Mentir y engañar es, ciertamente, un oficio muy bien conocido por el think tank de exponentes de ONG que lanzó al estrellato a personajes como Karina Rodríguez, conocida desde la izquierda como figura sufragada por agencias internacionales como la USAID.
Al respecto, Karina no necesita que se pruebe nada en su contra, ya que su mismo grupo sin inhibiciones justificó su simbiosis con USAID, NED, y otros organismos relacionados con la penetración imperialista en una entrevista realizada por Martha Harnecker y Federico Fuentes, editada en 2008, por el Centro Internacional Miranda, en Venezuela:
Para justificar que recibían dinero de los mismos organismos que financiaban la desestabilización en Venezuela, decían: “Tienen que entender que una ONG sin donantes en Paraguay no puede trabajar; la posibilidad de contar con voluntarios está muy limitada. En Paraguay, un chico, cuando acaba de cumplir 18 años, tiene que ir a trabajar, sus padres dicen: "Vete a trabajar, necesitamos que ayudes a mantener la familia". Por eso es difícil encontrar voluntarios, difícilmente existen voluntarios cuando todos necesitan ganar algo para ayudar a la familia. Por esto necesitamos fondos para trabajar y hacer proyectos. Y si estos proyectos son fondos de Estados Unidos ¿cuál es el problema? Nosotros siempre presentamos proyectos que apuntan a los objetivos que estamos desarrollando, de dónde venga el dinero que los financian no nos interesa”.
Obviamente, a este grupo que la prensa comercial presenta como "chavista e izquierdista" no le interesaban, por ejemplo, el origen de los 45,226.96 dólares que en nombre del Plan Umbral recibió su " guevarista " Casa de la Juventud (ONG recaudadora del PMas) de mano de organismos imperialistas bajo control entonces del gobierno de George W. Bush. El dinero, supuestamente, era para enseñar a estudiantes secundarios algo fundamental: “identificar la corrupción” en Paraguay. Se suma ese dinero a los 127.000 con que anteriormente les benefició la IAF, fundación vinculada a la ultraderecha de Washington. Se añaden en el mismo contexto las fuertes sumas que recibe Gestión Local, ONG cuyos responsables fueron a la vez financistas de Tekojoja, (Fuente: Informes anuales de USAID-Departamento de Estado Norteamericano, accesibles vía INTERNET)
No hace falta realizar un análisis muy exhaustivo para notar que el verdadero poder en Paraguay reside en la embajada norteamericana. Dominando los principales movimientos políticos, su financiación, la prensa y los sindicatos, difícilmente pueda discutirse su papel en la promoción de la “nueva izquierda”.
Si atacando a Karina Rodriguez lo que el monopolio de medios paraguayo pretende es golpear a la izquierda, el disparo pasa por elevación sin dar en el blanco.
Otros enigmas sobre la caterva de seudo izquierdistas surgidos de la mano de Fernando Lugo aún carecen de respuesta, y sería bueno dilucidarlos antes de dar como sentado que someter al escarnio público a Karina causará heridas de consideración en la izquierda.
Primer punto a esclarecer: ¿Cómo un grupo de militantes que se presenta como de izquierdas, pero es conocido en Paraguay puede ecibir financiación de la ultraderecha de Washington a través de una ONG utilizada como mampara, “La Casa de la Juventud”?
Segundo punto: La misma prensa que impulsó y actuó de vocero del obispo Fernando Lugo durante la campaña para las elecciones presidenciales del 20 de abril, ha iniciado una campaña insultante contra los gobiernos de izquierda de la región, sobre todo contra Hugo Chávez a quien no duda el tildar de Dictador. Se trata de ABC color, un diario que otrora aplaudió a Pinochet, Videla y Stroessner, y que se vincula a la SIP y se relaciona con la National Endowment for Democracy: ¿Cómo es eso posible?
Tercer punto: No se esclareció jamás porqué, bajo un gobierno arropado por la izquierda latinoamericana, se prohibió el ingreso al Paraguay del líder sandinista Daniel Ortega, figura emblemática de esa corriente.
Finalmente, sería interesante que alguien explique cómo los más reputados partidos marxistas del Paraguay realizaron denuncias contra Lugo en las que lo acusaban de servir los intereses de la oligarquía y el imperialismo.
Si en la nube de periodistas y activistas políticos que denosta contra ex directora de Área Social de la Municipalidad de Asunción, alguien puede hacer una explicación razonable sobre estas interrogantes, podría hacer una invalorable contribución que ayudaría a comprender el intrincado dilema de a quién repondía Karina Rodriguez.
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