Hace varias semanas escribía un artículo pidiendo el apoyo al balonmano español en estos tiempos de crisis, que como en todos los lados, se hace más grave para los que menos medios tienen. Casi todos los clubes de la Asobal, la máxima competición española, han reducido su presupuesto para la próxima temporada, pero además algunos de estos, intentan mantenerse con escasos apoyos económicos de los diferentes ayuntamientos, comunidades o patrocinadores, como es el caso el caso del Balonmano Alcobendas.
Y es que este conjunto madrileño ha sido noticia esta semana al renunciar a su plaza de Asobal para la próxima temporada por los importantes problemas presupuestarios y de liquidez que atraviesa. Hay que recordar que este club es el único que tiene dos equipos en las máximas categorías del balonmano masculino y femenino, pero parece ser que este hecho alabable no es un factor demasiado importante para las diferentes instituciones o sponsors, que dirigen todo su apoyo económico a otros deportes como el fútbol o el baloncesto.
Si el Alcobendas no logra encontrar algún mecenas hasta el 30 de este mes, se verá obligado a vender su plaza de Asobal para sobrevivir como club, eso sí, con una desastrosa consecuencia, descender a categorías inferiores tras el esfuerzo de un equipo masculino, con una plantilla muy joven, que certificó su permanencia en la última jornada de la Liga. Esta enorme injusticia, que es descender por motivos económicos como ya sucediera con el Altea hace varias temporadas, puede volver a dejar a Madrid sin ningún representante en la máxima categoría del balonmano español.
Creo que este ultimátum del club madrileño ante la grave situación financiera que sufre, debe ser reclamo suficiente para la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Alcobendas, empresas y patrocinadores para lograr que el equipo masculino se mantenga en la Asobal. En este caso, casi nada se le puede exigir a la directiva del club, que en un ejercicio de honestidad y ética profesional, han decidido ceder su plaza antes que seguir endeudándose, algo que han hecho otros equipos con graves consecuencias como el impago a sus jugadores.
Me preocupa que Madrid pierda a su único referente en la elite del balonmano español por un tema económico, ya que se cierran las ilusiones de muchos chavales que juegan en esta comunidad y que desean poder llegar algún día a estar entre los mejores. El Alcobendas es el único trampolín para los jugadores madrileños que intentan dedicarse profesionalmente a este deporte, ya que este por desgracia, esta comunidad no tiene más equipos en la Asobal. Además, el Atlético Boadilla de División de Honor “B”, del que tanto se rumoreó con el que iba a ser la vuelta del Atlético de Madrid al balonmano, ha descendido a Primera Nacional.
No llego a entender la razón por la que el balonmano en Madrid está tan huérfano en ayudas económicas por las instituciones cuando esta comunidad tiene un excelente trabajo desde la base en la multitud de colegios y escuelas municipales, y con una enorme tradición en este deporte. Se habla hasta la saciedad de los fichajes del Real Madrid y de las desorbitadas cantidades de dinero que se mueven, pues bien, el Alcobendas se salvaría con menos de un millón de euros. Irrisoria la cantidad, ¿verdad? No dejemos que el balonmano madrileño se muera.
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