“Es nuestro objetivo que el RCA se convierta en un punto de reunión social y cívico de la ciudad”. Juan-Javier Bofill
En los habituales paseos desde la plaza de Catalunya hasta la Catedral siempre pasamos por delante de la sede del Reial Cercle Artístic de Barcelona sito en el antiguo palacio de los Pignatelli, a sus puertas cada día se agolpan turistas visitantes de la ciudad para admirar este edificio con porte de casa de la antigua nobleza barcelonesa y en donde siempre hay alguna que otra exposición para visitar.
Juan Javier Bofill junto al Sant Jordi de Dalí.
Pero la verdad es que tenemos la impresión de que los ciudadanos de Barcelona no conocen suficientemente esta entidad que desde hace más de un siglo viene agrupando a los amantes de las diversas ramas de las Bellas Artes, hasta la fecha habían sido muy pocas las ocasiones en las que nos habíamos adentrado en sus salones aunque siempre que paseábamos por la peatonal calle del Portal de l’Àngel nos parábamos a admirar la preciosa terraza desde la que se contempla en toda su amplitud esta calle siempre pletórica de multitudes y los azulejos de la fuente instalada al pie del edificio y que en su día sirvió de abrevadero a los caballos que tiraban de los coches de punto que circulaban por el centro de Barcelona.
Llevados por la sana curiosidad de conocer los lugares emblemáticos de la ciudad en la que vivimos nos hemos acercado hasta la sede del Reial Cercle Artístic para saber más de esta entidad ciudadana que aporta su grano de arena a la vida social barcelonesa. Para ello nada mejor que hablar con Juan-Javier Bofill, miembro de la Junta Directiva presidida por Josep Félix Bentz, y Conservador del RCA(Reial Cercle Artístic), Bofill es un hombre elegante, a pesar de los calores estivales siempre aparece vestido con un impecable y serio traje, corbata y la insignia del RCA en la solapa, unos grandes bigotes dan a su rostro un aspecto daliniano, no en vano es un gran admirador, coleccionista y conocedor del pintor de Figueras, aunque él los atribuye a su paso por el arma de Caballería durante el servicio militar y a la influencia de su abuelo que, siguiendo las modas de la época, siempre adornó su rostro con un amplio mostacho.
HISTORIA DEL RCA
Hace tres años esta entidad celebró el 125 aniversario de su fundación, pero hasta llegar aquí, a su actual sede en la calle Arcs han pasado muchas cosas y han sido diversas las sedes a lo largo de este siglo y cuarto transcurrido. De este largo periplo de la sociedad a través de los tiempos nos habla el señor Bofill.
"Los primeros estatutos que se conocen entonces todavía a nombre del Círculo Artístico datan del 20 de mayo de 1881, posteriormente se agregarían al Círculo, también conocido como Cercle o Circol, los miembros de la Societat d’Acuarelistas y ya en 1884 ambas entidades quedarían amparadas bajo el nombre de Círculo Artístico."
Estamos hablando de los años finales del siglo XIX en los que imperaba el “noucentisme” coma tendencia en las diversas Artes pero también iban asomando los primeros vestigios de la corriente modernista y algunas nuevas ramas y técnicas en el mundo del arte.
"El eclecticismo del que, desde sus inicios, ha hecho gala el RCA ha servido para que en la sociedad convivieran diversos estilos y así en aquellos primeros momentos convivían en la misma Junta Directiva personajes como Galofré Oller un pintor de historia a la antigua con un joven Isidre Nonell que ya revolucionaba el mundo de la pintura. El único movimiento artístico que no arraigó en la sociedad fue el vanguardismo aunque algunos de los socios fueron seguidores del mismo e incluso 1918 se propuso al propio Pablo Picasso como socio de mérito del RCA. En cuanto a las nuevas tendencias quiero remarcar que entre las diversas secciones en las que se organizó el Cercle en aquellos momentos había una dedicada a la Fotografía, un arte nuevo que en aquellos momentos no era visto con fines estéticos por la mayoría de las gentes."
