No hemos olvidado que culpa de los problemas del cine español a las “descargas P2P”. La ignorancia vuelve a ser muy atrevida, propia de Angelita, la nueva ministra. Procede del ámbito comunista y lo airea como si fuera un mérito. Por si eso se queda corto, resulta que también viene del mundo del cine; es decir, del sindicato de la ‘ceja‘. Ambos precedentes la convierten en sospechosa para la ciudadanía.
Defendió a la SGAE e instigó contra la captura de información en la red y eso la convierte en fácil diana para blogueros y amantes de las redes sociales. Doy fe. Desde que se conoció su nombramiento se ha convertido en pelota de ida y vuelta para los internautas. No faltan quienes piensan que es una ministra independiente dentro del Gobierno de Rodríguez y, en este punto, la ignorancia vuelve a estar alejada de la realidad.
De momento ha sido rechazada y criticada por algunas redes sociales. Su presencia se va a convertir en fundados ataques al desinflado y mediocre Gobierno de Rodríguez. No han tardado en formarse campañas, sobre todo desde que se ha sabido que fue artífice principal del “cordón sanitario”, de los continuados insultos a los internautas que se oponían -- nos oponemos -- a las prebendas de la SGAE. Hay quien dice que es una ‘pija’ más en el Gobierno de Rodríguez; en la misma línea que Bibi y la ‘soldada’ Chacón. Y van…
Muchos agradecemos determinados nombramientos, porque con ellos nos facilitan el trabajo de análisis. Con ministros como ‘Pepiño’, Bibi, Chacón, Sebastián o Moratinos, por poner unos pocos ejemplos, va a ser imposible aburrirse en una buena temporada. La pena es que nos hayan privado del atractivo del despendole: Magdalena Álvarez, mi ‘Maleni’ del alma; aunque pensándolo bien,... ¡Gana la ciudadanía, gana España!
Tenemos nuestras dudas respecto a que Angelita González-Sinde pueda hacer buen papel en su actual cometido ministerial. Ha empezado con mal pie, desde el momento que se ha convertido en el ‘pato flotante’ del estanque y ya disparan sobre él. No parece que lo de trabajar sea una de sus virtudes, según sus propios compañeros. Su fama de dejada, endiosada y altiva le generará problemas a Rodríguez y, por añadidura, al Gobierno Rodríguez. El tiempo suele hablar por todos. Y ahora no va a ser menos.
Dicen las malas lenguas que no tiene programa. Tampoco tiene carisma, ni sensibilidad y está muy alejada del saber estar; tan solo es hábil en la confrontación política, aunque suele perder los argumentos con facilidad. Será una ministra simplona, pues parece que ese apodo le acompaña desde hace tiempo entre los cineastas. Otros la catalogan como “Sinde-cisiones”.
No llamó atención el hecho de que en su toma de posesión estuviera la instigadora e inspiradora del rechazo ciudadano, Pilar Bardem. De entrada, ya es un mal comienzo y, peor augurio. Lo que toca ‘la Bardem’,… ¡ya se sabe! Es el otro siniestro gafe de este país, junto con el presidente Rodríguez.
¿Cuál es lo más positivo de este nombramiento? Pues que los analistas políticos nos pondremos las botas. Tampoco podemos pasar por alto el nombramiento del bachiller, ‘Pepiño’ Blanco; pero no por su preparación o por su capacidad de trabajo, sino por lo que tiene de mediático circense (¡que lo es!) y lo que representa dentro del ególatra PSOE.
Fíjense qué contradicción en el caso del bachiller ‘Pepiño‘: para ser nombrado delegado de Gobierno en una comunidad autónoma se requiere título universitario superior, pero para ser nombrado ministro es suficiente con tener cursado y superado el bachillerato. ¡Manda huevos!
Sinceramente no esperábamos medidas como las adoptadas por el presidente Rodríguez. En fin, antes o después tenía que verse reflejada la LOGSE en la vida pública y, particularmente, en las decisiones socialistas. Esto nos hace recordar la gran deuda que José Mª Maravall y Pérez Rubalcaba tienen con España.
Un Gobierno de burgueses, como el actual, pero que es rechazado por las clases medias, no parece temer a los enemigos que le atacan, pero sí tiene dudas y temor a quienes le adulan. Ya se sabe lo que dice nuestro refranero: no entres donde no puedas pasar fácilmente la cabeza.
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