Los efectos de la crisis económica que vivimos en esta última década, y la entrada inesperada en una crisis tan profunda como la que estamos viviendo, hacen poner en valor la importancia de la formación para superar estos períodos de recesión. Saber de números y saber hablar y viceversa, son de las cosas imprescindibles que cualquier ciudadano debe aprender sin excusas; pero no menos importante es que nuestros hijos adquieran las habilidades necesarias para incorporarse al mundo social y laboral. Me preocupa que sean buenos ciudadanos, agentes económicos con sentido crítico, que sean solidarios con los que menos tienen, y sobre todo que tengan una mínima formación que les permita ganarse la vida dignamente. Se trata de que aprendan a valerse por sí mismos, aprender a emprender su vuelo hacia el mundo laboral.
Es por ello, necesario ahora más que nunca, más Educación en Economía y Emprendimiento social y económico. Estamos a la cabeza de Europa en desempleo juvenil, con un 41,7% según Eurostat de julio, algo vergonzoso si nos comparamos con Alemania con un 5,7%, o de la media europea con un 17%. Los jóvenes son el futuro de nuestro país y hay que darle los recursos necesarios desde las aulas en Secundaria. Es necesario que existan materias de contenido económico y en emprendimiento de forma obligatoria en la Educación Secundaria Obligatoria dentro de la futura ley de Educación.
El hecho de que el Gobierno actual elimine en el Proyecto de Ley Educativa la presencia de materias como la Iniciativa Emprendedora o la Economía de la Educación Secundaria Obligatoria, supone más que cortarles las alas a nuestros jóvenes, frustrar su despegue. En momentos de crisis, el emprendimiento social y económico adquiere un enorme valor, que este Gobierno no es capaz de ver.
Desde las aulas, actualmente estamos contribuyendo al desarrollo de competencias que fomentan la iniciativa y el espíritu emprendedor, y en un momento tan necesario para la sociedad hay que reforzar el valor del conocimiento económico y emprendedor en nuestros jóvenes. El desarrollo de proyectos sociales que ayudan a reducir las desigualdad, los proyectos de voluntariado social, el valor de la cooperación, o la implicación en proyectos económicos de en el ámbito de la empresa, ayudarán sin duda a que nuestro país pueda remontar la situación económica que vivimos.
Como todo, también la Economía se puede aprender a golpe de fracasos, fracasos que se pueden evitar si se enseña desde dentro del aula. Hay que facilitar que nuestros hijos emprendan su vuelo, y no cortar las alas en su rumbo hacia un mundo social y económico muy complejo.
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