Desde la publicación de su primera obra en 1920, Agatha Christie escribió treinta y tres novelas, dos obras de teatro y más de cincuenta historias breves con el personaje de Hércules Poirot como protagonista. En 2014, los albaceas de su legado, aprobaron la preparación de nuevas novelas del investigador de bigotes almidonados y exquisitos gestos. Fue así como la británica Sophie Hannah, autora experta en literatura policiaca, resultó elegida para escribir ‘Los crímenes del monograma’, primer título de la nueva serie protagonizada por el detective belga. En 2019, Hannah acaba de publicar la tercera entrega, que lleva por título ‘El misterio de las cuatro cartas’, editado por Espasa, en la que Poirot se ve involucrado en el envío de unas cartas firmadas por él a diversas personas, en las que se les acusa de haber cometido el asesinato de Barnabas Pandy, un sujeto a quien el detective no conoce y del que se ignoraba que hubiera muerto asesinado. El misterio está servido y las preguntas sobre quién puede ser el autor, o la autora, de las cartas y sobre quién pudo eliminar al señor Pandy brotan solas. Inevitablemente, Poirot tendrá que poner en funcionamiento su «materia gris» para averiguar qué entramado criminal se esconde detrás de esas cartas.
Desde siempre, Sophie Hannah (Manchester, 1971) ha sido una escritora apasionada por la obra de Agatha Christie. Alojada en la tranquilidad de su domicilio, en un interludio de la promoción de ‘El misterio de las cuatro cartas’ y mientras prepara la siguiente novela, que ya será la cuarta, tuvo la amabilidad de contestar un puñado de preguntas formuladas desde esta orilla del Mediterráneo. Lo que viene a continuación son precisamente sus respuestas. Imagen cedida por Editorial Planeta ¿Por qué escribe Sophie Hannah?
Escribir es mi pasión y mi «hobby». Es algo que he hecho desde siempre. Ya de pequeña sentía un deseo irrefrenable de contar historias. No puedo imaginar mi existencia sin hacerlo, porque escribir es mi manera de dar sentido a la vida.
De todos los géneros literarios que existen se decantó por la novela policiaca o de misterio, ¿lo hizo por algún motivo en particular?
He amado las historias de misterio desde que puedo recordar, desde que tengo memoria. A los seis años, leía a Enid Blyton; a los doce descubrí a Agatha Christie; y al cumplir los diecinueve, a Ruth Rendell. Devoré las novelas de estas autoras compulsivamente. No tengo ninguna duda de que el misterio es mi género favorito para leer y también para escribir.
A pesar de las otras dos escritoras que ha citado antes, Blyton y Rendell, me inclino a pensar que existe alguna relación especial entre usted y Agatha Christie, ¿es así?
Sí, Agatha Christie es mi autora favorita desde siempre. A mis doce años me hice con un ejemplar de ‘Un cadáver en la biblioteca’, una novela protagonizada por Miss Marple. Inmediatamente, comencé a coleccionar y leer sus novelas. Las tengo todas y las he leído al menos cuatro veces cada una de ellas. ¡Me considero una fan obsesiva!
¿Continuar la obra de Agatha Christie ha significado todo un reto para usted?
Sin duda ha sido un reto muy excitante para mí. Resucitar a un personaje tan conocido y tan querido como Hercule Poirot es una tarea delicada, pero sobre todo ha supuesto un gran honor: el de haber trabajado con el mejor personaje creado por la literatura de misterio.
¿Por qué cree que Agatha Christie escogió a un detective de nacionalidad belga para protagonizar sus novelas?
En su autobiografía, Agatha escribió que, para crear a Poirot, se inspiró en algunos refugiados belgas que había encontrado y que llegaban huidos a Inglaterra, procedentes de su país natal durante la Primera Guerra Mundial.
¿El Poirot que va a encontrar el lector en sus novelas es muy diferente del que concibió Agatha Christie?
