La Eurocámara ha presentado este miércoles las que serán sus 'líneas rojas' para pactar las condiciones de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, un acuerdo en cuya negociación no participará directamente pero sobre el que sí tendrá poder de bloqueo cuando sea concluido.
Los principales grupos han pactado un borrador de resolución que será sometido al pleno del Parlamento Europeo el próximo miércoles en Estrasburgo (Francia) y que, de ser confirmado, será la "base para evaluar" las negociaciones entre Londres y Bruselas.
"Queremos un buen acuerdo con Reino Unido, será un amigo después del 'Brexit'", ha dicho el presidente de la institución, el italiano conservador Antonio Tajani, en una rueda de prensa para presentar el documento.
Le ha acompañado el jefe negociador de la Eurocámara para el 'Brexit', el liberal belga Guy Verhofstadt, quien ha querido dejar claro que "no se trata de ejercicios en el aire", sino de las condiciones para dar luz verde al acuerdo que se negocie.
La Eurocámara aspira a que haya unas negociaciones transparentes y que sea posible pactar una salida "ordenada", que no perjudique los intereses de los ciudadanos y empresas europeos, que hoy se enfrentan a la incertidumbre creada por la decisión de Reino Unido de abandonar el club comunitario. El documento recuerda que Reino Unido seguirá siendo un Estado miembro hasta que se consume su salida, por lo que mantiene sus derechos y obligaciones.
Ello incluye, según recalcan los eurodiputados, su obligación de cumplir con sus compromisos presupuestarios (los programas europeos son de siete años) y reconocer la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Verhostadt ha subrayado que los intereses de los ciudadanos europeos deben ser una prioridad y también una de las primeras cuestiones a abordar en las negociaciones, porque no quiere que se conviertan en "moneda de cambio".
Tampoco quiere que sea moneda de cambio la colaboración con Reino Unido en cuestiones clave como la seguridad y el terrorismo, por lo que la resolución que votará la Eurocámara apuesta por afianzar esta cooperación independientemente de que se logre o no un acuerdo satisfactorio sobre las relaciones futuras.
En su carta para activar formalmente el proceso de divorcio, la primera ministra británica, Theresa May, ha avisado a los europeos de que un "no acuerdo" podría perjudicar también las relaciones en materia de seguridad y lucha antiterrorista.
El texto del Parlamento Europeo también responde de manera directa a otra de las aspiraciones fundamentales de Londres, que es negociar un acuerdo comercial en paralelo a las conversaciones de salida.
La Eurocámara advierte de que esa eventual negociación paralela iría "en contra" de los Tratados y sólo contempla discutir sobre un arreglo transitorio que cubra el lapso entre la salida del país y la negociación de un acuerdo comercial.
Ese periodo transitorio deberá estar "estrictamente limitado" en el tiempo y no exceder los tres años, según ha explicado Verhofstadt. Además, su alcance no podrá ser nunca equiparable a las condiciones que ofrece ser miembro de la Unión Europea.
"Nunca podrá ser mejor estar fuera de la Unión Europea que dentro. No es una cuestión de venganza o castigo, es la lógica de la Unión", han recalcado en la rueda de prensa los representantes de la Eurocámara, para advertir de que sea cuál sea el pacto negociado no podrá suponer más ventajas que ser miembro de pleno derecho de la UE.
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