En unos pocos años el Círculo Artístico cambia de nombre pasando a ser Reial Cercle Artistic.
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Firmas de Alfonso XIII y su hijo Leandro en el libro de oro.
| "Desde 1917 por una Real Orden de Su Majestad Alfonso XIII nuestra entidad pasa a poder ostentar el título de Reial en su denominación con motivo de la aceptación por parte del Rey de la Presidencia Honoraria de la misma. Las relaciones del Cercle con la Casa Real venían desde 1906 cuando el pintor Carlos Vázquez realizó para el Círculo un cuadro del Rey, también en aquel año una delegación acudió a Madrid para que el Rey inaugurara con su firma el Libro de Oro del Montepío de Artistas españoles, libro que se conserva en la entidad y en el que todavía estampan su firma las personalidades que acuden al RCA. Hace un tiempo nos visitó Don Leandro de Borbón, hijo del Rey Alfonso XIII, y firmó su dedicatoria justo debajo de donde hace tantos años lo había hecho su augusto padre."
Van pasando los años y en el transcurso de este largo siglo el RCA va cambiando de sede social en un viaje que les lleva desde aquella primera Casa de la Canonja en la Plaza de la Catedral hasta este Palacio de Pignatelli donde estamos.
"Los avatares sociales y también los vaivenes económicos han hecho que los socios del RCA hayan tenido que mudar de casa en varias ocasiones. La primera mudanza fue en 1887 a la llamada Casa Gibert, justo frente al actual Hotel Colón también en la Plaza de la Catedral. La ciudad se iba ampliando y los viejos edificios se derruían para construir sobre sus solares y el RCA iba cambiando de local al ritmo de estos nuevos tiempos siendo varios los edificios del centro de Barcelona que acogieron la seda social hasta que en junio de 1936 se instala en el número 14 de la Plaza de Catalunya, donde ahora están unos grandes almacenes, y donde estuvo radicado el RCA hasta que a primeros de los 60 pasó a ocupar esta actual sede que esperamos sea ya nuestra casa definitiva."
Entre los objetivos de los primeros Estatutos del primitivo Círculo Artístico estaba el fomento de las Bellas Artes en todas sus manifestaciones y para ello la entidad se constituía en centro de reunión de las personas dedicadas a cualquiera de sus diversas ramas y también a los estudiosos y aficionados a ellas. Es seguro que por las diversas sedes sociales del RCA han pasado algunos de los nombres más importantes de la pintura y escultura de los últimos cien años.
"Para enumerarlos a todos necesitaríamos el espacio de varias entrevistas y seguro que siempre se nos quedaría alguno, no en el tintero sino entre las teclas del ordenador. A título de ejemplo podemos citar a Santiago Rusiñol, Margarita Xirgu, Enric Borrás, Joan Miró, Josep LLuis Sert, Enric Majó, Nuria Espert, todos ellos socios de honor del RCA. Los socios de mérito más conocidos son, entre otros: Mariano Benlliure, Ramón Casas, Anglada Camarasa, Joaquín Sorolla, Ignacio Zuloaga, Benito Pérez Galdós, Joaquím Mir, LLuis Masriera, Ángel Guimerà, Apel-les Mestre, Pablo Picasso, Enric Morera, Josep María de Sagarra, Antoni Gaudí, Pau Casals, Francesc Cambó, Victoria dels Àngels, o Montserrat Caballé. Bien se puede decir que “no están todos los que son pero si son todos los que están”.
En esta enumeración en la que por falta de espacio faltan tantos y tantos nombres importantes observamos la presencia de reconocidas personalidades del mundo de las letras y la música, y es que el RCA siempre ha prestado atención a las Bellas Artes en toda la amplitud de la expresión.
