La Justicia de Uruguay ha autorizado este martes a proseguir con una investigación contra el exvicepresidente de la FIFA Eugenio Figueredo, preso en Suiza, por irregularidades en negociaciones de la Conmebol por derechos de televisión de torneos continentales denunciadas por el sindicato de futbolistas local.
Figueredo, que lideró la Conmebol entre 2013 y 2014, espera preso en Zúrich la extradición a Estados Unidos junto a otros dirigentes de la FIFA, acusados de participar en un esquema de corrupción dentro de la entidad que rige el fútbol mundial que habría desviado unos 150 millones de dólares en sobornos. En diciembre de 2013, la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales inició acciones en el país para investigar por qué Figueredo había concedido los derechos para televisar torneos continentales hasta 2020 a la empresa del argentino Alejandro Burzaco, involucrado en el escándalo de la FIFA, cuando su oferta había sido inferior a otra de la competencia.
El Tribunal de Apelaciones en Uruguay desestimó un recurso presentado por la defensa de Figueredo en 2014 y dijo que es competencia de la Justicia local seguir con el caso para determinar si le corresponde o no investigar la denuncia. La defensa había logrado congelar la denuncia alegando que la Justicia uruguaya no podía tomar acciones dado que la Conmebol se encuentra en Paraguay.
La decisión de la Justicia uruguaya llega dos semanas después de que Estados Unidos anunciara su investigación contra las principales autoridades de la FIFA, que también salpicó a federaciones locales y eventos deportivos como la Copa América y resultó además en la renuncia del presidente Joseph Blatter.
Burzaco, quien ejerce como presidente de la firma Torneos, tiene una petición de captura y extradición por parte de las autoridades de Estados Unidos, que investigan el pago de sobornos a dirigentes a cambio de derechos comerciales. El empresario argentino estaba prófugo y se entregó el martes a la policía italiana.
A petición de la Justicia estadounidense, en Uruguay fueron congeladas las cuentas bancarias de Figueredo y se investiga a la empresa Datisa -creada en el país sudamericano-, ya que habría servido para canalizar el pago de sobornos.
Según la denuncia de las autoridades estadounidenses, la Conmebol cobró 100 millones de dólares por la firma de contratos de televisión de cuatro ediciones de la Copa América con Datisa en la época en que Figueredo era su presidente.
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