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Knigge

El Barón von Knigge descendía de un noble linaje
José Manuel López García
miércoles, 10 de febrero de 2016, 00:29 h (CET)
El libro de Adolph Freiherr Knigge titulado De cómo tratar con las personas ha sido publicado en español en su primera edición en febrero de 2016 por Arpa Editores. Indudablemente, es una obra excelente por su profundidad y su calidad expositiva, argumentativa y descriptiva.

Knigge es un escritor alemán del siglo XVIII que estudió Derecho en Gotinga y, entre otras cosas, fue un decidido defensor de los derechos humanos en pleno periodo ilustrado. El Barón von Knigge descendía de un noble linaje. Nació en 1752 y falleció en Bremen en 1796. En 1777 llegó a ser chambelán en la Corte de Federico II. Su tratado acerca de las buenas costumbres y la cortesía sigue el esquema de obras anteriores.

El ensayo de Lessing La educación del género humano de 1780 es una de las obras más importantes, y es anterior al libro de Knigge.

En su libro Sobre egoísmo y gratitud, de 1796, Knigge establece que el sentido común debe dirigir la conducta humana y también insiste en la significación de las convenciones sociales en los comportamientos. Destaca también el valor de la utilidad lo que supone la negación del formalismo moral de Kant. Se puede decir que Knigge afirma un claro individualismo ético con inquietudes sociales.

Al comienzo de la obra que estoy comentando Knigge dice: «Cada persona vale tanto en este mundo como ella misma se hace valer. Esta es una regla de oro, un tema que podría llenar todo un volumen en folio: hablar sobre el espíritu de conducta y sobre los medios de lograr nuestros propósitos en el mundo; una máxima cuya verdad queda confirmada por la experiencia de todas las épocas». A lo largo de más de 300 páginas el filósofo y escritor alemán va mostrando, su gran conocimiento de la psicología humana, elaborando asombrosas descripciones y muy agudas observaciones acerca de la naturaleza, o de la forma de ser de los hombres.

Las reglas y principios del trato que él recomienda derivan de su sagacidad y experiencia. También reafirma el gran valor de la prudencia y de la sensatez en la interacción social. Su conocimiento de los distintos temperamentos y caracteres es amplio y profundo, lo que le sirve para expresar por escrito sus consideraciones para el logro de una existencia más armoniosa, satisfactoria y agradable. En sus páginas se nota que ha leído a los estoicos, epicúreos, Castiglione, y a otros numerosos filósofos y moralistas. Recomiendo la lectura de este tratado de Knigge, porque sus sabias reflexiones y análisis aportan muchas ideas valiosas, y son útiles también en pleno siglo XXI, ya que las disposiciones y caracteres no han cambiado, en lo esencial, porque el arte de vivir siempre se puede perfeccionar. Sus minuciosas consideraciones sobre el trato abarcan numerosos aspectos. Por ejemplo, en uno de los capítulos escribe sobre el trato con personas de diferentes temperamentos y disposiciones de ánimo. En otro, acerca del comportamiento en distintas ocasiones de la vida, etc.

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