Ya era hora. Los del PP, que según “El País” (que ya no sabe qué hacer para movilizar el desmovilizado voto progre) ganarían, de celebrarse ahora, las elecciones generales, sí que van a poder presumir de haber llegado, por fin, al tan ansiado centro. Ese centro hacia el cual llevan décadas viajando algunos políticos como, por ejemplo, Alberto Ruiz-Gallardón. Alcalde del cual cuentan las malas lenguas que quiere huir como sea de una capital que comienza a darle la espalda. De ahí la “serpiente de primavera”, Rajoy dixit, de la pasada semana. Filtrada desde los aledaños de la Cibeles.
Pero les decía que el nuevo PP, después de invitar a liberales (no simpáticos) y conservadores a largarse, ha conseguido finalmente llegar al tan ansiado centro, que ya se sabe que es la nada y la renuncia a todo principio que no sea el de alcanzar el poder. Por eso Luis Herrero, secuestrado por los sicarios del gorila rojo por ir a defender la libertad de los venezolanos ha sido expulsado del Olimpo marianista. Y es que eso de plantar cara a los totalitarios no debe ser muy de centro.
En fin, gracias a dos insignes diputadas del Partido Popular, el Congreso de los Diputados podrá debatir “sin censura” una propuesta de reprobación del Papa Benedicto XVI, presentada por los modernísimos, democratísimos y “centristísimos” eco-comunistas catalanes del forrado progre, valga la redundancia, Joan Saura. Pretenden los comunistas que el Congreso repruebe las palabras de un Jefe de Estado extranjero. Ni con Bush se atrevieron a tanto. Reprobar a Chávez, Ahmadineyah o Castro, además de criminales colectivistas insignes payasos sólo equiparables a quienes a favor de esta propuesta, que convertirá al Congreso de los Diputados en un circo –si es que no lo es ya; de payasos y payasas anda lleno-, voten, ni se les pasa por la cabeza.
El caso es que Celia Villalobos (“la calditos”, esposa del gurú centrista Pedro Arriola y progre oficial del PP) y Ana Pastor decidieron apoyar, como miembros de la Mesa del Congreso la propuesta de reprobación presentada por los de ICV. Tal vez porque piensen que no hay nada más interesante de qué hablar o discutir, con la que está cayendo, en la sede de la soberanía nacional; a ellas eso del paro se ve que no les afecta mucho. Por si fuera poco la estupidez perpetrada por las osadas diputadas del Pepé –conste que dos diputados populares con sentido común votaron en contra- sale Ana Pastor a largar una excusa infumable: ella votó a favor de que el asunto se debata en Pleno porque así “lo marca el ordenamiento jurídico”. Lo que viene a ser lo mismo que acusar a sus compañeros que votaron en contra de haber cometido una ilegalidad. Pues bien: reprobar a José María Aznar en 2002 fue rechazado por el PP. Reprobar a Enrique Múgica en 2006 también. En 2007 se rechazó una proposición no de ley de ERC para someter a debate la transparencia de los dineros de la Casa Real. Hasta 8 proposiciones no de ley similares han sido rechazadas por la Mesa del Congreso desde que doña Ana forma parte de la misma. Reprobar al Papa no. Y pretende doña Ana Pastor que nos creamos sus excusas de mal pagador. Ella sabrá.
Y mientras el PP se cubre de gloria y enfada a una buena parte de su santo electorado, acostumbrado, por otra parte, a que sus dirigentes les den patadas en salva sea la parte cada vez que pueden, el Premio Nobel de la Paz Lech Walesa, luchador por la libertad y personaje fundamental en la reciente historia de Europa, manifiesta públicamente su apoyo al único outsider que concurre en estas elecciones y que exige la democratización de las instituciones europeas. Esas instituciones que, de la mano de una casta parasitaria como la que sufrimos en España, hace lustros han abandonado el espíritu del Tratado de Roma para convertir la UE en un chiringuito estatista de comedores y bebedores de todos los pelajes. Me refiero a la coalición electoral de izquierda moderada Libertas-Ciudadanos. El que fuera líder de Solidarnosc estará en España durante la campaña electoral para apoyar la candidatura que encabeza el socialdemócrata Miguel Durán (sí, porque Libertas no es un partido de “extrema derecha” como afirman algunos. Los mismos que no hace tanto tiempo se quejaban, cuando prometían una regeneración de tres pares de narices, de ser tildados de lo mismo por los acólitos del régimen). Campaña electoral de Libertas que, por cierto, dirigirá Román Cendoya, antaño director de las campañas de Jaime Mayor Oreja.
Que sigan algunos, los del régimen, con su mantra totalitario de “estos es que son unos radicales”. ¿Radicales en la defensa de las libertades individuales como Lech Walesa? ¿Radicales exigiendo la democratización de la UE? Pues, bienvenida, radicalidad. Adiós, centro.
Adenda: Jorge Hernández, es el penúltimo fundador de UPyD, y van ya unos cuantos, que ha abandonado –silencio en los mismos medios que dan cobertura a cualquier abandono en Ciudadanos- la formación política que lidera Rosa Díez. Según él porque “ni me gusta ni creo ya el discurso”. Fernando Espadas, militante de UpyD denuncia, además, que dinero recaudado para el partido estaría siendo depositado en cuentas de particulares y que la dirección de UpyD se estaría negando a presentar las cuentas, siendo “la única respuesta, bajo órdenes de D. Carlos Martínez Gorriarán, guardar silencio y dar largas”.
|