<> dice un esclarecedor artículo del prestigioso escritor, diplomàtico e intelectual marroquí Abdelkader Chaui Ludie, aparecido en la prensa chilena.
En unas apreciaciones de gran honestidad y solvencia intelectual, Chaui Ludie califica como “fetichismo latente” a la imaginaria república inventada por el Polisario sobre bases impuestas por los colonialistas, la RASD (“Republica Árabe Saharaui”).
Según el artículo la república fantasma aludida no tiene existencia “efectiva” sino pretendida, dado que carece de tres fundamentos exigidos para la soberanía de un estado. En opinión del articulista, la RASD no tiene territorio, pueblo ni poder ejecutivo.
Es imposible definir un territorio perteneciente a esta república imaginaria, màs virtual que real, dado que fue creada y tiene su sede en una localidad que se encuentra dentro de territorio argelino (Tindouf). Es decir, existe merced a una graciosa concesión de Argelia, con quien se debe negociar el acceso a los patriotas “independentistas”. Curiosa lucha por la independencia, dependiente del estado anfitrión de sus carpas.
Tampoco tiene pueblo, dado que los 80 mil saharauis establecidos en Tindouf viven en condiciones denigrantes, dado que no tienen libertad de circulación y se encuentran prisioneros de las autoridades del Polisario y Argelia, de acuerdo a modelos autoritarios perimidos en casi todo el mundo.
La RASD tampoco tiene un Poder Ejecutivo real, dado que el poder en la práctica lo ejerce Argelia, único interlocutor que podría ser válido para negociaciones sobre este antiguo y anacrónico problema.
Para Chaui Ludie resulta evidente que el “Polisario” sufre un degenerativo estado de debilitamiento, lo que se evidencia en una disminución constante del número de estados que reconocen a la RASD, y la fuga de dirigentes que sufre el movimiento separatista. Se ha contabilizado la llegada de al menos 602 jóvenes fugados de los campos de “Tinduf”, y solo en lo que llevamos de este año son 1300 otros refugiados secuestrados que huyeron de la realidad de la “Hammada” en Argelia.
Para Chaui el “Polisario”, políticamente marginal en la comunidad internacional, se ha convertido simplemente en “un aparato de propaganda política extravagante para recolectar la ayuda internacional y persistir eternamente en su plan de separatismo”.
El Plan de Autonomìa para el Sahara de Marruecos, está claro, solo busca evitar la eternización del sufrimiento humano de la gente que vive bajo influencia autoritaria del Polisario. Dicha iniciativa para negociar un status de autonomía fue remitida a las Naciones Unidas el 11 de abril de 2007, pero su contraparte sigue aferrándose a opciones que pecan, cuando menos, de poco realistas.
De acuerdo al plan marroquí de autonomía, las poblaciones del Sahara ejercerán su derecho a la autodeterminación, gestionando democráticamente, ellas mismas sus asuntos por medio de los órganos legislativo, ejecutivo y judicial, que gocen de atribuciones exclusivas, así como también dispondrán de los recursos financieros necesarios para el desarrollo de la región, en todos los ámbitos, y participarán, activamente, en la vida económica, social y cultural del Reino.
Marruecos, con un plan realista y aceptado por los estados de peso de la comunidad internacional ha declarado su firme voluntad de llegar a una solución tendiente a acabar definitivamente con el sufrimiento de la población saharaui, mal llamados refugiados dado que en realidad se encuentran más bien en carácter de secuestrados.
Dijo un pensador que quejarse muchas veces es un simple pasatiempo de los incapaces. Deberían reflexionar al respecto quienes aún prestan oídos a los que hacen reclamos inaceptables, simplemente para seguir lucrando con la tragedia de los secuestrados en Tindouf.
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