Varios estudios advierten del peligro de que China compre materias primas sin invertir en la industrialización del continente
Las relaciones comerciales entre China y América Latina se remontan, al
menos, a la época del Galeón de Manila. A pesar de ello, el puente entre
los dos lados del Océano Pacífico ha sido siempre tenue.
Un informe de la ONU confirma la decadencia de la chabola en todo el mundo
Por primera vez en la historia de la humanidad, hay más gente viviendo
en ciudades que en el campo. Si tomamos cada continente por separado,
esto será también cierto –incluso en África y Asia– en el año 2030.
No es raro pasear por los inmensos mercados de Bangkok o Chiang Mai y
darse de bruces con el llamado Ronald McHitler, un popular híbrido del
líder nazi y el payaso de McDonalds, estampado en miles de camisetas y
en otros objetos decorativos.
En 2015 China gastará más que los ocho países europeos más poderosos de la OTAN
En 2012 los países asiáticos, por primera vez en la historia, invertirán
más en asuntos militares que las naciones del continente europeo. Así
lo estima una publicación reciente del Instituto Internacional de
Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés).
El quinceañero medio en Sanghái tiene un nivel de matemáticas dos o tres veces superior al de sus homólogos occidentales. No sólo eso, también cuenta con un nivel de lectura que le situaría un año por delante de los jóvenes de la vieja y letrada Europa.
En Europa la crisis financiera ha puesto en evidencia el negocio de la aviación comercial. La existencia de aeropuertos fantasma, el cierre de aerolíneas como Spanair, y la dudosa calidad de los productos low cost (con la irlandesa Ryanair a la cabeza) son los síntomas de un problema que aún carece de solución.
A pesar de que su crecimiento anual continuará siendo muy superior al de las economías occidentales, las autoridades Chinas se han mostrado preocupadas ante el empeoramiento del mercado laboral en los próximos años.
¿Se acuerdan de Good Morning Vietnam, la película? ¿No? Bueno, pues me sirve de excusa para hablar de un subgénero del cine bélico inexplicablemente olvidado por Hollywood en los últimos años.
No seré yo quien presuma de conocer las reglas del críquet. Lo que sí conozco es la carga simbólica de este infinito deporte en Inglaterra y su antiguas colonias.
Myanmar está a punto de traspasar un umbral. Los combates con las guerrillas étnicas en las regiones fronterizas continúan, a pesar de las conversaciones de paz de los últimos meses, y muy pocos dirían que no visitan una dictadura al entrar en Rangún, la antigua capital, bajo la atenta mirada de la policía. Pero todo indica que los transeúntes que salen de uno de los pocos centros comerciales de la ciudad cargados de bolsas -felices e incluso orondos- serán muchos más el año que viene.
Ni el gobierno tailandés ni los servicios de inteligencia estadounidenses parecen conocer con exactitud cuál era el objetivo de Hussein Atris, el supuesto terrorista libanés detenido en Bangkok la semana pasada.