Por Socha (Forma colectiva)
Porque peligra el tinglado ¿Se aprobará el inicio de la Operación el próximo mes de julio? Dudémoslo. Moción de Censura. Nuevo Gobierno con Sánchez. Nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Y nuevo presidente de ADIF, ¿quién será? ¿Conocerá el tema o tendrá que estudiarlo? Si es así, apaga la lámpara que se quema la bombilla. Sánchez y Ábalos pueden entrar en el asunto. O no. De momento, el PSOE municipal está casi coaligado con Ahora-Madrid y Carmena ha tenido libertad para actuar en la Operación Chamartín. La alcaldesa tiene problemas con los suyos, no con el grupo socialista del Ayuntamiento, que no se ha interesado mucho por la Operación. Ni saben de qué va, ni han puesto interés desde que el concejal Carmona se apartó, o lo apartaron (Ver O.CH. VII, “Comedia Palatina”)
¿Respalda Pedro Sánchez la Operación Chamartín? Algunos dicen que sí, pero nadie sabe si va a usarla para empoderar al PSOE ante el electorado y combatir a los adversarios del PP, Ahora-Madrid y Ciudadanos
¿Y qué va a hacer ahora el PP? Hasta la semana pasada estaba interesado y apoyaba. ¿Ahora? De momento no ha dicho nada, pero puede que ahora se ponga en contra. Se ha ido el ministro De la Serna, que era el motor. Quería empezar ya. Quería hacer todo. Tenía planes para toda España y ganas de que empezase la Operación Chamartín. Muchas ganas. Transmitidas a través de su lugarteniente el presidente de ADIF, Juan Bravo. Éste sabía tras lo que andaba y conocía el terreno. Sabe de obras. Ya había regentado los túneles de la M-30. Su gran obra, con Gallardón (Ver O.CH. XIX, ADIF y su engranaje frente al Ayuntamiento) ¿Quién será su sustituto? ¿Se acercará a su nivel de conocimientos? Más dudas. Puede que ahora, con los cambios, el gran lastre de la Operación sea el Partido Popular. Lo tuvo todo. Mayorías y los tres gobiernos en sus manos y fue incapaz de empezar. Ahora, que ha perdido el Gobierno, ¿seguirá igual?, ¿permitirá que Carmena ceda frente a DCN?, ¿apoyará la Operación?. Esperar y ver.
En los últimos meses ha habido un retraso importante en la Operación. Debido a dos problemas que ya explicamos. Uno ha sido la división en el grupo de la alcaldesa Carmena. No cuenta con el apoyo de nueve de sus concejales, los de Izquierda Anticapitalista e Izquierda Unida (Ver O.CH XXXII, Un flanco débil). El otro problema ha sido el enfrentamiento de Juan Bravo, presidente de ADIF, con Antonio Béjar, presidente de Distrito Castellana Norte (DCN), por los metros para construir (Ver O.CH. X, Laissez faire, laissez passer). DCN, con BBVA y la constructora San José a sus espaldas, considera que su opción es la válida e intenta imponerse a sus contrarios. Incluidos los vecinos de los barrios afectados. Sin olvidar a Trinitario Casanova y su compra del grueso de los derechos de reversión (Ver O.CH. XXVI, La China en el zapato). Puede conseguir 1,3 millones de metros cuadrados y, sobre todo, tiene posibilidades de terminar en los tribunales, con lo que habría disputa legal y se alargaría el comienzo de la Operación sine die. Las demandas fluirán, los tribunales tendrán que decidir, y habrá que esperar a los veredictos finales. “Esto va para largo”, comentan concejales del Ayuntamiento. Con poder y dinero, DCN pretende convencer. Sus campañas en los barrios, publicitando las bondades del macroproyecto, rayan en lo insufrible. Para contrarrestar la publicidad, los vecinos están recaudando donaciones para paliar el bombardeo de noticias. Hasta ahí llegan. Aunque, claro está, no tienen fondos para aclarar el llamado proyecto ‘Mini-Manhattan’ e informar de lo que se pretende para sus barrios. No sólo lo que interesa a DCN y BBVA. En opinión de algunos colectivos vecinales, Madrid Nuevo Norte vuelve a “los brutales niveles de edificación del plan de Ana Botella”. Con un “mastodóntico Centro de Negocios innecesario y perjudicial. Con 30 torres como las de Florentino, que dejan al Parque Lineal como un esquelético pasillo con sólo algún arbusto”. Hay una plataforma, de la que forma parte la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que califica de “peregrina” la idea de cubrir con una losa verde las vías ferroviarias. Frente a DCN, están las alternativas que proponen los vecinos: Una nueva dehesa de Fuencarral. Reducir el Centro de Negocios a 558.000 metros cuadrados. Y construir viviendas sociales de alquiler y no inmuebles de lujo. Pero, el pasado 17 de abril, el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Fomento y Distrito Castellana Norte pactaron el proyecto Madrid Nuevo Norte, que prevé 10.510 viviendas y un Centro de Negocios de un millón de metros cuadrados.
Los problemas van aumentando según pasan los meses. Cada vez hay más. Ahora en el PP ven que, si echa a andar la Operación Chamartín, las medallas serán para sus adversarios Ahora-Madrid y PSOE. Trabajaron en contra de DCN y frente a BBVA. Sí, pero para lucimiento del adversario. No les gusta. Dicen por la Puerta del Sol que todos los acuerdos tienen que pasar por la Comunidad de Madrid y ahí todavía manda el PP. Cuando estaba Cristina Cifuentes todo era favorable, incluso el ministro De la Serna quería los informes vinculantes de la Comunidad para tener el acuerdo definitivo antes de las elecciones municipales del próximo mayo. Ahora ya no hay prisa. Los informes se harán cuando haya tiempo y convenga a la Comunidad, o sea, al PP. ¿Cambio de planes? ¿Cambio de campo?
Habrá que esperar y ver qué hace el nuevo gobierno. Ver quién será el presidente de ADIF. Recordemos que ADIF es la empresa propietaria de los terrenos donde se pretende edificar. Juan Bravo se resistió a fijar con qué se compensaría a DCN tras aceptar éste la disminución de pisos a construir. Pero en ADIF ahora decide el PSOE y puede que en DCN estén contentos con que el PSOE haya sustituido al PP. Habrá que esperar al nuevo presidente para opinar sobre el tema. Juan Bravo tenía profesionalidad, conocía el asunto y se mantenía firme frente a la condescendencia de la alcaldesa Carmena con los negocios de DCN. Veremos si su sustituto en ADIF le iguala. Si la izquierda municipal (y nacional) es más condescendiente con los intereses empresariales de DCN que lo fue el PP. Y si el Gobierno de Pedro Sánchez, con Ábalos en el ministerio de Fomento, usa la Operación Chamartín para operaciones políticas, trueques económicos, de poder o influencias. O para algo distinto a la misma Operación Chamartín.
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