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Agotada,
por tus gritos,
por tu falta de cariño.
Agotada,
por tus injustos insultos,
por la falta de tus besos.
Agotada,
por mi falta de autoestima,
siempre aplastada por tus firmes pisadas.
¡Basta! ¡Basta! ¡Basta!
Tierra mía: ¡Me llaman nativo de África! A ellos los parece una situación patética, mientras que por acá la vida es pacífica. ¡Todo se piensa más allá de la física!
Trompifai: Entre ceja y ceja yo entusiasmado por una damita a la que conturba mi grandilocuencia. Protagonistas: ¡A mí! Antagonistas: ¡Conmigo!
El mundo de los escritores goza de las virtudes y defectos de los humanos. Más o menos neuróticos, normalitos, empáticos o soberbios, un artista, un escribidor, un narrador, un poeta, un novelista no están eximidos de las carnaduras propias de la vida.
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