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Una piedra
igual a otra piedra
igual a mí
¡Díctame luna!
Las secretas palabras
del infinito
Cartas de adiós
florecen en la página
todas las noches
Zurzo pañuelos
las lágrimas de ayer
sirven de hilo
Wafi Salih (Valera, 1966), es una escritora, filósofa, espiritualista, feminista, profesora, poeta y ‘haijin’ nacida en Venezuela de ascendencia libanesa. Dedicada principalmente la escritura poética, y en menor medida al relato y ensayo. Se le reconoce por el desarrollo del genero poético haiku en Venezuela de la cual es la primera expositora a nivel nacional. Ha publicado 17 libros en diversas editoriales nacionales y del extranjero, 11 enmarcados en el género poético del haiku. En Ecuador se publicó su libro infantil Cielos descalzos, que fue el libro más vendido en 2008 en el ámbito de literatura para niños. También fue fundadora de las revistas literarias: “El Farallón de los Naipes” y la revista: “Lápiz, Papel, y Creación”. En 2017, se celebró: CONCURSO POR UNA VENEZUELA LITERARIA EN HOMENAJE A WAFI SALIH, organizado por la editorial Negro Sobre Blanco. En el año 2021 se publica la obra Wafismo. Wafi Salih, en el tránsito de sus noches en llamas (2021) por Carlos Montesinos, docente, crítico literario y estudioso del universo literario de Wafi Salih.
En una casona antigua y desolada, en el centro de la sala se encontraba un espejo de un metro de alto y cincuenta centímetros de ancho, montado y sostenido por una linda mesita antigua. En él convergían las articulaciones de todos los espacios.
Cuenta Irene Vallejo que San Agustín se quedó absolutamente perplejo al ver al obispo de Milán leyendo para sí mismo, al ver cómo “sus ojos transitaban por las páginas, pero su lengua callaba”. La anécdota la usa la escritora —siempre elegante, delicada y tensa— para argumentar que, hasta bien entrada la Edad Media, la lectura se hacía solo en voz alta, de ahí la extrañeza del filósofo, que veía, por primera vez, un lector tal como nosotros lo imaginamos.
Me veo en el espejo y veo el tiempo, que en el silencio, ya no muere. Mi rostro lleno de quebrantos, arrugas en mis ojos, en mis labios.
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