La Organización mundial para la Salud y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO) lo afirma categóricamente: El planeta produce recursos alimenticios para alimentar a 12.000 millones de personas, prácticamente el doble de la población actual sobre el planeta. Sin embargo el hambre aumenta a un ritmo vertiginoso. Ya en 2006 UNICEF dio la voz de alarma sobre el hambre, denunciando que las hambrunas se multiplican en África. Jean Ziegler relator de la Comisión de derechos humanos de la ONU sobre el derecho a la alimentación, denuncia el injusto reparto de la riqueza como base del sistema economico internacional. El declaró para el programa Informe Semanal de TVE: „Cada dia 100.000 personas mueren de hambre o sus consecuencias inmediatas. 856 millones de personas viven grave y permanentemente desnutridas. No hay fatalidad alguna pues un niño que muere de hambre es asesinado. El orden del mundo no es solo mortifero sino tambien absurdo, ya que mata sin necesidad“.
Durante el foro sobre la Seguridad Alimentaria celebrado en el marco del G-8, el presidente español anunció una nueva ayuda de 500 millones de Euros para los próximos 5 años que se destinarán a programas de nutrición infantil. Esta cantidad se suma a los 1.000 millones de Euros puestos sobre la mesa por el Gobierno español a finales del pasado mes de Enero. La propuesta estadounidense fue la de alcanzar la cifra adicional para ayudas para el desarrollo agrícola y seguridad alimentaria de unos 15.800 millones de Euros en los próximos 3 años.
El Gobierno alemán ha dispuesto 14.000 millones de Euros, una cantidad que coincide con la que anualmente también pone a disposición de la Iglesia. En España la iglesia recibe más de 6.000 millones de Euros del estado. Estas trasferencias de fondos públicos demuestran que la mayoría de países europeos son estados confesionales encubiertos y que la separación iglesia-estado todavía es una quimera. Ante la situación en la que nos encontramos actualmente de crisis mundial y hambre, los gobiernos deberían preguntarse si es correcto que se destine todo este dinero a la organización más rica y poderosa del mundo.
Durante los años de crisis económica global, la perdida mundial en bolsa ha sido inimaginable, más de 20 bancos americanos han quebrado y sigue sin haber señales claras de que la situación vaya a ir a mejor. Por otro lado no se pone un freno real a la carrera armamentística mundial, y ¿acaso cremos que son suficientes las medidas de los gobiernos para lograr impedir las catástrofes de la naturaleza, la catástrofe climática? La población esta cada vez más afectada por todas estas amenazas mundiales y ahora más que nunca se debería destinar los fondos públicos a ayudar al pueblo.
¿Y no se reconoció a tiempo el peligro de la catástrofe climática, el peligro de la quiebra del sistema económico mundial y el peligro del hambre que va en aumento? ¿Nadie advirtió sobre los comportamientos que estaban llevando a este callejón sin salida? Algunos científicos, de forma aislada, advirtieron de los peligros que conlleva la explotación de la Tierra. Ha habido también economistas que han advertido que este sistema un día se podría colapsar. Pero eran advertencias aisladas por parte de los expertos, sin embargo, de otra fuente llegaron advertencias muy completas. Nos encontramos en un cambio de era y en todos los cambios de era ha habido siempre profetas de Dios que dieron advertencias a la humanidad sobre lo que se avecinaba. Así es también en la actualidad a través de Gabriele la profeta y mensajera de Dios para la actualidad a través de la que han llegado advertencias a la humanidad desde hace más de 30 años, sobre todas las dramáticas situaciones que ahora tenemos. El mundo se vería mucho mejor si entonces se hubieran tomado en serio estas advertencias y no se hubieran desechado diciendo que causaban pánico.
