El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a reconocer este martes su "error" a la hora de reconocer la crisis en la economía española durante su mandato pero ha recalcado que fue un fallo de "apreciación" en el que no hubo "ni engaño ni ocultación" a los ciudadanos.
Así lo ha explicado el exjefe del Ejecutivo en su primera rueda de prensa desde que dejó La Moncloa, convocada para presentar su libro 'El Dilema. 600 días de vértigo', en el que narra sus vivencias en el Gobierno desde que en mayo de 2010 tuvo que dar un giro a su política y tomar medidas económicas para tratar de frenar la crisis.
Zapatero, que ha recordado que no mencionó la palabra 'crisis' hasta julio de 2008 tras meses hablando de 'desaceleración', ha explicado los dos motivos fundamentales que le llevaron a este "error de apreciación". En primer lugar ha citado una razón subjetiva: su "afán" por "mantener la confianza" y trasladar "un mensaje positivo" para los agentes económicos y los inversores.
Y, en segundo lugar, ha recordado que en esos momentos de 2008 España continuaba con crecimiento económico y la previsión, ha dicho, es que los datos iban a seguir siendo buenos en el segundo semestre de ese año e incluso en 2009, previsiones que después "saltaron por los aires" con la caída de Lehman Brothers.
Estas son, según ha explicado, "las razones del error". "Ni engaño ni ocultación de nada de nada", ha recalcado, para después apuntar que hubiera sido "absolutamente absurdo que alguien pueda pretender en la sociedad de la información" querer "engañar sobre eso".
El expresidente del Gobierno ha garantizado que ha puesto en esta obra, en la que comenzó a trabajar cuatro o cinco meses después de dejar Moncloa, su "máxima sinceridad" y ha hecho un ejercicio de "autocrítica". Según ha dicho, sentía que tenía "el deber y una cierta necesidad" de explicar su gestión al frente del Gobierno español durante unos meses de máxima dificultad, el "periodo más duro" que vivió en el Gobierno.
No quiere polemizar con Solbes
En la rueda de prensa, no ha querido polemizar con el que fuera su vicepresidente económico en la primera legislatura, Pedro Solbes, y no ha contestado al contenido del libro que acaba de publicar, en el que el exministro asegura que avisó de la crisis al jefe del Ejecutivo en un informe que no fue tenido en cuenta.
Zapatero, que ha apuntado que cada uno tiene "una memoria de las cosas", se ha limitado a expresar toda su gratitud a los ministros que estuvieron en sus equipos. "Es mi forma de entender el Gobierno de España, es mi manera de entender la lealtad del trabajo en equipo", ha recalcado.
El expresidente ha insistido en que "cada uno es libre" de opinar lo que quiera y ha asegurado que se alegra que las personas que le han acompañado "sigan manteniendo esa libertad de expresión".
Además, ha asegurado que nunca ha querido "trasladar ninguna responsabilidad a nadie" sobre lo que fueron sus tareas de Gobierno, porque tiene "claro" que "las decisiones las toma el presidente del Gobierno, es su responsabilidad".
Preguntado por algunos de estos colaboradores que después han expresado algunas discrepancias, como Jordi Sevilla y David Taguas, además de Solbes, Zapatero sólo ha recordado que son "economistas reputados" de los que quiso rodearse y a los que ha reconocido su tarea.
Además, y en relación a las críticas que recibió por aquella frase que captaron unos micrófonos abiertos en la que el exministro Sevilla le decía que podía aprender "economía en dos tardes", Zapatero ha recalcado que la acción política exige "un esfuerzo por aprender". "Hay algunos que nacen con esa cualidad, yo reconozco que he estado toda mi vida con el afán de saber y conocer más", ha remachado.
Conclusiones y hechos no conocidos: tres 'noes' a Merkel
Sobre el contenido del libro, Zapatero ha explicado que incluye, además del relato de esos 600 días, hechos hasta ahora no conocidos y sus conclusiones dos años después de haber salido del Gobierno.
Entre los acontecimientos que ha desvelado en su libro, están las tres veces que rechazó ante la canciller alemana, Angela Merkel, un rescate financiero para España, que a su juicio, habría lastrado la recuperación de la crisis.
Además, al ser preguntado si en algún momento se planteó convocar elecciones para evitar el giro a sus políticas en mayo de 2010, ha explicado que siempre actuó desde la "responsabilidad política" y ha señalado que convocar comicios "podía ser un riesgo serio para la estabilidad económica del país".
