El periodista y escritor Juanjo
(J.J.) Benítez define su nuevo libro
'Pactos y Señales' como "un chorro
de oxigeno", "casi unas memorias"
que incluyen un total de 215 casos
diferentes tras cuya lectura se
concluye que "hay un orden
invisible y maravilloso"
desconocido y que "después de la
muerte hay vida".
Así lo ha explicado el autor en una entrevista
concedida a Europa Press, en la que ha detallado que su nueva obra editada por Planeta es
una recopilación de "sucesos" que él mismo y "otras personas" han vivido.
"Empecé a escribirlo, me di cuenta de que era muy grande el libro y tuve que pararme
porque hay cientos de casos. No solamente son esos 200, sino que tengo infinidad de
investigaciones. Este libro se ha hecho durante más de 30 años", ha señalado.
Según ha concretado Benítez, un pacto es "cuando dos personas, medio en broma pero
muy en serio, establecen que el primero de los dos que muera, (si hay algo en el más allá, al
otro lado), dé una señal, que haga un guiño al que sobrevive". "De esos yo he vivido
muchísimos casos y lo que hago aquí es reflejar una parte", ha añadido.
En relación con las señales, el autor ha explicado que es "cuando una persona tiene un
problema o quiere solucionar algo y se dirige a la Divinidad o a los Cielos". "Entonces
solicita una señal que él o ella establece. Cuanto más difícil mejor", ha remachado.
"Cuando vives estas experiencias de pactos y señales te das cuenta de que es cierto.
Entiendo que lo lógico es compartirlo, hacerlo público, que la gente sepa que eso existe, que
funciona, que es muy positivo y muy oxigenante. Es la razón por la que me he decidido a
sacar esto a la luz", ha manifestado.
"MATEMÁTICAMENTE IMPOSIBLE"
De entre todos los casos recogidos en el libro,
el escritor ha destacado uno "matemáticamente
imposible que ocurra, desde el punto de vista de
la ciencia o las estadísticas". Benítez ha
relatado la historia de un guardia civil que
trabaja en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid.
"Una noche, antes de irse a acostar, estaba
leyendo un libro mío y le entraron dudas sobre si
realmente aquello que estaba leyendo era cierto.
Se dirigió a Dios y le dijo: 'Si es cierto lo que
cuenta, mañana cuando vaya a trabajar a
Barajas tiene que aparecer J.J. Benítez y
preguntar por mí", ha contado.
Asimismo, el escritor ha aclarado que él ni vive
en Madrid, sino en Cádiz por lo que era "realmente dificilísimo que eso pudiera ocurrir". "Al
día siguiente, llegué de Estados Unidos a Barajas y cuando llegue a Pasaportes pregunté
por él. Le llamaron a su oficina pero no estaba", ha revelado.
"Habíamos hecho algunas investigaciones juntos", ha dicho sobre porqué cree que
preguntó por el guardia civil. "No me lo explico tampoco muy bien (...) alguien me empujó a
preguntar al funcionario. Son cosas mágicas", ha zanjado.
Al ser preguntado sobre a qué tipo de lectores se dirige el libro, ha respondido que hay "un
porcentaje muy alto de mujeres, más del 60%, y luego el resto son personas de todo tipo".
"Son personas que ya creen en estas cosas, hay escépticos, de todas la edades y de todos
lo estratos sociales. Hay de todo", ha asegurado.
Benítez se dedicó al mundo de la investigación "aparentemente por casualidad". "Yo
quería ser Miguel Ángel, quería pintar. Pero un día entró un hermano marista en el colegio,
en Pamplona. Yo estaba pintando un mural y me dijo: '¿Tú quieres ser periodista?' Y yo le
dije: '¿Eso qué es?' Me contestó, 'hombre pues decir la verdad' y dije 'vale'", ha concluido.
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