Dice un sabio proverbio chino que jamás debe perderse la oportunidad de mantener la boca cerrada, consejo desoído por la diputada Rocío Casco, quien acusó sin pruebas a su colega Oscar Tuma de estar involucrado en sobornos a legisladores.
En una nota dirigida al presidente de su cámara, el diputado Juan B. Ramírez, Tuma pidió ayer que la cámara solicite una investigación de las denuncias realizadas por Casco al Fiscal General del Estado.
Según Tuma, “Cuando decimos disparates debemos de sostener lo manifestado, en este caso la diputada mencionada más arriba realizo un montón de denuncias totalmente traídas de los pelos, ahora las tiene que probar”. Las acusaciones de Casco, tan evidentemente infundadas, incluso fueron repudiadas por el diputado Víctor Ríos, cercano a su filiación.
Ante requerimientos del periodista Jorge Torres a través de la radio 650 AM, el diputado Oscar Tuma expresó su opinión sobre su colega Rocío Casco, a quien definió como la disparatera de la izquierda caviar.
"No se puede esperar nada de gente como Rocío Casco, la zurda caviar, que se guía por rumores. Me causa risa esta gente disparatera" afirmó a través del importante medio masivo.
En realidad, Casco tiene otras cosas aún más importantes que aclarar.
Para los no enterados, Rocío Casco es conocida por haberse iniciado en la política a través de una ONG denominada Casa de la Juventud, vinculada a USAID y otras fundaciones de la ultraderecha del Partido Republicano de Estados Unidos. Sin embargo, a través de medios de prensa adictos a estas tendencias siempre busca aparecer como referente de la izquierda revolucionaria.
Es conocido que la CIA utiliza para financiar sus redes globales no gubernamentales un gran plantel de fundaciones, algunas ficticias, otras reales. Un ex agente de la CIA, Philip Agee, no solo acusó de ser operativo de la inteligencia norteamericana al tío del ex cura presidente de Paraguay, Epifanio Méndez, sino también describió en detalle las actividades antidemocráticas de esa organización en su libro “Inside The Company”.
Tiempo atrás describí como a través de la telaraña imperial estos grupos impulsaron, junto con la prensa vinculada al NED, la candidatura del cura Fernando Lugo, destacándose en el proceso grupos como Pmas o Tekojoja, ambos mampara de las ONG Gestión Local y Casa de la Juventud, vinculadas a USAID.
Sin embargo, la mayoría de los políticos paraguayos de la vieja guardia anticomunista, siguieron viendo a estos grupos -que abogan por intereses norteamericanos- como supuestos “izquierdistas y marxistas” como en los tiempos en que podían añadir a estos adjetivos el de “vendidos al oro de Moscú”.
El error fue el mismo que cometieron durante las postrimerías del régimen neo nazi y pro-norteamericano de Alfredo Stroessner, cuando calificaban de “comunistas” a personajes que no dan la talla, como Aldo Zucolillo y Humberto Rubin. Hoy saben que en aquel entonces estaban cometiendo una injusticia, acusando de estar vendidos al oro de Moscú a dos personajes que ya para entonces recibían fuertes sumas en dólares del National Endowment for Democracy, y se encontraban bajo protección de la CIA y de USAID, tanto que los recibía en audiencias el mismo vicepresidente George Bush.
Estos propagandistas y ONG vinculadas al luguismo han demostrado ser tan versátiles que luego de haber pasado del oro de Moscú al oro de USAID, pueden darse el lujo de volver a venderse al oro de Caracas, Teherán o La Habana.
La misma Martha Hanecker los desnudó en una entrevista publicada en Caracas, en las que los miembros del grupo de Rocío Casco reconocieron financiación de la embajada norteamericana de Asunción, dado que “de dónde viene el dinero (para sus actividades políticas) no nos interesa”.
Como USAID y sus ONG son conocidas por sus estrechos vínculos con la CIA, bien haría el diputado Tuma en pedir aclaración sobre la sinuosa conducta de Rocío Casco a las mismas oficinas de la compañía en Langley, Virginia. Lo mismo podrían cuestionarse muchos de sus antiguos aliados del marxismo ortodoxo, quienes hoy preguntan cómo una antigua recepcionista de ONG puede trepar a las cumbres estratosféricas de la farándula asuncena y la buena vida, defendiendo posturas contrarias a su supuesta ideología una y otra vez.
Es que como lo advirtió la filósofa de la política Hannah Arendt, el revolucionario más radical se convertirá en un conservador el día después de la revolución.
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