Zapatero ha insistido que se movió convencido de que los recortes que acometió eran "lo que el país tenía que hacer" y ha admitido que "a veces hay que tomar decisiones que no son agradables, que no van a gustar a la gente" y que no van a tener ningún "rédito político".
Así, ha subrayado que algunas de las decisiones "más trascendentes" que tomó en su mandato las tuvo que adoptar "en horas", en los momentos previos a aquel Pleno del 12 de mayo de 2012, y ha recalcado que aunque se congelaron las pensiones, se bajó el sueldo a los funcionarios y se eliminó el 'cheque-bebé', mantuvo "intacto el sistema sanitario y el sistema público educativo".
"Sin ningún recorte", ha recalcado, para después añadir que, además, aumentó las becas y mantuvo la dependencia que su Gobierno "puso en marcha" y las prestaciones por desempleo y no tocó el fondo de reserva de la seguridad social, que dejó con 70.000 millones de euros.
Además, Zapatero también se ha referido a la reforma de la Constitución que pactaron PP y PSOE en agosto de 2011 para introducir la estabilidad presupuestaria en la Carta Magna. El expresidente ha asegurado que no fue ninguna imposición exterior y ha recalcado que fue una propuesta suya "autónoma y personal".
Ha explicado que en ese momento vio que hacían falta "nuevas iniciativas" para generar confianza y demostrar el compromiso de España con la consolidación fiscal y la estabilidad presupuestaria. Y optó por la reforma de la Carta Magna, descartando otra alternativa: hacer recortes sociales y laborales con una reforma que etsaba "implícita" en la carta que le envío el Banco Central Europeo.
Zapatero ha concluido su presentación garantizando su "convicción" en que, a pesar de la "dura crisis", España tiene "capacidad" para "seguir demostrando" que es "capaz de hacer cosas" como las que ha hecho desde la Transición democrática.
Después, en la rueda de prensa, que se ha prolongado durante casi hora y media, ha añadido otra conclusión: salir de la crisis "no era tan fácil como algunos pensaban y no es tan fácil".
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a reconocer este martes su "error" a la hora de reconocer la crisis en la economía española durante su mandato pero ha recalcado que fue un fallo de "apreciación" en el que no hubo "ni engaño ni ocultación" a los ciudadanos.
Así lo ha explicado el exjefe del Ejecutivo en su primera rueda de prensa desde que dejó La Moncloa, convocada para presentar su libro 'El Dilema. 600 días de vértigo', en el que narra sus vivencias en el Gobierno desde que en mayo de 2010 tuvo que dar un giro a su política y tomar medidas económicas para tratar de frenar la crisis.
Zapatero, que ha recordado que no mencionó la palabra 'crisis' hasta julio de 2008 tras meses hablando de 'desaceleración', ha explicado los dos motivos fundamentales que le llevaron a este "error de apreciación". En primer lugar ha citado una razón subjetiva: su "afán" por "mantener la confianza" y trasladar "un mensaje positivo" para los agentes económicos y los inversores.
Y, en segundo lugar, ha recordado que en esos momentos de 2008 España continuaba con crecimiento económico y las previsiones, ha dicho, es que los datos iban a seguir siendo buenos en el segundo semestre de ese año e incluso en 2009, previsiones que después "saltaron por los aires" con la caída de Lehman Brothers.
Estas son, según ha explicado, "las razones del error". "Ni engaño ni ocultación de nada de nada", ha recalcado, para después apuntar que hubiera sido "absolutamente absurdo que alguien pueda pretender en la sociedad de la información" que alguien pueda "engañar sobre eso".
El expresidente del Gobierno ha garantizado que ha puesto en esta obra, en la que comenzó a trabajar cuatro o cinco meses después de dejar Moncloa, su "máxima sinceridad". Según ha dicho, sentía que tenía el "deber" de explicar su gestión al frente del Gobierno español durante unos meses de máxima dificultad.
En la rueda de prensa, no ha querido polemizar con el que fuera su vicepresidente económico en la primera legislatura, Pedro Solbes, y no ha querido contestar al contenido del libro que acaba de publicar. Zapatero se ha limitado a expresar toda su gratitud a los ministros que estuvieron en sus equipos. "Es mi forma de entender el Gobierno de España, es mi manera de entender la lealtad del trabajo en equipo", ha recalcado.
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