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Oscar Tuma vaticina retorno al poder de Fernando Lugo

En caso de modificar la constitución para propiciar la reelección, el beneficiado sería el expresidentes Lugo, vaticina el diputado Oscar Tuma
Luis Agüero Wagner
jueves, 19 de junio de 2014, 06:37 h (CET)
Dijo el laureado escritor paraguayo Augusto Roa Bastos que el infortunio se enamoró del Paraguay, y los presagios que circulan en el mundillo político paraguayo por estos días parecerían darle la razón.

Ante la elección de una nueva mesa directiva en el Congreso, y en relación a los pactos y alianzas tejidos en torno a ella, muchos entrevieron como futuras intenciones del actual presidente Horacio Cartes lograr modificar la constitución para reelegirse, intención que no pudieron materializar sus antecesores.

Es que muchos actores políticos consideran la no reelección establecida constitucionalmente como salvaguarda de la democracia paraguaya, que de ser vulnerada, tendrá funestas consecuencias.

El diputado colorado Óscar Tuma se refirió al dilema asegurando que en el caso de que Horacio Cartes busque la reelección, beneficiará al expresidente Fernando Lugo, puesto que para la mayoría de la gente, la gestión del actual mandatario es menos beneficiosa, según explicó.

​Tras la conformación de la nueva mesa directiva en el Senado con el liberal Blas Llano en la presidencia, sectores opositores al partido de gobierno afirman que Cartes buscará impulsar cambios en la Corte Suprema de Justicia e incluso hacer modificaciones en la Carta Magna para buscar la reelección.

"El que va a ser beneficiado va a ser Lugo, no será el Partido Colorado", aseguró el diputado al ser consultado por los medios. Si uno si vive en su burbuja no puede notar la realidad. Yo camino y comparto con la gente, por eso sé que si la reelección la plantean hoy, el presidente de vuelta será Fernando Lugo", expresó el legislador.

Aunque asumiera con buenas perspectivas el gobierno, y lograra superar la crisis del MERCOSUR, el presidente Cartes ha tropezado con graves problemas de seguridad interna y desastres climáticos.

En el primer orden de cosas, el ministro del Interior nombrado por su gobierno se ha mostrado incapaz de contener los embates de la guerrilla que opera en el norte, el Ejército del Pueblo Paraguayo, que sigue dejando en ridículo a las fuerzas del orden. La suerte de un adolescente retenido como rehén político por el grupo, mantiene en vilo a la ciudadanía de todo el país.

Por si ello fuera poco, los medios de prensa accedieron a materiales audiovisuales relacionados con el grupo que pusieron en evidencia la incapacidad de las autoridades, así como la impunidad con la que los guerrilleros realizan sus operaciones.

Por si no bastasen estos problemas, los ríos que rodean a este país sudamericano han desbordado con sus crecidas, dejando a cientos de miles de paraguayos sin hogar, obligando al éxodo a incluso decenas de miles de habitantes de la capital del país.

El Mundial de Fútbol desarrollado en Brasil, lejos de apaciguar los ánimos, exacerbó la amargura y frutración de los paraguayos cuya selección quedó fuera del torneo por primera vez en dos décadas.

Mientras estos acuciantes problemas atosigan a los ciudadanos, un importante grupo de prensa manejado por empresarios de la vieja guardia estronista intenta convencer a los paraguayos que la situación es mucho peor en los países bolivarianos como Venezuela, o incluso en los limítrofes Brasil y Argentina.

Demás está decir que aquellos que sostienen estas versiones difícilmente puedan regresar del ridículo, de donde nunca se vuelve en política.

Escribió Franz Kafka que a partir de cierto punto no hay retorno, y que ese es el punto que hay que alcanzar. Desafortunadamente para quienes pretenden apuntalar una revolución conservadora paraguaya, el proceso político paraguayo aún no ha llegado a él.

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