Dijo un pensador que la hipocresía es un homenaje que el vicio rinde a la virtud, y es precisamente lo que sucede cuando autoridades exigen a los ciudadanos que cumplan con las mismas leyes que ellos pisotean con la impunidad que les confiere el poder.
En Paraguay, un paradigma de ello lo constituye en clan Samaniego, enredados en los más diversos chanchullos desde tiempos de la dictadura anticomunista de Alfredo Stroessner.
En fechas más recientes, el intendente Arnaldo Samaniego volvió a mostrar la hilacha de ultraderechista vinculado a la Secta Moon, cuando responsabilizó al canal bolivariano Telesur y a “infiltrados bolivarianos” de los graves disturbios que siguieron a una manifestación de repudio hacia su persona, donde la ciudadanía simplemente puso de manifiesto su impopularidad.
Poco después se supo que había ordenado asfaltar el camino al hipódromo de los honorables equinos de su cuñado, una costumbre que se hizo norma en el barrio que habitaba la familia Samaniego, ya en tiempos del dictador Stroessner.
Ahora vuelve a las andanzas intentando eludir vía acción de inconstitucionalidad, un control de los turbios manejos de su administración por parte de la Contraloría General de la República. El Tribunal de Cuentas, Segunda Sala, comunicó a la Contraloría General de la Repùblica que se declaró competente para juzgar la cuenta de la Municipalidad asuncena que encabeza Samaniego. El presidente de este Tribunal, Ramón Ojeda, como consecuencia de la acción de inconstitucionalidad 266 del 14 de abril de este año, comunicó su competencia al contralor Rubén Velázquez.
En realidad, denuncia el diputado Oscar Tuma, Arnaldo Samaniego al mas puro estilo de su familia, pretende blanquear su administración con complicidad del Tribunal de Cuentas.
Tuma recordó al Presidente de la República su discurso sobre la transparencia, que en homenaje al a coherencia no le permite rodearse de aquellos que justamente son los menos transparentes. Es el caso de Arnaldo Samaniego, que pretende tapar todos sus trapos sucios vía Tribunal de Cuentas. Tuma hizo notar que desde el año 2011 Samaniego no rinde cuentas de su gestión, y ahora pretende hacerlo de una sola vez.
El diputado señala que así como Cartes exigió transparencia al Poder Legislativo y a otras instituciones, también debe exigir esa cualidad a su candidato a Intendente Arnaldo Samaniego, y pedirle que autorice a la Contraloría auditar su gestión como corresponde, y no a un Tribunal de Cuentas que no tiene la menor posibilidad ni capacidad para realizar una investigación como se merecen los pobladores de Asunción.
La sospecha generalizada es que Samaniego pretende esconder las irregularidades cometidas en el Municipio, algo que el Presidente de la República no puede ni debe permitir. “Ya mucho daño causaron al país los Samaniegos, desde época de Lilian en el IPS, Arnaldo en Aduanas como para que se le permita al clan familiar seguir metiendo la mano en la lata” escribió el diputado Tuma en sus redes sociales.
Por esa vía pide al Presidente debe dar un ejemplo y exigir a “su candidato” que autorice el ingreso de la Contraloría para auditar su gestión, para no ser cómplice del blanqueo millonario que ocurrirá en la Municipalidad de Asunción.
Muchos consideran llegada la hora en que esta familia debe pagar por sus fechorías. “Así como se exige a los más humildes también los intocables deben de estar sometidos al control de la cosa pública” dice Tuma.
Desde las redes sociales, desafía a Samaniego a que deje entrar en la Municipalidad a la Contraloría. También reta a su hermana la Presidenta de la ANR, Lilian Samaniego, que se anime a exigir a su hermano que deje entrar la Contraloría al Municipio de Asunción, porque de lo contrario se convierte en cómplice.
Se hace eco del sentir de la ciudadanía, que está cansada de que unos hipócritas que deberían estar en la cárcel se dan el lujo de exigir formalidades a otras personas, sin tener autoridad moral para nada.
Finalmente Tuma se dirige al Presidente Horacio Cartes, instandole a tomar decisiones que ayuden a que la esperanza renazca de nuevo en el país, dado que ese había sido su compromiso. “Si no exige a sus allegados transparencia no tendrá autoridad para exigir a otros” afirma el diputado en una enérgica carta abierta.
Advirtió el estadista inglés Benjamin Disraeli que cuando los hombres son puros, las leyes son inútiles; cuando son corruptos, las leyes se rompen. Si alguien intenta eludir a quienes se preparan para juzgarlo con procedimientos torcidos, no se puede evitar cuando menos la sospecha. Y como agregó el pensador: hay velas que lo alumbran todo, menos su propio candelabro.
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