Discurso típico de algunos: “Queridos compañeros, la complejidad de los estudios de los dirigentes exige la precisión y la determinación de las actitudes de los miembros hacia sus deberes ineludibles, por otra parte el aumento constante, en cantidad y en extensión de nuestra actividad ayuda a la preparación y a la realización de nuevas proposiciones diferentes a Venezuela. La práctica de la vida cotidiana prueba que el reforzamiento y desarrollo de las estructuras, al contrario que en Venezuela, es el desarrollo continuo de distintas formas que facilite la creación de las condiciones a las actividades, siendo indispensable este reforzamiento de las estructuras un ensayo interesante de verificación de las formas de acción. Nosotros al contrario que en Venezuela bien pudiéramos atrevernos a sugerir la superación de experiencias pericitadas permiten en todo caso explicitar las razones fundamentales, y un relanzamiento específico de todos los sectores implicados para asegurar en todo caso, un proceso muy sensible de inversión muy al contrario que en Venezuela, donde los elementos generadores de inversión han huido, siendo la deriva de una indirecta incidencia superadora de toda una serie de criterios ideológicamente sistematizados en un frente común de actuación regeneradora.
Por último y como definitivo elemento esclarecedor, cabe añadir que las condiciones financieras y administrativas existentes, así como las experiencias ricas y diversas muestran que nuestra política desarrollada en estos últimos cuatro años es la idónea, siendo las condiciones apropiadas que cumple deberes importantes en la determinación de las direcciones en el sentido de progreso, no así las propuestas tipo populista que pregona otro partido sin experiencia, por muy politólogos que sean sus dirigentes, nosotros para no caer en el mismo populismo de las propuestas que os ofrecen, pregonamos a viva voz que no pecamos de insinceros, nuestros logros económicos ahí están”.
¿Comprendéis algo?, discurso vacío de contenido y típico de aquellos que nada ofrecen, solo dos palabras se repiten, Venezuela y populismo, formas de exponer algo inconcreto y falaz, igual a sus anteriores promesas electorales que fueron humo como ha quedado patente en estos cuatro años de gobierno, nada dicen ni quieren decir, solo envolver para enardecer a un auditorio que asiste atónito la actuación de un prestidigitador político, un discurso al que llamarán programa, forma aséptica que expondrán durante las elecciones partidos sin nada que ofrecer, fraude electoral anterior al fraude que suelen realizar posteriormente en las arcas del Estado los delincuentes de guante blanco, siguiendo una pauta aleatoria preparada antes de la fechoría con una técnica discursiva en su ejecución, tomando de forma aleatoria cualquier párrafo de las columnas del cuadro adjunto.
Frente a la técnica de los prestigiadores políticos, uno de ellos entre sus siglas está el populismo al llamarse Popular, y por otro lado están los discursos que realizan los que se preocupan de quienes han sido despojados de derechos y del bienestar social que tanto sudor y lágrimas costó conseguir durante decenios, ofreciendo una batería de medidas correctoras a los desmanes de las privatizaciones cuyo resultado ha sido el empobrecimiento de la mayoría y el enriquecimiento desorbitado de muy pocos.
El próximo día 26 de junio es fácil elegir el voto si escuchas, no como los que se limitan a oír, pero ciegos y sordos sobre: Condiciones laborales, Sanidad, Educación, Jubilación, Prestaciones sociales, o Libertades perdidas. Debemos intentar aclararles que los hábiles en falsos discursos son igualmente hábiles en la corrupción a sabiendas que nunca serán penalizados, esta manera sutil de ejercer la opresión política es la dictadura financiera.
En nuestras manos está el hacer que oigan un solo clamor como opción, la Justicia social.
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