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Antonio Pérez Henares
Antonio Pérez Henares, conocido en el mundo de la comunicación como "Chani", nació en Bujalaro (Guadalajara) en 1953. Lleva ejerciendo como periodista desde los 18 años, edad en que comenzó en diario Pueblo. Ha trabajado en Mundo Obrero, Tiempo, El Globo y la Cadena SER. En 1989 se incorporó a la dirección de Tribuna, publicación de la que fue director entre 1996 y 1999. En 2001 ingresó en La Razón, donde actualmente combina su labor de columnista con la dirección de sus ediciones especiales y la jefatura de los suplementos. Ha sido colaborador en radio y televisión, y dirigió el programa de entrevistas políticas 'La respuesta' en Antena 3. En este momento ejerce como comentarista político en RNE y Telecinco. Como escritor destacan sus obras 'La letra de los ríos', 'Las 7 vidas del progre', 'La conducta sexual de los españoles', 'Nobles y plebeyos' y 'Los nuevos señores feudales', 'La piel de la tierra', 'Un sombrero para siete viajes', 'Antonio Buero Vallejo, una digna lealtad', 'Miguel de la Quadra Salcedo, el último explorador', 'Las bestias', 'La cruzada del perro', 'El río de la Lamia' y 'El hijo del italiano'. Posee prestigiosos premios literarios.
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MADRID, 17 (OTR/PRESS) Europa está perpleja y enfadada ante lo que Trump está haciendo. Puede entenderse lo segundo pero para nada el estupor por lo primero. Porque Trump está haciendo lo que había dicho que haría y anunciado a bombo y platillo en numerosas ocasiones. Tanto en la cuestión económica y los aranceles como en política exterior y Ucrania.
En realidad, la perplejidad europea proviene de otra cosa: su incredulidad de que iba a ganar y hasta de que ha ganado. Eso es lo que los ¿lideres? europeos no creyeron, no querían creer y no parece haber asumido todavía. No entraba en sus planes, pero ahí está y es el presidente de los EE.UU. con cuatro años de mandato y mayoría en ambas cámaras -el Senado y la de Representantes- por delante.
O sea, un líder fuerte, que es exactamente de lo que carece Europa y que basta con echar un vistazo al tablero para ver que, amén de que son 7 los países y cada uno con su particular visión e intereses, entre las presuntas cabezas la que no pende de un hilo está al borde de caer rodando. El canciller alemán, el socialdemócrata , Olaf Scholz, está a cuatro dias de ser literalmente barrido en las urnas, el francés Macrón muy débil con una Asamblea donde ha perdido la mayoría y con su imagen personal profundamente deteriorada, y nuestro Sánchez, que va por allí y por acá sacando pecho, es en la vida real un pelele en manos de un prófugo y unos socios que van desde la extrema izquierda hasta los herederos políticos de ETA y, por si fuera poco, bajo un volcán de casos de corrupción que no dejan de derramar coladas de porquería. De hecho el ponerse en modo machote con el norteamericano y proponerse como el gran enemigo del yanqui feroz no es otra cosa que una pose en clave interna para intentar con ello recomponer la figura. La italiana Meloni, por su parte, no está por la labor de meterse en el grupo pues ella prefiere ir en solitario y a lo suyo aprovechando su mejor sintonía con el norteamericano.
Europa se descubre ahora en lo que siempre ha ido. Una potencia económica, aunque troceada, y un enano militar que siempre ha sobreentendido que USA está ahí para ocuparse de defenderla. Y lo que le están diciendo es que eso se ha acabado. Que lo primero que tiene que hacer es pagar, en eso España es la que menos aporta, y que si quiere pintar algo como tal el tener un ejercito europeo es la premisa obligatoria para ello.
Con Trump habrá de negociar, caiga como caiga de antipático, y entender que no nos queda otra que mantenerlo con aliado. ¿O nos vamos a ir con China como anda por ahí cabildeando Zapatero?. Para ello, lo primero es asumir un par de cosas. Que Trump sabe lo que quiere, va a lo que va y no es, aunque si sea otras cosas y no buenas, ningún estúpido. Así, mejor dejar de lado los insultos y denuestos y ponerse al tajo, porque son estos bueyes con los que hay que arar. Y no hay otros.
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Durante ya largos decenios una serie de personajes mayoritariamente dedicados al espectáculo parecen tener la convicción que la cultura son ellos, solo ellos y nada más que ellos. Aún peor, dentro de ellos mismos, si alguien se sale de la parva ideológica e incumple alguno de los mandamientos de obligado cumplimiento dictado por el Sanedrín de la Santa Inquisición, deja también y al instante de serlo.
11 de febrero de 2025.
El fin de semana, Sánchez, como por la calle no puede asomar, se va, flanqueado por su coro ministerial y los incensarios, de cónclaves del partido, donde va dejando a los más entregados como capataces del cortijo. Los unge con su dedo divino y luego se pone a dar voces y soltar denuestos contra el perverso y satánico enemigo. La soflama se concreta en tres mantras para que palmotee la fiel parroquia congregada: ¡la ultraderecha, la ultraderecha!, Pérfida Ayuso y tonto Feijóo, que te va a matar. Concluye el akelarre y salen todos por todas las televisiones muy animados. Ya tienen sus papagayos vocingleros alpiste para ensordecer las tertulias.
4 de febrero de 2025.
Son varias la voces que en estos últimos días señalan que Pedro Sánchez no tardará en convocar elecciones. Puedo equivocarme, pero me temo que no. No lo hará. Todos sus movimientos indican lo contrario. Se aferrará con uñas y dientes al poder y sabe que si en este momento va a las urnas lo perdería. Y por ello va a emplear todo cuanto tenga en sus manos, comprar el tiempo que cree necesitar y al precio que sea y sin importarle nada de lo que pueda destruir con tal de aguantar.
28 de enero de 2025.
Las proclamas propagandísticas de Sánchez los fines de semana suelen topar cada lunes con las realidades cotidianas. Igual pasa con la verborrea político-declarativa y sus corifeos papagayos en cuanto asoma un auto judicial o imputados y testigos se sientan ante un togado.
21 de enero de 2025.
Pedro Sánchez ha dado un paso mas. Va a poner en marcha el indulto preventivo y con efecto retroactivo. Eso es lo que pretende con esta nueva ley. Un indulto familiar, tanto para su hermano y su mujer como para la familia política, el PSOE y sus aliados que le mantienen en Moncloa, y en particular y para empezar "su" Fiscal General. Este, una vez indultado preventivamente y amnistiado a perpetuidad, será él y sólo él quien decida a quién se puede encausar. Los jueces estorban y por tanto han de ser apartados. De hecho esa es la prioridad ahora del Gobierno.
14 de enero de 2025.
El año político en que entramos solo tiene una certeza: las tormentas que en el anterior se formaron por doquier van a eclosionar. Que se quede todo en viento, disuelva las nubes y le despeje el cielo, es lo pregona Sánchez. Que haya mucho trueno y relámpago pero la descarga sea soportable y se olvide para las urnas es lo que el sanchismo quiere pensar. Que la tromba de agua y pedrisco caiga con furia y una tras otra es lo que es lo que esperan todos cuantos quieren que Sánchez se vea obligado de una vez a abandonar el poder. Que cuidado y que ni por esas, y aunque le procesen a la familia al completo y a medio gobierno también, puede dejar de aferrarse al colchón del poder.
7 de enero de 2025.
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