Se ha dicho que una tragedia es una experiencia que puede iluminarnos el carácter, pero no ha sido precisamente el caso de los luctuosos sucesos que salpicaron al intendente de Asunción, Arnaldo Samaniego.
Cuando hace unas semanas se incendió el mayor mercado municipal de la capital de Paraguay, Samaniego atribuyó a la tragedia un carácter divino.
Cual Nerón ejecutando la lira mientras Roma ardía, Samaniego decidió atribuir a fuerzas sobrenaturales el incendio cuyo origen tenía, en realidad, causas bien terrenales. En aquella oportunidad muchos afirmaron en las redes sociales que si hubo una señal divina, ésta indicaba que el intendente debía renunciar o ser destituido de inmediato.
Cuando hace pocos días una turista brasileña falleció ahogada en los raudales de Asunción, debido a obras inconclusas de su administración y la obstrucción que la basura que no se recoge crea en los desagües, Samaniego intentó responsabilizar del hecho a un destacamento policial aledaño.
Por si todo fuera poco, la municipalidad de Asunción fue una de las pocas instituciones que no se solidarizó con las víctimas de la precaria infraestructura gestionada por Samaniego.
Aunque los partidarios de Samaniego han redoblado últimamente su apuesta por el sistema prebendarlo, gestionando más fondos para la actual administración municipal y sus favorecidos, gran parte de la sociedad ha empezado a dar señales de su hastío.
En ese contexto, un grupo de golfistas decidió realizar una fuerte apuesta por la capacidad de Oscar Tuma, donando un millón de dólares para ser invertidos en su campaña a la Intendencia de Asunción.
Como es normal en el caso de un favorito, este tipo aportes han empezado a fluir intensamente para apuntalar el camino de Tuma a la intendencia de Asunción.
Los donantes señalaron que el candidato es conocido por su permanente respaldo al deporte en diferentes disciplinas, y ampliamente confiable.
La última encuesta publicada por la firma RMB Asesoría Electoral, consigna que si las elecciones internas por la intendencia se realizaren hoy, Tuma obtendría el 40% de la torta electoral, seguido por Arnaldo Samaniego con con el 12%, y Dany Durand con 10 por ciento. En el segundo pelotón figuran Cinthia Tarragó con 9%, Hugo Ramirez con 8%, al igual que Turi Capello también con 8 puntos.
La baja calificación de Samaniego tiene varias explicaciones, pero lo peor de todo son los proyectos inconclusos como el mirador de Punta Karapá, con vista a la bahía de Asunción, para cuya construcción se habían recibido fondos más que suficientes de agencias de cooperación internacional. La tragada de Arnaldo y sus secuaces fue tal, que solo quedan como mudo testigo del proyecto una base de concreto con algunos pilares inconclusos.
Pretendiendo repetir el negocio, intentó hace poco convencer a la ciudadanía de las conveniencias de destruir el monumento más valioso de la ciudad, ubicado en el cerro Lambaré, sólo para construir otro mucho más anti-estético que permitirá a sus íntimos lucrar con él.
Faltando a la más elemental ética, Samaniego nombró encargado del tránsito de la ciudad al titular del gremio de taxistas, que desde entonces es privilegiado disponiendo a su antojo de los espacios públicos. En una esquina donde confluyen dos importantes avenidas, estos conductores levantaron una construcción que obstruye totalmente la visual de la peligrosa esquina a los automovilistas.
Por estos y varios otros motivos, la indignación contra Samaniego a crecido tanto, que en la red social Facebook existen varios grupos donde miles de miembros manifiestan constantemente su repudio, a pesar de los esfuerzos de algunas autoridades por imponer arbitrariamente su candidatura.
Ya lo decía Winston Churchill: La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor.
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