Se ha dicho que una guerra, cuando es incondicional, nunca termina con victorias incondicionales, y en Paraguay ello se corroboró hace pocos días con la victoria de los seccionaleros sobre el poder mediático.
El gran perdedor, el conocido empresario paraguayo Aldo Zucolillo, líder de la prensa enemiga del presidente venezolano Nicolás Maduro y de la revolución bolivariana, fue abochornado por sus detractores luego de morder el polvo de la derrota. El más público y sonado papelón lo sufrió al ser calificado de "excremento" en plena sesión del Senado de su país, por el influyente senador oficialista Juan Carlos Galaverna.
En una extensa exposición ante el pleno de la Cámara Alta, Galaverna hizo la historia de varios homicidios en los que el otrora innombrable empresario, dueño del diario ABC color, se involucró a lo largo del tiempo que ostentó un omnímodo poder mediático construido al amparo de gobiernos anti-comunistas y dictatoriales.
Recordó su participación en el asesinato de Celestino Valiente en Buenos Aires, la muerte de empleados de su Ferretería céntrica en un incendio fraguado para evitar pagar impuestos, y la participación de su cuñado Conrado Pappalardo en el atentado terrorista con bomba que costó la vida al ex canciller chileno Orlando Letelier, en la misma Washington.
Durante la sesión en la Cámara de Senadores, Galaverna señaló que Zuccolillo incluso financió el golpe de Estado frustrado, perpetrado en mayo del año 2000, contra el gobierno del entonces presidente Luis González Macchi.
Refirió que pagó USD 50.000 para que se lleve adelante el plan, pero que como fracasó, le pidió al entonces senador liberal Alfredo Jaeggli que le devuelva el dinero.
Galaverna, a lo largo de su alocución ante el pleno del Congreso, no ahorró epítetos contra el dueño de ABC a quien tildó desde “sinvergüenza, personajete, traficante del poder, capo en acaparar licitaciones y concesiones”, hasta “hijo de puta y mierda humana”. Llamó a una autocrítica a sus colegas senadores reflexionando que “Hemos construido este monstruo (Zuccolillo)”, en referencia a toda la clase política paraguaya.
Zucolillo también es recordado en Paraguay por haber financiado congresos de la Liga Mundial Anticomunista y haber donado fuertes sumas a responsables de centros de detención y tortura durante la dictadura militar, según consta en los archivos del Terror.
Estos propietarios de medios, ensoberbecidos por el éxito de sus manipulaciones y mentiras, por mucho tiempo se consideraron capaces de tratar como un mero gerente al poder político, que ahora les infligió una dura derrota. Los dirigentes del Partido Colorado, a quienes Zucolillo siempre denigró a través de sus escribientes, en las últimas horas se impusieron a sus campañas que pretendían marginarlos del gobierno de Horacio Cartes, y coparon puestos claves en la administración pública.
Este suceso político causó profunda desilusión a Zucolillo, quien buscaba deslizar el apoyo a Cartes de sus bases políticas, para luego marcar pautas a su gobierno desde sus atrabiliarios editoriales, como lo hizo con gobiernos anteriores.
Declararse enemigo de Galaverna, periódica y públicamente, es uno de los principales requisitos que exigen los propietarios de medios para ceder espacio a los políticos deseosos de destaque en la prensa. Así fue que muchos activistas y actores políticos anexaron a su discurso la pose anti-Galaverna de ABC color y Zucolillo, para luego terminar apuñalados por la espalda.
Dijo el periodista y político francés Emile de Girardin que de todos los presagios siniestros el más grave, el más infalible, es el optimismo, y Zucolillo pudo comprobarlo hace unos días cuando corroboraron que los muertos que habían matado gozaban de muy buena salud. Todo parece indicar que todos los caminos conducen al desgastado y senil dueño a su ineludible destino en el fondo del basurero de la historia.
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