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Octavi Pereña

Escándalos sexuales

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Desde Que Veronica Lario anunció a finales de abril que se divorciaba de Silvio Berlusconi después que su marido participase en una fiesta para celebrar el 18 aniversario de una aspirante a modelo, no han cesado de aparecer imágenes y noticias que ponen en duda la moralidad sexual de ‘il Cavaliere’.

Con la celebración de la cimera de los G8 en este mes de julio en Italia, las profesoras universitarias están preparando un manifiesto titulado “Llamamiento a las Primeras Damas”. En el documento se puede leer: “Estamos profundamente indignadas, como mujeres que trabajamos en el mundo de las universidades y de la cultura, la manera como el Primer Ministro Silvio Berlusconi trata a las mujeres, tanto en público como en privado”. El comunicado no se refiere solamente a sus relaciones personales con mujeres que “ha trascendido la esfera de lo personal para adquirir relevancia pública”, sino también el reclutamiento que hace de mujeres de l espectáculo para la política, en referencia a su intento de poner actrices, coristas y a una concursante de ‘gran Hermano’ como candidatas en las elecciones europeas. Las promotoras de la campaña también se refieren a las “declaraciones sexistas” que “sistemáticamente socavan la presencia femenina en el escenario social e institucional”, mientras que su comportamiento “socava gravemente la dignidad de la mujer en su nivel moral, civil y cultural”.

El control que Berlusconi ejerce en los medios de comunicación dificulta que las mujeres italianas “que no se reconocen en la imagen que transmite el Primer Ministro y los que están a su entorno” se puedan hacer oír. El escrito termina diciendo: “Como ciudadanas de Italia, Europa y del mundo, hacemos un llamamiento a las Primeras Damas de los países que participarán en la próxima reunión de los G8 en L’Aquila a boicotear el acontecimiento y a manifestar valientemente que la deslegitimación de las mujeres de un país ofende y maltrata a las mujeres de todos los países”. Pienso que las intelectuales italianas tienen toda la razón para indignarse si se tiene en cuenta que las considera como un trofeo de caza cuando dice: “Nunca he pagado por una mujer. Nunca he entendido que satisfacción puede darse si no existe el placer de la conquista”.

En el manifiesto de las profesoras italianas se han quedado en el tintero las consecuencias familiares que tienen las relaciones sexuales extramatrimoniales. Es lamentable.

Es saludable que exista denuncia pública del comportamiento inmoral de una persona pública. Pero el extremo de vileza a la que ha llegado ‘il Cavaliere’ no ha sido súbito. Es el resultado de un largo proceso de degradación que es muy posible comenzase en su adolescencia cuando a escondidas encendía su lascivia abstrayéndose contemplando imágenes de revistas pornográficas. Su poderío económico le ha permitido llegar hasta las escandalosas orgías recientemente desveladas, y su insensatez le impide dar la más mínima muestra de arrepentimiento por su comportamiento indecoroso, ante la juventud en especial.

La infidelidad conyugal, sea que la cometa una persona pública o un desconocido ciudadano, tiene sus consecuencias. La Biblia contiene un bello texto poético que enaltece la fidelidad conyugal: “Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el pecho de la extraña? Porque los caminos del hombre están ante los ojos del Señor, y Él considera todos tus caminos. Prenderán al impío sus propias iniquidades, y retenido será con las cuerdas de su pecado. Él morirá por falta de corrección, y errará por lo insensato de su locura” (Proverbios, 5:15-23).

Escándalos sexuales

Octavi Pereña
Octavi Pereña
jueves, 2 de julio de 2009, 07:24 h (CET)
Desde Que Veronica Lario anunció a finales de abril que se divorciaba de Silvio Berlusconi después que su marido participase en una fiesta para celebrar el 18 aniversario de una aspirante a modelo, no han cesado de aparecer imágenes y noticias que ponen en duda la moralidad sexual de ‘il Cavaliere’.

Con la celebración de la cimera de los G8 en este mes de julio en Italia, las profesoras universitarias están preparando un manifiesto titulado “Llamamiento a las Primeras Damas”. En el documento se puede leer: “Estamos profundamente indignadas, como mujeres que trabajamos en el mundo de las universidades y de la cultura, la manera como el Primer Ministro Silvio Berlusconi trata a las mujeres, tanto en público como en privado”. El comunicado no se refiere solamente a sus relaciones personales con mujeres que “ha trascendido la esfera de lo personal para adquirir relevancia pública”, sino también el reclutamiento que hace de mujeres de l espectáculo para la política, en referencia a su intento de poner actrices, coristas y a una concursante de ‘gran Hermano’ como candidatas en las elecciones europeas. Las promotoras de la campaña también se refieren a las “declaraciones sexistas” que “sistemáticamente socavan la presencia femenina en el escenario social e institucional”, mientras que su comportamiento “socava gravemente la dignidad de la mujer en su nivel moral, civil y cultural”.

El control que Berlusconi ejerce en los medios de comunicación dificulta que las mujeres italianas “que no se reconocen en la imagen que transmite el Primer Ministro y los que están a su entorno” se puedan hacer oír. El escrito termina diciendo: “Como ciudadanas de Italia, Europa y del mundo, hacemos un llamamiento a las Primeras Damas de los países que participarán en la próxima reunión de los G8 en L’Aquila a boicotear el acontecimiento y a manifestar valientemente que la deslegitimación de las mujeres de un país ofende y maltrata a las mujeres de todos los países”. Pienso que las intelectuales italianas tienen toda la razón para indignarse si se tiene en cuenta que las considera como un trofeo de caza cuando dice: “Nunca he pagado por una mujer. Nunca he entendido que satisfacción puede darse si no existe el placer de la conquista”.

En el manifiesto de las profesoras italianas se han quedado en el tintero las consecuencias familiares que tienen las relaciones sexuales extramatrimoniales. Es lamentable.

Es saludable que exista denuncia pública del comportamiento inmoral de una persona pública. Pero el extremo de vileza a la que ha llegado ‘il Cavaliere’ no ha sido súbito. Es el resultado de un largo proceso de degradación que es muy posible comenzase en su adolescencia cuando a escondidas encendía su lascivia abstrayéndose contemplando imágenes de revistas pornográficas. Su poderío económico le ha permitido llegar hasta las escandalosas orgías recientemente desveladas, y su insensatez le impide dar la más mínima muestra de arrepentimiento por su comportamiento indecoroso, ante la juventud en especial.

La infidelidad conyugal, sea que la cometa una persona pública o un desconocido ciudadano, tiene sus consecuencias. La Biblia contiene un bello texto poético que enaltece la fidelidad conyugal: “Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el pecho de la extraña? Porque los caminos del hombre están ante los ojos del Señor, y Él considera todos tus caminos. Prenderán al impío sus propias iniquidades, y retenido será con las cuerdas de su pecado. Él morirá por falta de corrección, y errará por lo insensato de su locura” (Proverbios, 5:15-23).

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