La facilidad para publicar libros digitales o electrónicos en diversas plataformas de autopublicación es algo a considerar muy positivamente. Amazon, Bubok y Lulu.com son las plataformas de publicación y venta de libros más interesantes, a mi juicio, aunque existen muchas más que están disponibles para los autores o escritores.
Frente a un proceso largo y lleno de condiciones y requisitos de las editoriales tradicionales en papel están estos sistemas de publicación digital que son fáciles de usar por los que escriben.
Ya que todo escritor o persona que escribe tiene pleno derecho a publicar lo que escribe para los lectores del presente y del porvenir. También es una forma de dar visibilidad a los que se compone y plasma por escrito. El soporte digital en el caso de los libros y también en el de los artículos es muy útil y aporta mucho dinamismo, ya que se difunde lo creado a través de Internet y las redes sociales. Y lo que se publica en el formato digital permanece para siempre. Con la ventaja añadida de que el libro digital se puede imprimir bajo demanda también por los lectores además de poder leerlo en una tableta, ordenador o móvil.
La inmediatez de la autopublicación es muy importante, porque permite ver el resultado de modo muy rápido y sin esperas de meses o años. El tiempo es un elemento crucial en la actual sociedad digital en todos los sentidos. Además, los libros electrónicos o digitales se pueden reeditar en papel también. En cualquier caso, lo que es evidente es que el acceso a contenidos culturales cada vez es más frecuente a través de soportes de lectura electrónicos que cada vez son más populares y conviene tenerlo en cuenta.
De hecho, la abundancia cada vez mayor de libros clásicos de filosofía, literatura, etcétera, en PDF en abierto u online es una muestra más del avance imparable de la edición digital de libros y artículos. Esto no significa que vayan a desaparecer los libros vegetales o en papel, ya que seguirán existiendo por numerosas razones. Lo decisivo es la calidad de lo que se publica independientemente de si es en formato digital o vegetal.
La libre creatividad se ve muy potenciada por la edición y publicación digital, porque los escritores se pueden concentrar especialmente en escribir. Puesto que los eBooks o libros digitales se pueden crear con rapidez para que estén disponibles y visibles para el público de lectores de todo el mundo. La visibilidad que ofrece la publicación digital es continua las 24 horas del día y los 365 días del año y se extiende telemáticamente por todo el planeta. Aunque suene pretencioso y exagerado es evidente y es la realidad.
Ya se puede escribir y publicar libremente y de forma inmediata todo lo que se quiera. Y si parece que la cultura escrita está en decadencia frente al predominio de lo visual, también es cierto que seguirá existiendo y siendo decisiva por muchas razones y causas.
El problema de la piratería en el mundo digital afecta a una parte de lo que se publica, ya que las leyes y normas no evitan que se produzca, aunque contribuyen a que sean sancionados los que cometen actos de piratería.
Los autores de libros y artículos tienen derecho a cobrar una comisión por su propiedad intelectual. Ya que escribir es una tarea muy gratificante pero que lleva tiempo y hay que pagarlo. Las horas de escritura no son a beneficio de inventario deberían ser compensadas monetariamente si lo que se escribe se publica. Con parte de los beneficios económicos de la publicidad que acompaña a los artículos se debería pagar a todos los articulistas. Sería lo racional y justo. También es cierto que existe el procedimiento de colaboración para escribir, una alternativa que hace real y efectiva la difusión de lo que se escribe a numerosos lectores en todo el globo.
Por otra parte, todos los usuarios de Internet tienen que acostumbrarse a que no todo es gratis en la red. De todas formas, los que escriben lo seguirán haciendo, porque es una actividad apasionante y supone un gran disfrute y goce creativo.
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