Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | El segmento de plata | Pandemia | Coronavirus | Secuelas | Mascarillas | Contagio | Covid19
Por más que lo intentemos no conseguimos librarnos del temor a aquellos meses en los que vimos rondar la tragedia por nuestras familias

Las secuelas de la pandemia

|

A pesar del tiempo transcurrido, el resquemor ante un posible contagio nos hace estar un tanto mosqueados ante cualquier noticia. Los miembros del “segmento de plata” seguimos siendo candidatos “preferentes” a contagiarnos del dichoso “coronavirus”.

         

Durante estos últimos años las posibilidades de contagio han disminuido de una forma asombrosa. A estos datos se han unido la serie de vacunas que nos han sido inoculadas a aquellos que hemos optado por ello.

          

Sin embargo, de vez en cuando, surge la noticia que nos vuelve a meter las cabras en el corral. En mi caso, una llamada de una señora que viene por casa, indicándonos que ha dado positivo en “el bicho”. Una señal de alarma que nos pone en tensión, aunque sepamos que las posibilidades de contagio son escasas, nadie nos quita el temor a la vuelta de unos tiempos complicados.

        

Ayer ha salido el decreto que revoca la obligación del uso de las mascarillas, en los reductos que aun permanecían señalados como posibles focos de contagio. Un auténtico respiro que no exime de que sigamos teniendo precaución ante cualquier conato de vuelta a las andadas.

      

No podemos bajar la guardia. Vacunas, higiene y contactos mínimos. Con un poco de suerte desaparecerá el dichoso virus y, como mucho, lo sufriremos como otro tipo de resfriado o infección respiratoria. En mi casa convivimos personas de 96 años a 4 meses. Un muestrario de edades que nos obliga a estar pendientes. De momento, pasados tres días, continuamos indemnes. Por esta vez, me parece que nos hemos escapado.

Las secuelas de la pandemia

Por más que lo intentemos no conseguimos librarnos del temor a aquellos meses en los que vimos rondar la tragedia por nuestras familias
Manuel Montes Cleries
jueves, 6 de julio de 2023, 11:14 h (CET)

A pesar del tiempo transcurrido, el resquemor ante un posible contagio nos hace estar un tanto mosqueados ante cualquier noticia. Los miembros del “segmento de plata” seguimos siendo candidatos “preferentes” a contagiarnos del dichoso “coronavirus”.

         

Durante estos últimos años las posibilidades de contagio han disminuido de una forma asombrosa. A estos datos se han unido la serie de vacunas que nos han sido inoculadas a aquellos que hemos optado por ello.

          

Sin embargo, de vez en cuando, surge la noticia que nos vuelve a meter las cabras en el corral. En mi caso, una llamada de una señora que viene por casa, indicándonos que ha dado positivo en “el bicho”. Una señal de alarma que nos pone en tensión, aunque sepamos que las posibilidades de contagio son escasas, nadie nos quita el temor a la vuelta de unos tiempos complicados.

        

Ayer ha salido el decreto que revoca la obligación del uso de las mascarillas, en los reductos que aun permanecían señalados como posibles focos de contagio. Un auténtico respiro que no exime de que sigamos teniendo precaución ante cualquier conato de vuelta a las andadas.

      

No podemos bajar la guardia. Vacunas, higiene y contactos mínimos. Con un poco de suerte desaparecerá el dichoso virus y, como mucho, lo sufriremos como otro tipo de resfriado o infección respiratoria. En mi casa convivimos personas de 96 años a 4 meses. Un muestrario de edades que nos obliga a estar pendientes. De momento, pasados tres días, continuamos indemnes. Por esta vez, me parece que nos hemos escapado.

Noticias relacionadas

En este año 2024, se está doblando prácticamente, la cifra de migrantes que llegan a nuestras costas, algo que es imposible de impedir, ya que vienen de continentes, como África, huyendo de hambrunas, opresiones y diversos conflictos, donde se les hace inviable vivir y su único objetivo, es poder alcanzar un país donde poder tener una vida digna y en paz.

Afirmó Heidegger que “el hombre es un ser de lejanías”. Conocí dicha aseveración, ya hace muchos años, a través de Francisco Umbral, que la embutía con frecuencia en sus escritos; incluso hay una obra, entiendo que póstuma, del vallisoletano titulada así (“Un ser de lejanías”). La frase puede ser descifrada de maneras muy diversas pero, en todo caso, creo que se refiere a nuestra fascinación, como humanos, por lo lejano en el espacio o en el tiempo.

Con unas dimensiones variables, cada persona deja su impronta con un sinfín de peculiaridades, de matices recónditos en muchas de sus actuaciones; pero con los suficientes indicadores como para hablar del sello particular de su presencia. La consideración de como se perciba entre el entramado de observaciones es asunto distinto.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto