El ser humano es capaz de las mayores glorias y de los mayores disparates; somos tantos, tan complejos y tan adaptables a todas las situaciones que podemos ascender a los cielos y bajar a los más profundos infiernos en una sola vida. Las tonterías de Aznar, seguro como estaba de ganar aquellas elecciones a pesar de apoyar la invasión de Irak contra la voluntad de los españoles, nos trajeron los gobiernos de Zapa, el partido socialista más extremista y más ineficaz de Europa. El récord de nuevos parados, el doble que toda Europa, nos lo demuestra.
Que no le valieran los medios tradicionales en los que se apoyaba el PSOE (PRISA) y tuviera que sustituirlos por el multimillonario troskista Roures, demuestra que con Zapa todo extremismo es posible, hasta repudiar al Papa. Lo último es que pretendemos juzgar, y por supuesto condenar si fuera posible a George Bush. Quijotes sí, payasos no, por favor.
En el viaje al extremismo más imposible se sitúa ahora la Herri Batasuna kastellana. La Batasuna kastellana se llama Izquierda Castellana, es un partido minúsculo e insignificante al que no siempre votan sus propios militantes. Pasa, como habitualmente, que a cuatro gatos que maúllan se les oye más que a cien que callan, fuera de eso Izquierda Castellana nunca franquearía la puerta de los medios de comunicación, a duras penas atravesarían la puerta de su propia sede.
En las próximas elecciones europeas Izquierda Castellana se dispone a hacer el juego a Batasuna y a otras organizaciones que apoyan la “democrática” tarea de ETA. Puesto que ellos no pueden presentarse, la “eugenesis social” que practican así lo aconseja, estos supuestos defensores de la autodeterminación de Castilla van a hacerles el juego sucio. Porque IzCa siempre ha tenido maravillosas relaciones con los proetarras; Doris Benegas, la “lideresa” del partido, ha participado en mítines en el velódromo de Anoeta sentada junto a conocidos demócratas de Herri Batasuna y va de número dos de la lista tras el agotado y enfermo dramaturgo abertzale Alfonso Sastre, que dado su estado de salud deberá renunciar si es escogido.
¿Pero una coalición radical y extremista castellana va a obtener votos para llegar a Estrasburgo? En Castilla desde luego no, ni mucho menos, ya digo que no les votan ni sus propios familiares, aquí nos conocemos todos y en Castilla no hay suficiente gente que vote por “el derecho de todos los pueblos a decidir de forma soberana su futuro y no como un hecho aislado sino como un derecho permanente, es decir, el derecho a la autodeterminación. El derecho de cada pueblo a decidir su forma de gobierno y la normalización de su lengua y cultura nacionales”. En Castilla eso del soberanismo e independentismo y los derechos de los pueblos “oprimidos” por el Estado Español nos lo pasamos hace quinientos años por donde usted ya sabe, amable lector. Y no queremos retroceder cinco siglos, bastante atraso acumulamos ya.
¿Entonces cómo pueden burlar a los tribunales y llegar a Estrasburgo? Pues todo es posible si una vez comenzada la campaña electoral Herri Batasuna hace un llamamiento a los suyos, que lo hará, para que sumen sus votos a los aludidos cuatro gatos kastellanos. Los colaboradores de ETA ya tuvieron hace tiempo un parlamentario europeo; si así se puede burlar la ley la batasunera kastellana Doris Benegas llegará a Europa a defender el derecho de autodeterminación de Kastilla y a proporcionar nuevos ingresos a la agotada izquierda abertzale.
Castilla necesita voz propia en cualquier lugar donde se hable de política, estamos divididos en cinco autonomías de la señorita Pepis, inservibles e inútiles; somos el culo de una España que nos ignora porque está en manos de otros; somos pocos, viejos y dispersos y la próxima financiación autonómica nos va a perjudicar más. Castilla necesita defender sus propias soluciones para sus propios problemas. Los del independentismo, soberanismo y los pueblos “oprimidos por el Estado Español” no figuran entre ellos.
Desde luego lo que Castilla debería hacer es defender sus propios problemas, buscar sus propias soluciones y pensar en sí misma. Llevamos 500 años pensando en España, olvidándonos de nosotros mismos. ¿Vamos a pensar ahora en defender posturas ajenas a nosotros, ajenas porque ni nos afectan ni nos interesan? Seamos egoístas, pensemos en Castilla, ahora y siempre.
|