Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Religión | Cristo | Teología
Esta semana he recibido una de esas noticias que te dan un respiro en medio de una situación tan difícil como la que vivimos

El cristo de la clemencia

|

Durante varios años he contemplado con interés y cierta prevención el vía-crucis que se celebraba en la catedral todos los Viernes Santos después de los Oficios. Preparaba la retransmisión de las entradas en la misma de las cofradías de dicho día, mientras observaba un desfile del Cristo Mutilado a hombros de sus hermanos rodeado de uniformes, plumeros, corazas, mantillas y trajes negros, silencio y taconazos sobre el mármol.

Aunque no lo pretendieran, significaba un recuerdo a una situación terrible y sus consecuencias posteriores. La imagen mutilada seguía recordándonos a una noche de barbarie que estaba más que olvidada por su principal protagonista: Jesús de Nazaret. Él les había perdonado desde el principio y lo que quería era que todos nos reconciliáramos y no volviéramos a las andadas; a una lucha fraticida.

Un gran imaginero, Miñarro, ha restaurado la bella imagen. Le ha vuelto a colocar las extremidades perdidas y le ha quitado ese color oscuro que tapaba el amor que se desprende de su deseo de que todos seamos felices.

Su nombre también ha cambiado. Ya no es un Cristo Mutilado. Es el Cristo de la Clemencia.

Dice el diccionario que Clemencia significa: “Benevolencia o compasión con que una persona juzga o castiga a otra”. ¡Qué acertado es el nombre! A ver si de una vez por todas, los de un lado y los de otro, dejan de buscarse las cosquillas y ponen en marcha la Clemencia.

Estoy deseando poder acercarme a la Catedral y arrodillarme ante ese punto de encuentro entre todos que significa desde hoy esa imagen. Ojalá mueva nuestros corazones de piedra que alguien se preocupa de volver a llenar de rencor. Bienvenida esta llamada a la concordia.

El cristo de la clemencia

Esta semana he recibido una de esas noticias que te dan un respiro en medio de una situación tan difícil como la que vivimos
Manuel Montes Cleries
jueves, 8 de octubre de 2020, 09:57 h (CET)

Durante varios años he contemplado con interés y cierta prevención el vía-crucis que se celebraba en la catedral todos los Viernes Santos después de los Oficios. Preparaba la retransmisión de las entradas en la misma de las cofradías de dicho día, mientras observaba un desfile del Cristo Mutilado a hombros de sus hermanos rodeado de uniformes, plumeros, corazas, mantillas y trajes negros, silencio y taconazos sobre el mármol.

Aunque no lo pretendieran, significaba un recuerdo a una situación terrible y sus consecuencias posteriores. La imagen mutilada seguía recordándonos a una noche de barbarie que estaba más que olvidada por su principal protagonista: Jesús de Nazaret. Él les había perdonado desde el principio y lo que quería era que todos nos reconciliáramos y no volviéramos a las andadas; a una lucha fraticida.

Un gran imaginero, Miñarro, ha restaurado la bella imagen. Le ha vuelto a colocar las extremidades perdidas y le ha quitado ese color oscuro que tapaba el amor que se desprende de su deseo de que todos seamos felices.

Su nombre también ha cambiado. Ya no es un Cristo Mutilado. Es el Cristo de la Clemencia.

Dice el diccionario que Clemencia significa: “Benevolencia o compasión con que una persona juzga o castiga a otra”. ¡Qué acertado es el nombre! A ver si de una vez por todas, los de un lado y los de otro, dejan de buscarse las cosquillas y ponen en marcha la Clemencia.

Estoy deseando poder acercarme a la Catedral y arrodillarme ante ese punto de encuentro entre todos que significa desde hoy esa imagen. Ojalá mueva nuestros corazones de piedra que alguien se preocupa de volver a llenar de rencor. Bienvenida esta llamada a la concordia.

Noticias relacionadas

Realmente, la función de la filosofía se desarrolla, como un saber crítico de segundo grado, que analiza los contenidos de las diversas ciencias. Es un saber que se interesa por toda la realidad y el presente. Ya en vida de su creador Gustavo Bueno, su materialismo demostró una potencia explicativa extraordinaria, superior a la de otras corrientes o sistemas filosóficos.

Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.

Hace unos días recibí de la editorial Anagrama el libro de Roberto Saviano titulado Los valientes están solos. Libro apasionante que he comenzado a devorar por la forma directa de contar una historia de coraje e integridad que terminó con los restos del juez Falcone volando por los aires a consecuencia del atentado perpetrado por la Cosa Nostra, al mando de ese tipo con cara de paleto bobo, Salvatore Totò Riina.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto