Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Democracia | Partidos | Ciudadanía | Voto
No estoy satisfecho con nuestra democracia que me parece engañosa

Democracia en serio o dictadura de cualquier partido

|

El Diccionario de la RAE define el término Democracia, en su segunda acepción, cuando se da el predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado. Pero que así lo defina la Real Academia de la Lengua no significa que ello ocurra de tal manera.


Aunque la democracia tenga unos nobles antecedentes en la Grecia de Pericles y se haya idealizado como algo perfecto en el gobierno de los pueblos, no pasa de ser una simple herramienta política que facilita el paso a la tiranía.


El pueblo, como sujeto de la democracia, solamente legitima el gobierno del partido que acumule la mitad más uno de los votos de los ciudadanos. Sobre esta base no legislará en beneficio de todos los ciudadanos sino del grupo que ha conseguido alzarse con la victoria electoral.


Los que formen parte del grupo gobernante quedarán marginados mientras se preparan para el próximo asalto. Pero el partido o suma de partidos que acaparan el poder de legislar lo hará seguramente en su propio beneficio y al disponer del presupuesto conseguirá la colaboración de todos los que resulten bien pagados.


Si no es la totalidad de los ciudadanos los que lleguen al acuerdo de colaborar lealmente con el sistema, se dará paso a una lucha constante entre partidos que se convertirá en una mala democracia o una peor tiranía.


Los que consiguen el poder buscarán por todos los medios, desde los planes escolares a la descarada propaganda, aumentar sus votos en las siguientes elecciones. Si además los partidos gobernantes favorecen al gran capital con sus medidas, los partidos de la oposición lo tendrán cada vez más difícil, lo mismo si consiguen el apoyo de otros países y se presentan a los ciudadanos como “progresistas”, es decir, legislando a favor de todas las aberraciones, ya sea el aborto y la eutanasia o el cambio de sexo y en contra de los defensores de valores morales y religiosos.


Cuando después del periodo autárquico se implantó una Constitución que se decía democrática todos la recibimos satisfechos, pero lentamente nos hemos ido dando cuenta de que basta al gobierno la compra de los votos que necesite para ir desencuadernándola y dejando los derechos y deberes de los ciudadanos al albur de otras disposiciones gubernamentales que cercenan derechos y hasta trocean España con impunidad y alevosía.


¿Hay, como dice el diccionario, un predominio del pueblo en el Estado? ¿Somos un país democrático y colaborativo?


Una verdadera democracia necesita: Participación de los ciudadanos, control social, libertad económica, igualdad, independencia de poderes, partidos políticos colaborativos, elecciones y libertad de expresión asegurada.


A no mucho tardar, tendremos elecciones municipales de las comunidades autónomas, del congreso y del senado. ¿Cuál será nuestra postura? ¿Colaborar? ¿Abstenernos? En ningún caso regalar nuestro voto.

Democracia en serio o dictadura de cualquier partido

No estoy satisfecho con nuestra democracia que me parece engañosa
Francisco Rodríguez
martes, 6 de septiembre de 2022, 09:10 h (CET)

El Diccionario de la RAE define el término Democracia, en su segunda acepción, cuando se da el predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado. Pero que así lo defina la Real Academia de la Lengua no significa que ello ocurra de tal manera.


Aunque la democracia tenga unos nobles antecedentes en la Grecia de Pericles y se haya idealizado como algo perfecto en el gobierno de los pueblos, no pasa de ser una simple herramienta política que facilita el paso a la tiranía.


El pueblo, como sujeto de la democracia, solamente legitima el gobierno del partido que acumule la mitad más uno de los votos de los ciudadanos. Sobre esta base no legislará en beneficio de todos los ciudadanos sino del grupo que ha conseguido alzarse con la victoria electoral.


Los que formen parte del grupo gobernante quedarán marginados mientras se preparan para el próximo asalto. Pero el partido o suma de partidos que acaparan el poder de legislar lo hará seguramente en su propio beneficio y al disponer del presupuesto conseguirá la colaboración de todos los que resulten bien pagados.


Si no es la totalidad de los ciudadanos los que lleguen al acuerdo de colaborar lealmente con el sistema, se dará paso a una lucha constante entre partidos que se convertirá en una mala democracia o una peor tiranía.


Los que consiguen el poder buscarán por todos los medios, desde los planes escolares a la descarada propaganda, aumentar sus votos en las siguientes elecciones. Si además los partidos gobernantes favorecen al gran capital con sus medidas, los partidos de la oposición lo tendrán cada vez más difícil, lo mismo si consiguen el apoyo de otros países y se presentan a los ciudadanos como “progresistas”, es decir, legislando a favor de todas las aberraciones, ya sea el aborto y la eutanasia o el cambio de sexo y en contra de los defensores de valores morales y religiosos.


Cuando después del periodo autárquico se implantó una Constitución que se decía democrática todos la recibimos satisfechos, pero lentamente nos hemos ido dando cuenta de que basta al gobierno la compra de los votos que necesite para ir desencuadernándola y dejando los derechos y deberes de los ciudadanos al albur de otras disposiciones gubernamentales que cercenan derechos y hasta trocean España con impunidad y alevosía.


¿Hay, como dice el diccionario, un predominio del pueblo en el Estado? ¿Somos un país democrático y colaborativo?


Una verdadera democracia necesita: Participación de los ciudadanos, control social, libertad económica, igualdad, independencia de poderes, partidos políticos colaborativos, elecciones y libertad de expresión asegurada.


A no mucho tardar, tendremos elecciones municipales de las comunidades autónomas, del congreso y del senado. ¿Cuál será nuestra postura? ¿Colaborar? ¿Abstenernos? En ningún caso regalar nuestro voto.

Noticias relacionadas

Después de varios intentos sucesivos, el Congreso de Colombia aprobó este martes una ley que prohíbe las corridas de toros en el país. Nada menos que con 93 votos a favor y 2 en contra, la Cámara de Representantes le dio el sí definitivo al proyecto, que prohíbe también otros tipos de entretenimiento anacrónico con animales, como el rejoneo (toreo que se hace montado a caballo), las novilladas y las becerradas.

Necesitamos vencer a la desconfianza con una lluvia de buenos deseos, que son los que nos hacen florecer por dentro y por fuera. También los caminos existenciales deben desarrollarse, poniéndonos en movimiento para injertarnos savia. Nuestro tránsito es para transformarnos, para que se abran en nuestra vida los caminos del verso, como aliento y continuidad.

Hace unos días que fuimos convocados por la poeta y escritora Charo Bernal. Ella indaga y ofrece actos literarios nada convencionales, los impregna de una naturalidad y elegancia óptima a la vez que le gusta indagar también en algunos autores, tanto nuevos como consolidados. En su penúltimo acto poético dedicado a los poetas manchegos se rodeó de un rapsoda de excepción, Javier Naharro, poseedor de una voz excepcional.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto