Juan Pedro Molina Lozano
Como si se tratase de una pesadilla hemos presenciado cómo el ciclo de contagiados, de curados y de defunciones, subía y bajaba como una montaña rusa. De los estudios de seroprevalencia se desprende que tan sólo el 5.2% de la población española ha generado anticuerpos frente al coronavirus. No estamos protegidos y puede volver a haber una nueva escalada de contagios. Difícil será asimilar y de entender el drama de la muerte de familiares y, a la par, el drama de la muerte de los negocios, de la pérdida de empleos y la caída de ingresos de las familias. Desgraciadamente, la salud y la economía han explotado como nunca su relación positiva; desastre en la salud, desastre en lo económico.
En lo económico la catástrofe ha ido a la par, con un descalabro de datos que aún se están gestando. Se prevé que el desempleo subirá en 2020 al 19%, el PIB caerá un -9.2%, déficit público subirá al 10.3%s/PIB, y deuda pública al 115.5% s/PIB según previsiones del Ministerio de Economía. Vienen tiempos difíciles y, siempre que se acercan o entramos en ellos, nos acordamos de la importancia de la formación. Y como si del estudio de seroprevalencia se tratase, podemos preguntarnos si ¿estamos preparados para ello?
Hace unos meses, en clase de economía de 4º de ESO se trabajaba la dura crisis de 2007 a 2013, en la que se alcanzaron tasas de crecimiento del PIB de un -3.8% en 2.009 y niveles de desempleo EPA de un 26%. En esa crisis financiera las instituciones reconocían el analfabetismo económico, como diría el economista Emilio Ontiveros, que no ayudó lo más mínimo a superar la crisis de esos años. Los gobiernos se preocuparon porque llegara a las aulas una adecuada Educación financiera y una formación en Emprendimiento Económico y Social, de modo que los jóvenes que terminasen la Secundaria tuvieran unos buenos conocimientos de Economía, para afrontar así una nueva crisis. Hasta la OCDE incluyó en sus informes de Evaluación Educativa, no sólo el conocimiento en Lengua y Matemáticas, sino el de Educación Financiera, en el año 2012. No era para menos, cuando los índices de desempleo a mediados de 2012 llegaron al 60% en los menores de 25 años.
¿Estamos preparados para esta nueva crisis? Se ha mejorado la formación económica de nuestros jóvenes, igual que hemos tomado conciencia de la importancia de la higiene, de los hábitos de vida o de la sanidad en general. Yo diría que estamos más preparados y que también hay conciencia de que Educación y Sanidad van de la mano. La concienciación de la sociedad por tener unos hábitos higiénicos sanitarios frenará una nueva escalada de contagios y, por tanto, un nuevo hundimiento económico. La formación económica de la sociedad también hará que estemos más preparados para afrontarlo. Sanidad y Economía desgraciadamente van unidos en esta crisis y tan sólo falta la concienciación del gobierno actual para que, efectivamente, no se abandone esa formación económica que actualmente existe en las aulas.
|