El expresidente de Bolivia (2003-2005) Carlos Mesa se ha negado este jueves a prestar declaración ante la Fiscalía por el caso denominado 'Golpe de Estado', en el que comparece en calidad de testigo, pues, tal y como ha explicado en una de sus respuestas, sus palabras puede ser "manipuladas" para "incriminarle". El líder de Comunidad Ciudadana (CC) se ha acogido en 51 ocasiones a su derecho a no declarar durante su cita con la Fiscalía, que ha durado menos de una hora, y en la que ha presentado un documento en el que detalla sus razones para no declarar como testigo, tal y como ha contado posteriormente en una rueda de prensa. "Este un proceso penal que no tiene base de legalidad, se fundamenta en hechos falsos y en manipulación de pruebas aparentes", ha dicho Mesa quien asegura estar seguro de que su declaración sería utilizada para "manipular" e "inventar" incriminaciones tanto contra él, como contra otras personas. "No voy a convertirme propiciador de un cadalso jurídico para quienes serán convocados a declarar y eventualmente serán acusados de un delito inexistente, cuyo único objetivo es respaldar la obsesión de Evo Morales por volver a la Presidencia y tender una cortina de humo ante la crisis de salud y desempleo que el actual Gobierno no gestiona adecuadamente", afirma. Mesa había sido citado este jueves a declarar ante la Fiscalía en calidad de testigo, después de que a principios de mes la expresidenta Jeanine Áñez mencionara su nombre durante la investigación que se está llevando en su contra por delitos de sedición y terrorismo dentro del caso 'Golpe de Estado'. La Fiscalía investiga a los responsables de la crisis política surgida tras la salida del expresidente Evo Morales en noviembre de 2019, tras imponerse en las elecciones de octubre, cuyos resultados fueron rechazados por la oposición, la Organización de Estados Americanos (OEA) y una parte de las Fuerzas Armadas.
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