Lo "cutre" y antinormativo irrumpe en el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) a través de 'Ensayos sobre lo cutre. Lecturas del archivo Miguel Benlloch', una recuperación del legado de este creador, pionero en el arte performático. La muestra, que se inaugura este jueves y permanecerá en el museo hasta el 1 de mayo de 2022, exalta de este modo lo que Benlloch reivindicó durante toda su trayectoria, como militante político y posteriormente como artista: lo "cutre" y una firme oposición a "lo normativo".
Imagen: ©Miguel Lorenzo
"Miguel Benlloch fue muchas cosas, fue performancero, comunista, pacifista, ecologista, artista de carnaval, charlatán del disfraz, queer antes de lo queer, crip antes de lo crip, insumiso y anticapitalista", ha apuntado la directora del museo, Nuria Enguita, durante la presentación que ha tenido lugar este miércoles y que ha contado con la presencia de los tres comisarios Alejandro Simón, Mar Villaespasa y Joaquín Vázquez.
Esta muestra, como ha explicado Enguita, realiza un repaso a "todos esos modos de hacer, un hacer colectivo, de este artista, activista y poeta que ha puesto en el centro el debate y el cuestionamiento de las prácticas binarias y heterocentradas".
La exposición reúne performances, obras, textos y documentos de Miguel Benlloch (Loja, 1954- Sevilla, 2018), en su mayoría procedentes del archivomiguelbenllloch.net. La muestra también presenta obras creadas ex profeso por los artistas Equipo re, Julio Jara, Guille Mongan, Álvaro Romero, María Salgado y Fran MM Cabreza de Vaca en interolocución, correspondencia o réplica con las del artista andaluz.
De este modo, el visitante podrá conocer la trayectoria del activista y artista que desarrolló a lo largo de su vida un pensamiento desde el cuerpo y la voz que planteó "una temprana mirada crítica a la identidad, a las identidades cerradas, y no solo a la identidad sexual", según ha agregado la directora del IVAM.
Así, el denominador común del trabajo de Benlloch es la oposición a lo normativo y el cuestionamiento de las categorías heterocentradas y binarias: masculino/femenino, activo/pasivo, productivo/improductivo, salud/enfermedad, entre otras, a través de procesos de "des-identificación". Nacido en Granada (1954), pero de origen valenciano, Benlloch comenzó su trabajo en la militancia política antifranquista durante la década de los 70 y, pese a que no fue hasta años después que se adentró en el mundo del arte, mantuvo esa condición política de su trabajo en todas sus acciones a lo largo de su trayectoria. "Es muy fundamental pensar que comenzó en la política antes de llegar al arte", ha señalado Enguita.
"Activista antipatriarcal" "Miguel lo que fue siempre fue un activista, y no un activista gay, sino un activista antipatriarcal y anticapitalista", ha apuntado Vázquez, quien ha añadido que Benlloch "encontró en el campo del arte un espacio donde seguir desarrollando ese activismo". Un activismo que reivindica todos esos cuerpos "no normativos, migrantes, tullidos y no rentables con los que se identificaba el artista". "Lo cutre acompaña a todo el trabajo de Benlloch y opera desde la resistencia", ha explicado Alejandro Simón. De este modo, y en palabras del comisario, el artista le da una vuelta al concepto peyorativo ('cutre') para "reivindicar la falta como ventaja, el insulto como un lugar de libertad y empoderamiento".
Esta reivindicación del concepto se remonta a principios de los años ochenta, en la caseta del Movimiento Comunista de las fiestas del Corpus de Granada, donde Miguel Benlloch participó en la organización del Cutre Chou, un espectáculo de pequeñas actuaciones donde parte de la diversidad de sentires en el movimiento auto-convocado contra la dictadura franquista se hacía presente. "También nos pareció interesante ver la palabra 'cutre' en un museo, un museo que en teoría se dedica a todo lo contrario. Pero lo cutre, en el caso de Miguel, va a estar desde su inteligencia, pero también desde el humor. no solo como una cosa teórica, sino desde la diversión y la fiesta y lo va a poner a funcionar para hacernos un poco mas libres.
Por su parte, Joaquín Vázquez ha subrayado el oxímoron presente en el título de la muestra donde la palabra 'ensayo' se puede enmarcar en la cultura académica y la palabra 'cutre' se relaciona más con lo popular. "Pero es que esta paradoja se produce en la obra de Miguel Benlloch", señala.
"El museo es norma, pero provoca encuentros" En esta línea, y preguntada por qué supone la irrupción de la antinormatividad y "lo cutre" en un espacio como el IVAM, Enguita ha apuntado que "el museo es norma, es normativa", pero "también puede provocar encuentros y convertirse en un lugar de conversación". Así, Enguita ha puesto en valor la posibilidad de recuperar a través de la obra de Miguel Benlloch "momentos radicales del pasado que tienen su presencia en el presente" y que permiten "entender el mundo y entender muchísimas cosas que están de plenísima actualidad".
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