el PP no lo es menos. El pasado martes el secretario general de los socialistas en la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, exhibió la contestación escrita que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dio a una de sus preguntas parlamentarias. Para sorpresa de propios y extraños, y para la máxima indignación de Alberto Fabra, el ministro de Hacienda asegura en ese documento que a raíz de la reforma que se hizo en 2009 (entonces era presidente Zapatero), la Comunidad Valenciana dejó de estar mal financiada.

Fabra quedó en evidencia, montó en cólera, llamó por teléfono a Montoro y según la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León, el ministro explicó al presidente valenciano que a la hora de contestar al diputado socialista se había basado en datos provisionales, aunque en realidad reconoció que la autonomía valenciana está mal financiada. Lo que es tanto como contestar con aquello de “la parte contratante de la primera parte” de los hermanos Marx o lo del “despido en diferido y simulado” de Bárcenas que nos quiso colocar De Cospedal.

Podría tratarse del Club de la Comedia, pero lo cierto y verdad es que estamos hablando de la gente que gobierna en la Comunidad Valenciana y en el conjunto de España y de quienes se supone que quieren gobernar en Cataluña. Reconozco que tengo miedo.

Noticias relacionadas

En el argot madrileño hay una palabra para designar a aquellos que hacen el “primo”, y el “panoli”; pues bien, no quisiera que por un exceso de caballerosidad, de fairplay o de condescendencia con el adversario político, el PP de Núñez Feijóo deje contar las atrocidades que comete el Gobierno de Pedro Sánchez. Vox tiene claro que va a contar y a denunciar cada barbaridad, cada atrocidad, cada charlotada de Sánchez.

La mezquindad y la mediocridad no son simples defectos morales individuales, sino que son fuerzas corrosivas que pueden fragmentar severamente el tejido social, minar el potencial colectivo y fomentar la alienación de las personas. Estas actitudes, al arraigarse en las relaciones humanas, bloquean todo tipo de cooperación puesto que desconfían del mérito de quienes puedan llegar a tener algún talento real que no sea chupar medias.

El Parlamento australiano ha aprobado la primera ley mundial que prohíbe el acceso a redes sociales a los menores de 16 años. Con la finalidad de hacer realidad la protección digital de los adolescentes y niños. Es una medida polémica, ya que puede parecer excesivo tomar una medida tan radical. La ley contempla multas de hasta unos 30,5 millones de euros para las plataformas que la incumplan.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto