Podríamos hablar del capricho de Sergio Ramos pidiendo lanzar un penalti a Cristiano Ronaldo. Una tontería que le salió bien pero que le podría a ver costado muy cara al defensa andaluz. A veces se le olvida cuál es su rol en el equipo. Pero vamos a cosas más interesantes porque Raúl González sigue demostrando su clase y oportunismo en Alemania. Ha sido un fin de semana redondo para el exmadridista consiguiendo un ‘hat-trick’ en la victoria del Schalke 04 ante el Werder Bremen.
El ‘7’ explotó en Gelsenkirchen firmando su primer triplete en la Bundesliga, con un tercer gol ‘marca de la casa’ para salir entre aplausos del Veltins-Arena, que disfrutó del emerger del español y de la mejoría de su equipo. Fue su mejor partido en lo que va de temporada, el que cargó de razones al empeño de su entrenador, Felix Magath, en utilizarlo en todos los minutos de cada partido. De hecho Raúl ya acumula seis goles en la liga germana. Ahí está, dándolo todo a sus 33 años.
Por eso siempre habrá un hueco en mi corazón para el delantero madridista -porque siempre lo será-. Un futbolista irrepetible. Sobrevalorado para muchos, el mejor jugador español de la historia para los amantes de las estadísticas y aquellos que adoran la entrega, pundonor y oportunismo en un terreno de juego.
El balón siempre parecía ir hacia Raúl, pero era él quien estaba donde iba a acabar la pelota. La inteligencia sobre el césped puesta al servicio de su pasión, del fútbol, del gol. Nadie ha hecho levantarse del asiento a los madridistas tantas veces como él y que ahora pueden disfrutar los ‘mineros’ del Rhur en Gelsenkirchen.
Goles para todos los gustos. Lanzando faltas y penaltis. Al primer toque, después de driblar o recortar al portero. De espuela o con su característica ‘palanca’, como el tercero de este fin de semana ante el Werder. Desde el suelo, tirándose en plancha, empujándola o de rebote. Los goles de Raúl han sido de todas las formas y colores. El Bernabéu todavía llora su ausencia pero el Real Madrid nunca lo olvidará. Siempre Raúl.
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