"Esta entidad siempre ha acogido con satisfacción toda clase de actividades artísticas y junto con la pintura, la escultura y el grabado también se han realizado actividades musicales y literarias. Ojeando las hemerotecas se observa la gran cantidad de actos literarios y musicales que han tenido lugar a lo largo de la vida del RCA, actividades que se siguen llevando a cabo actualmente en el llamado “Salón de los Atlantes” donde de manera habitual se interpretan conciertos, obras teatrales, conferencias o recitales poéticos."
El RCA nació con vocación de que sus socios incidieran en la vida ciudadana. El número de socios ha ido variando con el tiempo, en los primeros años eran alrededor de un centenar, su época de auge fue en los años finales de la década de los años 40 cuando llegaron a ser mil quinientos treinta y nueve asociados en 1947. Actualmente el número de socios ronda el medio millar, pero casi siempre, independientemente de su número, han hecho que su entidad tenga incidencia en la vida de Barcelona.
"A lo largo del tiempo nuestra sociedad ha colaborado con los representantes del municipio en aspectos culturales como la Exposición Regional de 1898 o l‘Exposició d’Art de Barcelona de 1918 así como en diversos certámenes, comisiones y exposiciones a lo largo de los años. Si tuviera que remarcar dos eventos culturales llevados a cabo por el RCA durante todos estos años señalaría la organización en 1931 del concurso “Barcelona vista pels seus artistes” que consiguió dar protagonismo en el mundo pictórico al paisaje urbano y la “Exposiciò del nu”, exposición de pinturas con el desnudo como protagonista, celebrada en 1933 que constituyó un gran éxito a pesar de las fuertes campañas que el puritanismo lanzó en su contra."
EL RCA ACTUALMENTE
A pesar de que ya hace cincuenta años que la entidad tiene su sede social en el Palau de Pignatelli las obras para el acondicionamiento del mismo continúan y, poco a poco van consiguiéndose nuevos salones para llevar a cabo las diversas actividades de la sociedad.
Salón del Brindis con su espejo.
"En estos momentos estamos realizando diversas obras con el fin de abrir nuevas salas de exposición. La bautizada como Sala del Brindis por el señor Abelló, anterior Presidente, es un amplio salón circular decorado en tonos dorados y con diversos cuadros y otros objetos como una gran sopera de plata, un gran jarrón chino o dos estatuas de negros venecianos, entre los cuadros encontramos una representación de Santa Eulalia, patrona de Barcelona, obra cumbre del pintor francés José Flaujier fallecido en 1813, asimismo también se conservan en este salón tanto el Libro de Oro como la bandera de la entidad. Actualmente este salón se utiliza para recibir a las personalidades invitadas que nos visitan. En las reformas nos hemos encontrado con alguna sorpresa como cuando en el Salón de los Atlantes, originario de la época de los Pignatelli, durante las obras de acondicionamiento se encontró el techo original oculto por uno falso y unas pinturas simbolizando a las artes obra de Serra Goday."
La actual Junta Directiva quiere dar un fuerte impulso a las actividades de la entidad.
"Actualmente tenemos clases de dibujo, tanto del natural como de naturaleza muerta y también existen aulas para el aprendizaje de las técnicas de grabado y escultura. Los socios tienen a su disposición una extensa biblioteca así como una terraza para su uso y descanso exclusivo. Pero es nuestro objetivo que el RCA se convierta en un punto de reunión social y cívico de la ciudad. Nuestra oferta a los ciudadanos está basada principalmente en las interesantes exposiciones que aquí pueden encontrar a lo largo del año y que pueden ser visitadas sin la necesidad de ostentar la condición de socio."
Bofill nos habla de la beca que bajo el nombre de “Beca Xavier Pellicer” se ha instituido en honor a su abuelo materno y que anualmente concede siete mil doscientos euros a un socio del RCA con el fin de que pueda dedicar más tiempo al cultivo de las Bellas Artes.
Imagen de Sant Joan de Salvador Dalí.
