El lanzamiento a la arena política del cura Fernando Lugo, años atrás, podría considerarse uno de los mayores éxitos propagandísticos de la prensa venal paraguaya, dominada por incultos y reaccionarios empresarios enriquecidos durante la dictadura anticomunista de Alfredo Stroessner.
Aunque amplios sectores del mundillo político y la izquierda sabían que Lugo era en realidad un cura que siempre fue obediente al Vaticano, que era aficionado a la buena vida y no tenía un ápice de izquierdista, la usina de desinformación que manejan estos empresarios lograron instalar que en realidad el obispo jubilado era en realidad un marxista y bolivariano “obispo de los pobres” afiliado a la teología de la liberación.
Los hechos desmintieron pronto a la propaganda, dado que Lugo se mostró rápidamente como alineado con la Colombia de Alvaro Uribe y con la embajada norteamericana de Asunción, inició una cacería humana contra sus ex aliados políticos del EPP, ordenando quemas de archivos a través de ejecuciones extrajudiciales contra ellos, la promesa de reforma agraria murió en los politizados y corruptos estrados judiciales, en medio de frustrados negociados para sobrefacturar tierras.
Las revelaciones de Wikileaks donde Lugo aparecía más como una ficha de la CIA y de USAID que como aliado del movimiento bolivariano acabaron por desmoronar el fraude ideológico.
Respaldo Internacional
Todo hace indicar que una nueva farsa no tendrá el respaldo propagandístico internacional que logró atraer Lugo, dado que hasta ahora el Frente Guasu no ha logrado instalarse fuera de la prensa nacional paraguaya como movimiento auténticamente izquierdista.
En realidad, sabemos que se trata de algunos grupos socialdemócratas acompañados de ONG que se disfrazan de movimientos políticos de izquierda, pero que en realidad reciben dinero de USAID con el mismo esquema de Tekojoja-Gestion Local y Pmas-Casa de la Juventud.
Otra dificultad se plantea por el hecho innegable que la mayoría de los presidentes de la nueva izquierda ya se encuentran enterados del fraude representado por el cura papá, han sido defraudados o directamente agredidos por él.
Basta mencionar el inexplicable retraso del ingreso de Venezuela al Mercosur, con el cual se desaira a Hugo Chávez, debido sobre todo a la falta de interés del gobierno arzobispal en articular una fuerza parlamentaria capaz de lograrlo. Ya al inicio de su gestión, Lugo consintió la agresión sufrida por el presidente nicaragüense Daniel Ortega, contra quien una ministra de Lugo vinculada al National Endowment for Democracy organizó un escándalo con miras a las elecciones municipales nicaragüenses del 2008. La campaña fue un fracaso, dado que el sandinismo triunfó entonces por amplio margen, pero el incidente distanció al luguismo de Managua de manera permanente.
Otro incidente significativo se dio con la presidenta Cristina Fernández, cuando Lugo la reprendió por supuesta llegada tardía arruinando las relaciones con Buenos Aires, que ya no volvieron a ser las mismas. Desde aquella ocasión, en la cual Lugo demostró estar más interesado en lograr el favor de la prensa hegemónica de Buenos Aires que en cultivar buenas relaciones con la presidenta, nunca más Cristina asistió a encuentros con el cura papá.
Durante la Cumbre Iberoamericana de Asunción, en el 2011, Lugo marcó el récord de ausencias en este tipo de eventos. Con Evo Morales las relaciones se enfriaron luego del asilo a Mario Cossío en Paraguay, y Pepe Mujica mandó a Lugo a llorar al cuartito durante el último encuentro que sostuvo con él.
La presidenta Dilma Rousseff desairó a Lugo en varias fechas sensibles para el Paraguay, y otro tanto han hecho varios otros estadistas e incluso figuras artísticas como Paul McCartney.
Desprestigio
Como factor que se suma a este verdadero aislamiento internacional del luguismo, no puede omitirse el grave desprestigio sufrido por la figura de Lugo a nivel internacional debido a sus escándalos por paternidad irresponsable, falta que lo llevó a los estrados judiciales en varios juicios aún no resueltos.
A partir del bochorno sufrido por Lugo con estos escándalos, su imagen nunca se recuperó, a pesar de los millonarios desembolsos en asesores de imagen, periodistas pautados por el gobierno y medios venales. Una devaluación de la investidura presidencial del Paraguay sin precedentes se sumó a la deshonra sufrida por la iglesia católica, desatando un bochorno global.
Sin respaldo internacional, y fuertemente desprestigiado, el luguismo busca hoy pretenden volver a recuperar los bríos perdidos de su deshilachado libreto con su inconsistente e incoherente Frente Guasu.
Que las ganas les den provecho.
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