La actualidad las ve juntas. La primera forma parte de nuestra angustiosa cotidianidad, no así la segunda. No aporta novedades, excepto la potencial deducción que la mal adquirida fortuna del “Emerito” sería de gran utilidad para unas arcas vacías.
No parece oportuno mezclar los temas, en estos momentos en que no nos salen las cuentas para protegernos de un virus que impacta en nuestras vidas y en la economía.
Si se hace es porque se quiere hacer. Es lo que yo identifico como “El discurso de la arrogancia”:
https://rebelion.org/resena-de-cowboy-from-brooklyn-de-carlos-ortiz-de-zarate/
Si nos fijamos bien, nos están diciendo que aumentan alarmantemente los rebrotes porque hay un gran descontrol y falta de recursos, que no hay tal unión en la UE, puesto que hay varios Estados miembros que pese al acuerdo de abrir fronteras, dificultan los viajes de sus ciudadanos a España, que la Justicia apenas funciona, que estamos invadidos por la corrupción. En resumen, que hay dinero, pero que los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres…
Sí, es un discurso muy arrogante que nos asusta y paraliza.
Lo hace un “yo o el caos” cada vez más caótico. Lo hace una actualidad en que estos dos temas acaparan portadas.
Lo hacemos nosotros y nosotras cada vez que ignoramos que los focos de trasmisión son los hospitales, las residencias geriátricas, la sobre explotación de una mano de obra que forma parte de la producción de nuestros alimentos, los recortes que nos están llevando a ese abismo con el que se nos amenaza.
Miremos eso, busquemos soluciones. Para empezar, los monárquicos deberían exigir la inmediata restitución de lo que se ha sustraído ilegalmente.
Es un primer paso que sería de gran utilidad.
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