DALÍ EN EL RCA
A la puerta del patio que da acceso a las instalaciones de la entidad nos recibe un Salvador Dalí en cartón piedra de un tamaño más que natural y con un enorme pez sobre su cabeza, es la reproducción de una conocida fotografía del pintor. En el patio dos enormes estatuas del genio de Port LLigat: Sant Jordi matando al dragón y Sant Joan son el aperitivo de la exposición de obras de Dalí que pueden ser visitadas en las instalaciones de este Palau Pignatelli. Esta colección esta compuesta por más de setecientas piezas entre las que encontramos esculturas de diversos tamaños, grabados, dibujos, acuarelas, litografías de serie limitada, fotografías y objetos singulares relacionados con este pintor máximo exponente del surrealismo.
"En primer lugar quiero decir que esto no es ningún museo dedicado a Dalí. Aquí se exponen diversas obras del autor procedentes de coleccionistas particulares que durante un tiempo las han cedido para su exposición pública ya que consideran que el mayor homenaje que se puede hacer al maestro Dalí es acercar su obra al mayor número de personas posible, hay que destacar que entre las obras expuestas se encuentran las cuarenta y cuatro esculturas de la Colección Clot creadas y ejecutadas por Dalí en la década de los setenta."
Antes de entrar a visitar los dos niveles que ocupa la exposición en un pequeño vestíbulo los visitantes tienen la oportunidad de adquirir diversos objetos relacionados con el pintor gerundense.
"Todo lo que aquí se vende está amparado por el oportuno copyright de la Fundación Gala-Salvador Dalí, y cobramos una cantidad en concepto de entrada para poder sufragar los muchos gastos que la instalación de la exposición suponen."
Rafa ante la maqueta de la falla que Dalí hizo en 1954 en Valencia.
Una instalación donde se ha cuidado hasta el mínimo detalle toda la escenografía de la misma desde la iluminación hasta las cortinas de terciopelo rojo que contribuyen a crear un clima teatral entre la bóvedas góticas del edificio. Diversos espacios sirven de contenedor a la temática daliniana donde no faltan el erotismo, la mujer, el caballo, el mar, Don Quijote, el rinoceronte, la religión y hasta la maqueta de una falla que el artista hizo en 1954 para las fiestas valencianas. Entre las esculturas de gran tamaño destacan “Gala asomada a la ventana” y “Elefante cósmico” ambas creadas en 1974.
Bofill ante dos obras de Matt Lamb.
MATT LAMB Y SUS PARAGUAS PARA LA PAZ
Mientras visitábamos las obras de Dalí encontramos un par de salas con pinturas alejadas de la iconografía daliniana y unos paraguas abiertos en los que las telas habían sido vivamente coloreadas.
"Hemos querido añadir en esta exposición una pequeña parte de la obra de Matt Lamb. Es un pintor autodidacta natural de Chicago pero que se considera ciudadano del mundo, viaja constantemente y sus cuadros están colgados en importantes colecciones privadas y públicas de todo el mundo, son pinturas que van del estilo figurativo al abstracto y semi-abstracto. Estos paraguas pintados que veis son de su proyecto “Paraguas para la paz” el cual consiste en que niños y adultos pinten sobre la tela de los paraguas su concepto de paz mundial. Es una manifestación del esfuerzo individual para llevar la idea de la paz alrededor del mundo."
Salimos de la exposición y del Reial Cercle Artistic con la sensación de haber hecho un viaje por el mundo de la pintura que abarca los últimos doscientos años. Diversas tendencias artísticas han pasado ante nuestros ojos mientras el tiempo quedaba detenido en cualquiera de los blandos relojes dalinianos de la serie “The Persistence of Memory” al tiempo que se acrecentaban nuestra ganas de volver a viajar hasta Figueres para seguir admirando en su Teatro-Museo la obra de ese pintor al que unos tacharon de loco y otros de “Avida Dollars” pero al que no se puede negar la categoría de genio.
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Fotos de Teresa Berengueras.
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