No, no, en mis libros Poirot no es muy distinto del suyo. Cambiarle los rasgos hubiera sido una falta de respeto. No hubiera tenido ningún sentido escribir nuevas novelas sobre un personaje tan querido solo para variarlo. El único cambio radica en que yo soy una persona diferente que escribe sobre él y, por eso, he creado otro narrador, el inspector Edward Catchpool de Scotland Yard, al que le sucede lo mismo que a mí: también es una persona nueva que trabaja con Poirot. Yo no quería imitar el estilo de Christie y por eso me pareció una buena solución utilizar este narrador, que además es un compañero para Poirot.
Hablemos entonces del inspector Catchpool, cuéntenos un poco cuál es su perfil.
Catchpool es un hombre sensible, un poco neurótico y muy inteligente, pero obviamente no tanto como Poirot, que es su mentor y su modelo. Catchpool se beneficia de la sabiduría y orientación del detective belga y mejora como investigador con cada caso en el que ayuda a Poirot a resolver.
Con respecto a las novelas de Agatha Christie, observo que la extensión ha variado, ya que sus páginas casi doblan en número a las de ella, ¿esto ha sucedido por casualidad o es algo premeditado?
Está hecho a propósito, desde luego. Los lectores modernos prefieren y esperan que las novelas sean más largas. Es una tendencia evidente en la mayoría de géneros literarios.
En sus otros libros de ficción, usted creó dos personajes que han alcanzado bastante éxito, Simon Watherhouse y Charlie Zailer, ¿qué opinan sobre Hercule Poirot? ¿Se sienten felices o celosos?
Simon y Charlie se encuentran medianamente celosos, pero yo los tranquilizo diciéndoles que muy pronto voy a escribir una novela increíble sobre ellos. Es natural lo que les ocurre, porque ¿quién no envidiaría a un personaje como Poirot?
Antes y como buen belga, a Poirot le gustaba el chocolate, sin embargo, ahora le vemos beber café en el Pleasant Coffee House, ¿a qué se debe este cambio? ¿Todavía le gusta el chocolate a Poirot?
Sí, sí, todavía le gusta el chocolate, es solo que le encanta el café en Pleasant, ¡así que ha decidido variar su rutina normal!
En ‘El misterio de las cuatro cartas’, la novela que acaba de publicar usted en España, el humor está muy presente.¿Poirot es un personaje con mucho sentido del humor?
¡Absolutamente! Agatha Christie fue una escritora muy ingeniosa y encontramos humor en la mayor parte de sus novelas, lo que constituye una de las grandes virtudes de su literatura y consigue que sus libros sean tan agradables de leer. A menudo, ella escribía sobre Poirot de una manera cariñosamente humorística y esto es algo que yo deseaba continuar.
¿El éxito de Poirot entre los lectores radica en que con su trabajo él pone las cosas en su lugar, restablece el orden, la calma…?
Sí, ese es uno de los detalles que los lectores admiran de Poirot. Me encanta ese sesgo limpio y ordenado que él tiene, porque yo soy bastante obsesiva con el orden y el método, por lo que estos rasgos suyos me atraen de un modo especial.
Hercule Poirot tiene por costumbre, como ocurre en ‘El misterio de las cuatro cartas’, reunir a sus sospechosos antes de resolver los casos. ¿No le parece que sus sospechosos son demasiado considerados y corteses?
Sí, los sospechosos cooperan mucho con él, cosa que también sucede en las novelas de Agatha Christie. Nadie le dice a Poirot que se calle y salga de la habitación, al contrario, todos se sientan y escuchan cortésmente, mientras pronuncia su gran discurso de desenlace con el que concluye los casos.
Cuando Poirot murió, The New York Times publicó su obituario, ¿fue esa la mejor despedida que se le puede dedicar a un personaje de ficción tan famoso y querido como él?
Poirot es el único personaje de ficción que tiene un obituario en The New York Times. Es un gran premio para él y, desde luego, se lo merecía.
Una última pregunta por hoy: ¿seguirá escribiendo nuevas novelas con Hercule Poirot como protagonista?
¡Sí! Ahora mismo estoy ocupada en la escritura de su cuarta novela, que se publicará entre los meses de agosto y septiembre del próximo año.
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