IVI ha conseguido hacer de su programa de Preservación de Fertilidad, una oportunidad para aquellas mujeres que en edad reproductiva han visto amenazada su fertilidad por motivos oncológicos. Desde que se pusiese en marcha el Plan de Preservación de la Fertilidad el pasado año 2007, ya son cuatro las mujeres que han sido madres después de superar su cáncer, a las que se suma una embarazada de 16 semanas. El nacimiento de este bebé, será el primero cuyos dos progenitores preservaron su fertilidad por un cáncer (de mama ella y Sarcoma de Ewing él).
IVI creó el servicio gratuito de Preservación de la Fertilidad en pacientes oncológicos: Padre después del cáncer y Madre después del cáncer, dentro de su programa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), con el ánimo de proteger la fertilidad de los hombres y mujeres que en edad reproductiva tienen que someterse a tratamientos de quimio o radioterapia por una enfermedad oncológica. “Hasta la fecha, hemos realizado en nuestras clínicas de España cerca de 1.000 preservaciones entre hombres y mujeres, sin embargo, en los cuatro nacimientos, la que ha preservado la fertilidad ha sido la madre. Tres de ellas y la embarazada preservaron sus óvulos por cáncer de mama, al igual que el 67% de las mujeres de este programa. La otra paciente, una canaria que fue la primera madre de nuestro programa de preservación oncológica, vitrificó sus óvulos tras ser diagnosticada de un Linfoma no-Hodgkin”, explica el doctor Antonio Requena, director médico de IVI.
En la actualidad, el cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres, tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo, suponiendo casi el 30% de todos los tumores del sexo femenino en nuestro país, según datos de la AECC. Se estima que el riesgo de padecer esta enfermedad es de 1 de cada 8 mujeres, aproximadamente y, aunque su incidencia en España se considera baja, se diagnostican unos 26.000 casos al año –la mayoría de ellos entre los 35 y los 80 años-.
Este tipo de tratamientos en pacientes oncológicos supone un gran avance científico en materia de reproducción asistida. Es fundamental que los hombres y mujeres diagnosticados de cáncer conozcan esta alternativa con el fin de proteger su fertilidad para poder ser padres en el futuro.
16 semanas de embarazo, del primer caso de doble preservación oncológica
El quinto bebé del programa de Preservación de Fertilidad de IVI nacerá el próximo mes de marzo y será el primero cuyos dos progenitores preservaron su fertilidad por cáncer.
Él, un joven alicantino de 34 años, fue diagnosticado de Sarcoma de Ewing a finales de 2009: “Cuando me detectaron la enfermedad, mi chica y yo estábamos barajando la posibilidad de ser padres a corto plazo, por lo que nuestro oncólogo nos habló de la posibilidad de guardar una muestra de semen y preservar así la fertilidad”.
Después de que acabase su tratamiento oncológico, su pareja comenzó su lucha contra un cáncer de mama: “Un día en la ducha me noté un bulto en el pecho, que al cabo de tres meses alcanzó el tamaño suficiente para que mi ginecólogo decidiera biopsiarlo y llegó entonces la segunda parte de nuestra lucha”, explica ella, una joven de 34 años también.
Antes de empezar su tratamiento contra el cáncer, la paciente vitrificó 13 ovocitos en IVI Alicante. Tras superar el tratamiento oncológico, esta vez de ella, la pareja regresó a la clínica, con la idea de iniciar una fecundación in vitro para lograr el embarazo tan deseado.
A sus 34 años, después de afrontar con valentía ambos desafíos y ganarle la batalla al cáncer, la pareja está a punto de formar una familia: “Aunque tenemos que acudir a revisiones rutinarias cada 6 meses, el bebé que está por llegar nos ayuda a olvidar todo lo malo. Necesitábamos la seguridad de saber que podríamos ser padres el día de mañana, y en gran parte, esa certeza nos dio fuerzas para combatir el cáncer”, añade ella.
Mª Paz y Raúl, padres después del cáncer
“En 2008, mi pareja me notó un bulto en el pecho derecho, pero no le dimos importancia. Como estaba estudiando enfermería, mis compañeras me aconsejaron que me lo mirara y finalmente acudí al hospital en el que trabajaba. Las pruebas salieron bien, pero por prevención decidí someterme a una operación para quitarme el bulto, que tras ser analizado, resultó ser maligno”, relata Mª Paz, una enfermera madrileña de 40 años.
Antes de empezar su tratamiento oncológico, Mª Paz decidió seguir el consejo de su ginecólogo y acudió a IVI Madrid para preservar su fertilidad. Con 33 años y a punto de casarse, la enfermera se enfrentó a momentos difíciles, pero ni la quimioterapia ni los procesos que vivió hasta lograr superar el cáncer le arrebataron la ilusión por la vida. A finales de 2008, Mª Paz recibió la última sesión de quimioterapia, y tras superar los controles rutinarios, el 8 de noviembre de 2013 nació Raúl.
“Acabé mi carrera, me casé con Raúl, mi pareja, un mes después de empezar con la quimio, y aunque me dijeron que no podría ser madre, hoy tenemos a nuestro pequeño Raúl con nosotros. Para mí, preservar la fertilidad ha significado poder tener una familia con la que ya soñaba mucho antes de mi enfermedad”, admite la madre, orgullosa.
Técnicas para preservar la fertilidad
“En IVI se analizan las mejores opciones para conservar los gametos de aquellas pacientes diagnosticadas de cáncer, y será el ginecólogo, en colaboración con el oncólogo, quien decida la técnica más recomendable en cada caso”, explica el doctor Javier Domingo, director de IVI Las Palmas y coordinador del programa de Preservación de Fertilidad de IVI.
La vitrificación de ovocitos consiste en la criopreservación –inmersión directa en nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC- de los óvulos maduros conseguidos tras la estimulación ovárica, con el fin de usarlos una vez superada la enfermedad con la misma calidad con la que se guardaron.
Otra opción sería la congelación de corteza ovárica para trasplantarla tras el cáncer, y que permitiría incluso conseguir gestaciones espontáneas al recuperar la paciente su capacidad para ovular. Esta técnica se aplica en aquellos casos que requieren un inicio inmediato de quimioterapia –sin tiempo para la estimulación ovárica-, en mujeres en las que este proceso está contraindicado y en niñas diagnosticadas antes de la pubertad. A día de hoy, el Grupo IVI ha llevado a cabo 8 casos en IVI Bilbao.
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