Bueno, alguien en Ediciones B, ha tenido la brillante ocurrencia de comenzar a reeditar, en su colección Zeta Bolsillo, las novelas de Juan Madrid correspondientes al ciclo de Toni Romano. Enhorabuena, felicidades, miles de parabienes. Ya sé que algunas reseñas anteriores las he comenzado de este modo y ojalá vengan muchas otras que me den pie a ello. Porque cuando se recuperan clásicos del género negro y más aún pertenecientes a escritores del pentágono peninsular, siempre son bienvenidos y motivo de satisfacción. Merced a esta ocurrencia, el que suscribe podrá leer todas las novelas escritas por Juan Madrid y protagonizadas por este triple ex: excobrador de morosos, exboxeador y exmadero, metido ahora a una especie de detective o recadero. Gracias, por tanto, al ocurrente pensador de Ediciones B, mil gracias.
Siempre había oído contar que Madrid, quien a pesar de su apellido nació en Málaga, constituía, junto a Vázquez Montalbán, González Ledesma, Andreu Martín y García Pavón, el repóquer de ases de la novela negra española. Lo cierto es que los títulos que, hasta ahora, había leído del escritor malagueño a pesar de su apellido (‘Días contados’ y ‘Pájaro en mano’) no habían terminado de satisfacerme. Incluso creo que prefería la libérrima versión cinematográfica del primero de ellos a la novela, algo muy extraño en el que les habla, proclive como soy a montarme mi propia película gracias a la narración que me suministra el escritor de turno. Pero llegó mi hora. ‘Un beso de amigo’, la primera novela de esta reedición de bolsillo, primera también de la serie protagonizada por Toni Romano, ha constituido toda una alegría para mí y la constatación de que Juan Madrid es mucho más Juan Madrid de lo que yo imaginaba. Errare humanum est.
‘Un beso de amigo’ cumple todos los requisitos de lo que uno concibe como novela negra: tensión, asesinatos, acción, nudo, desenlace, bajos fondos, cartas comprometedoras, desapariciones ... Toni Romano rompe con la teoría que afirma, con todo fundamento, que los protagonistas de novela negra europeos no son detectives sino policías. Romano, el triple ex que les contaba antes, emprende ahora una nueva carrera, repleta de encargos comprometidos. Comienza ‘Un beso de amigo’ con la búsqueda de una jovencita, aparentemente bastante promiscua para su edad, y acaba con la búsqueda de Otto, un alemán al que se acusa del hurto de unas cuantas cartas comprometedoras para un tipo metido a negocios nada claros, dicho abiertamente: turbios. Todo son búsquedas. La primera le sirve a Madrid para presentarnos a su "detective", que en la vida real se llama Antonio Carpintero, para ver cómo se mueve y, sobre todo, cómo habla. La segunda es la que le otorga cuerpo, fuerza y razón de ser a esta historia.
El argumento está bien armado, interesante, y reclama la atención constante del lector. Que ¿cómo consigue esto el escritor malagueño a pesar de su apellido? Pues lo cierto es que no sé cómo, pero lo logra. Quizá el intríngulis estribe en que en cada capítulo suceden cosas nuevas que van conformando el cuerpo del relato y van tirando de la corbata del lector para que devore, una tras otra, todas las páginas hasta llegar a la última. Si bien otros autores negros españoles no se centran tanto en la acción, en ‘Un beso de amigo’ este recurso es fundamental. Cada nuevo puñetazo, cada patada testicular, cada sobresalto, juegan un papel importante. El escritor, malagueño a pesar de su apellido, no las puso ahí por casualidad sino con plena intención. Oficio se llama eso.
Toni Romano, en este su debut diferido durante veintiocho años y a través de lo leído, se me revela como un tipo razonable hasta cierto punto, seguro de sí mismo, pero que no le gusta - y disculpen, mis improbables, la expresión vulgar y soez – que le "toquen los cojones" sin fundamento. A Romano el que se la hace se la paga, sea hombre o mujer. Y bastante caro por cierto. El triple ex también tiene su corazoncito, maltratado por la vida, pero corazoncito al fin, y se muestra amigo de sus amigos, amistades antiguas, de barrio, de siempre, sobre las que sobrevuelan un halo de melancolía y emociones recobradas.
Indispensables son también los diálogos de ‘Un beso de amigo’. Diálogos bien trazados, desafiantes, chulescos. Poderosos. Cada respuesta atropella la pregunta que la propició. Cada pregunta incrementa su intensidad. Cada nueva respuesta acentúa una atmósfera de tormenta, de bronca, de posible asesinato, de golpe traicionero. Es casi un combate de boxeo verbal, un asalto cuerpo a cuerpo: das y te dan. En este sentido, Antonio Carpintero es muy Philip Marlowe y Juan Madrid muy Chandler. Inevitable pensar en algunos gestos del detective estadounidense, especialmente cuando Robert Mitchum, en alguna de sus inolvidables encarnaciones del personaje en el celuloide blanco y negro, cigarrillo en mano, analiza con mirada fría, torva, incrédula y desconfiada a sus interlocutores.
En resumen, ‘Un beso de amigo’ es un excelente aperitivo – en el año 1980 estuvo a punto de ganar el premio Círculo del Crimen, convocado por Sedmay Ediciones – para proseguir con toda la serie de novelas de género, protagonizadas por este Toni Romano (‘Las apariencias no engañan’, ‘Un regalo de la casa’, ‘Mujeres y mujeres’, ‘Cuentas pendientes’, ‘Grupo de noche’ y ‘Adiós, princesa’). De momento se han reeditado las tres primeras, esperemos que pronto le sigan las tres siguientes, porque la séptima, ‘Adiós, princesa’, acaba de pisar la calle hace apenas unas semanas.
¡Ah!, y el señor ocurrente de Ediciones B ha tenido en cuenta todos los detalles, porque la ha editado en formato de bolsillo, de ahí el título de la colección que les mencionaba al principio, y a un precio digamos que asequible. La novela negra siempre hay que llevarla encima, en el bolsillo interior de la chaqueta o en el trasero de los tejanos, especialmente por si la cosa aprieta y uno se está leyendo encima. No importa que se arrugue o se curve. Al contrario, todavía sabe mejor. En fin, que todos los amantes del género estamos de suerte. ¡Como nos vamos a poner!
Morados, sin duda.
Herme Cerezo
‘Un beso de amigo’ de Juan Madrid
Ediciones B, colección Z bolsillo, octubre 2008.
187 páginas; precio: 10 euros.
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