Aires contaminados en el Mutua Madrid Open. Lo que empezó siendo un simple resfriado va camino de convertirse en una pulmonía. Primero, esa dichosa inestable superficie azul que no gusta ni a Nadal ni a Djokovic. El serbio no es esforzó ante Tipsarevic (6-7 y 3-6) y España se queda sin representantes tras caer derrotados Verdasco, a manos de Berdych (6-1 y 6-2) y de Ferrer (6-4 y 6-4) ante el salvador de este torneo, Roger Federer. El suizo es de otro mundo y su juego es capaz de derrocar todo tipo de teorías conspirativas en tonos azules. El cuarteto de semifinalistas lo completa Del Potro, tras imponerse a Dolgopolov (6-3 y 6-4).
Los suizos siempre se han caracterizado históricamente por comportarse de maneras neutrales en todo tipo de conflictos. Desde conflictos bélicos a banales discusiones en torno a una superficie de arcilla azul. Federer no es una excepción. Como buen suizo así se comporta. Comprende a sus compañeros al tiempo que se encarga de demostrar que se puede desarrollar un magnífico juego de raqueta sobre esta innovación del Mutua Madrid Open. Bien lo sabe David Ferrer, su última víctima después de una hora y veintiún minutos de encuentro. El alicantino empleó todas sus tácticas, pero ni siguiera fueron suficientes como para inquietar a un brillante Roger Federer.
El suizo es un tenista de otro mundo. Cuando está en combustión no hay nadie que sea capaz de frenar sus acometidas. Esta noche, en la Caja Mágica, Roger Federer destapó el tarro de todas sus esencias. Lo hizo con saques tan certeros como ganadores, con derechas angulosas, con reveses paralelos o cruzados, moviéndose como un bailarín de costa a costa de la pista e incluso con unas cuantas dejadas de excepción. Fue una cascada de sabores. Una oda al mejor tenis sobre una arcilla azul. Visto esto, todos se preguntan: ¿sólo Federer es capaz de bailar sobre esta tierra batida? Posiblemente no.
Ferrer, doble falta mortal No todo fueron apuntes buenos de Federer. El alicantino David Ferrer saltó excesivamente nervioso e impreciso a pista. Quizá rondaban en su cabeza todas esas veces que no ha conseguido hacer nada ante el suizo (trece enfrentamientos y trece derrotas). Al segundo servicio de Ferrer, el marcador ya estaba en la raqueta del suizo. Ya sólo necesitó conservar su servicio, ofrecer unos cuantos golpes maravillosos y beneficiarse de los errores de Ferrer, incapaz de mantenerse a flote en un intercambio de más de dos golpes.
Como suele suceder, cuando uno se encuentra con todo en contra, se olvida de sus nervios y sacar a relucir lo mejor de uno mismo. Eso hizo Ferrer. Era otro. Ya era Ferrer. Ya era ambicioso. Ya era capaz de crear problemas al enemigo. Pero nuevamente cayó en la trampa de Federer. Si el suizo comenzó a toda máquina, ésta vez optó por ir cocinando a Ferrer hasta el noveno juego. Con empate a cuatro juegos, el suizo forzó el acelerador y rompió el servicio de Ferrer, que volvió a errar con una inexplicable doble falta (31 errores no forzados y sólo 55 puntos ganados por 74 del suizo). Al juego, siguiente, el suizo cerró su pase a semifinales con la misma elegancia que se movió sobre esa delicada pista azul.
Djokovic, eliminado Federer se convierte así en el candidato al Mutua Madrid Open. Porque Djokovic, su adversario de semifinales, no quiso o no pudo emplearse a fondo ante su compatriota Tipsarevic. El saque certero de éste y unos cuantos resbalones hicieron comprender al número uno que era mejor reservarse para citas más idóneas en cuanto a superficie se refiere. El torneo se quedaba huérfano de campeón. Por el otro lado del cuadro, Del Potro empieza a erigirse como el tenista revelación del Mutua Madrid Open. El argentino nunca antes había llegado tan lejos en Madrid; y no sólo esto, nunca antes había mostrado un tenis tan agresivo, tan ganador, tan contundente en todas sus facetas. Sus comparecencias son unos paseos. Semejante teoría para explicar la trayectoria de Berdych, su adversario en semifinales. El checo se comió a Verdasco, que acusó el cansancio de sus esfuerzos ante Falla y Nadal. Problemas internos aparte. De esos que convierten a Verdasco en un tenista del montón, cuando atesora, en su raqueta, mayores quilates para alcanzar cotas mayores.
En féminas, cayó Sharapova. De esta forma, se configuran unas semifinales entre Azarenka y Radwanska y entre Serena Williams y la checa Lucie Hradecka, que tras eliminar a Stosur, acudirá a esta cita como la revelación femenina del Mutua Madrid Open. Y ya se sabe que este torneo en cuestión de mujeres entiende bastante de sorpresas.
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