El escritor y periodista estadounidense Stephen Crane dijo alguna vez que un profeta verídico, al predecir una inundación, debería ser el primero de los hombres en subirse a un árbol. Al parecer ese sabio consejo nunca fue escuchado por los profetas de lo obvio, que hoy se rasgan las vestiduras comprobando sus profecías cumplidas en Paraguay.
El Oscar Tuma, lanzó esta semana duras críticas contra los congresistas que hicieron mención de la “narcopolítica” sin revelar nombres y los calificó de cobardes e irresponsables. Muchos vaticinaban que con el advenimiento del presidente Horacio Cartes, ese sería el género de política que se implantaría en Paraguay. Hoy repiten sus argumentos, pero ya no se atreven a incluir al presidente en sus diatribas, y hablan genéricamente..
Al respecto Tuma aseguró que en caso de que conociera la identidad de los implicados los revelaría, pues callar es de “cobardes o irresponsables que solo buscan prensa”. “El legislador que realiza este tipo de declaraciones sin dar nombres o es un irresponsable o un cobarde (…) Irresponsable si solo lo hace para tener prensa o cobarde si sabe y no lo dice, en cualquier caso es mejor encerrarse en un baño que salir a dar este tipo de declaraciones”, sentenció.
Acusó de falta de valor y hombría a los que hablan de parlamentarios involucrados en el narcotráfico sin mencionar sus nombres. “Si yo tengo conocimiento de algún legislador que está vinculado con la mafia voy a dar nombres, no voy a hacer una acusación genérica para tener prensa”, declaró el diputado, haciendo alusión a aquellos que aprovechan el asesinato de un periodista para reforzar su propio discurso político, sin importarle los verdaderos culpables del crimen.
Demás está decir que en Paraguay, la narcopolítica rebasa las fronteras ideológicas y partidarias.
Paralelamente, el gremio de comunicadores emitió graves acusaciones contra otros profetas, los empresarios que lucran con las noticias. El blanco principal de las recriminaciones fue el dueño del diario que perdió a su corresponsal, Aldo Zucolillo, uno de los más entusiastas promotores políticos de Cartes. Tanto es así que sus adversarios llamaban durante el proselitismo “HC color” a su diario “ABC color”.
El gremio de periodistas recordó que el 7 de abril de este año, el Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) remitió una nota al director y propietario del diario Abc Color, Aldo Zuccolillo, solicitando resguardar la integridad física de los periodistas en zonas de cobertura riesgosa, como el departamento de Canindeyú, donde se desempeñaba el periodista asesinado Pablo Medina.
El SPP le expresó la “profunda preocupación” por la “salud, la vida misma de muchos compañeros, afiliados o no, que desarrollan sus actividades en el interior de la República”, en zonas de influencia del EPP, tanto en los departamentos de Concepción, Amambay y otras zonas riesgosas como Itapúa, San Pedro, Alto Paraná, Canindeyú, o en la misma zona central. Pidieron proteccción para los que estaban realizando coberturas de actividades Altamente Riesgosas, en la búsqueda de criminales “comunes o narcotraficantes”. El gremio solicitó “resguardar la integridad físico de los compañeros, tanto para el presente como para el futuro”.
En dicho sentido, solicitaron el cumplimiento de varios de los artículos del Contrato Colectivo de los periodistas, que hacen referencia a la seguridad, tales como el Artículo 38 que exige a las empresas periodísticas establecer pólizas de seguro que cubran el riesgo de muerte o incapacidad permanente, para periodistas en misión de trabajo. También los referentes a que deben proveer vestimentas especiales para los que están en zonas de coberturas de riesgo, así como capacitaciones en materia de seguridad.
“No existe ninguna duda de la responsabilidad empresarial en esta cuestión, debiendo ser prioritario abordar este planteamiento, en el menor tiempo posible, a los efectos de darle una salida contractual y legal”, señala en otra parte la nota.
Pasaron más de 6 meses, y propietario del medio, Aldo Zuccolillo no tomó las medidas solicitadas.
A las 14:20 horas del pasado 16 de octubre, el corresponsal de ABC Pablo Medina fue asesinado junto a su asistente Antonia Almada. Por su trabajo periodístico, Medina vivía bajo amenazas, razón por la cual estuvo por un tiempo con custodia policial, pero estaba desprotegido desde hacía más de un año, sin que ello reciba la más mínima atención por parte de su empleador Aldo Zucolillo..
Faltando el respeto a su memoria, ABC color publicó insensible las fotos del compañero acribillado y ensangrentado, utilizó el crimen para reforzar su propio libreto sobre la misma narcopolítica que contribuyó a instalar y evidenció desconocer en absoluto los padecimientos de su propio cronista.
Dijo Karl Popper que para ser auténticos creadores de nuestro destino, debemos renunciar a ser su profeta. Los iluminados dueños de la verdad, que se consideran predestinados para decidir la historia del Paraguay, hace tiempo debieran haber tomado nota.
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