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Posiblemente sea una evolución más de las muchas habidas en este planeta, pero que hay quienes culpan a las personas para sacar provecho y beneficio

El cambio climático: causas naturales y humanas

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Los poderes fácticos de todo tipo, políticos, académicos y de cualquier otra índole no cejan en su continuo martilleo para amedrantar a los ciudadanos con los perniciosos males que padecerá la Humanidad por el destrozo de la Naturaleza que continuamente llevamos a cabo por lo que nos sobrevendrán infinitas calamidades sin cuento.

            

Desconozco si es por falta de conocimiento o por maldad intrínseca por lo que desean acogotar a todo ser pensante con una situación que tiene explicación natural.

            

Como algo conocedor de ello por los estudios que he realizado, en principio no puedo negar la existencia de los cambios climáticos por una razón muy simple y sencilla: la tierra está en continuo movimiento, así que en los cuatrocientos cincuenta millones de años que, aproximadamente, tiene, ha habido inúmeros cambios  no solo climáticos sino de formas y configuración de lo que conocemos como continentes.

            

Quien quiera molestarse un poco para conocer estos últimos solo tiene que buscar la teoría de la deriva de los continentes enunciada por Wegener y ratificada posteriormente por otros geofísicos.

            

De forma muy breve esta consiste en que, en un principio solo hubo un super continente al que se le dio el nombre de Pangea, en griego “todo tierra” que comenzó a fraccionarse hace aproximadamente unos 200 millones de años a causa de los movimientos de las placas tectónicas y que había resultado de la unión de los primigenios continentes de Laurentia, Báltica y Siberia que originaron el magno continente denominado Gondwana.

            

Motivada por estos continuos movimientos, hoy día, a nuestros ojos está ocurriendo la ruptura del continente africano, de la que poco o nada, hemos oído hablar, y que observamos en la imagen siguiente:

            

Cuando hayan transcurrido varios millones de años, quizá una isla o ¿por qué no? un pequeño continente se habrá formado. Como ocurrió con la separación en esta misma zona de lo que conocemos somo Suramérica, que no hay que fijarse mucho para observar cómo encaja en el hoy continente africano, del que también hace miles de millones de años se fraccionó lo que conocemos como la India y que, en el inimaginable encuentro con Eurasia, originó las cadenas del Himalaya.

            

Esto es, a muy grandes rasgos y sin mucho pormenorizar, la explicación de los movimientos de  las placas tectónicas que lentas, pero inexorablemente van cambiando de posición como si fuesen a la deriva, como enunció Wegener, y que, con el correr de millones de años volverán a unirse en un solo y magno continente que iniciará un nuevo proceso de desmembración paulatinamente.

            

Todos estos movimientos llevan aparejados cambios climáticos, pero no hay que remontarse a millones de años para cocer uno que podemos denominar reciente ya que comenzó en la Edad Media y perduró hasta el siglo XIX. Se conoce como la Pequeña Edad de Hielo, que estuvo precedida de considerables subidas de temperatura, y cuyos inicios se produjeron en el siglo XIV y finalizó alrededor de 1850.

           

Fueron inmensos los males que causo: inundaciones, pérdidas de cosechas, inundaciones, hambrunas, pestes (la negra de 1384), disminución de la población. En resumen: un cataclismo.

             

Recientes estudios sobre climatológica indican que los procesos naturales pueden amplificar pequeñas cantidades de calentamiento, convirtiéndolas en eventos “hipertermales” que pueden durar por miles de años o más.

            

Carlos Duarte, profesor e investigador del Instituto Mediterráneo de Investigaciones Avanzadas, ha expresado con toda claridad:

            

“No hay ninguna duda razonable sobre la influencia de la actividad humana en el clima mundial, ni sobre que esa influencia ha consistido en un aumento de la temperatura media a nivel global”.

            

Otra concausa de posibles cambios climáticos son los ciclos solares, que duran unos 11 años, y afectan a las temperaturas y el clima de la Tierra.

            

Tampoco existe un asentimiento total entre quienes se dedican a observar el cambio climático sobre que la causa de este sea provocada por el hombre.

            

Posiblemente sea una evolución más de las muchas habidas en este planeta, pero que hay quienes culpan a los humanos para sacar provecho y beneficio.




El cambio climático: causas naturales y humanas

Posiblemente sea una evolución más de las muchas habidas en este planeta, pero que hay quienes culpan a las personas para sacar provecho y beneficio
Manuel Villegas
sábado, 20 de abril de 2024, 12:20 h (CET)

Los poderes fácticos de todo tipo, políticos, académicos y de cualquier otra índole no cejan en su continuo martilleo para amedrantar a los ciudadanos con los perniciosos males que padecerá la Humanidad por el destrozo de la Naturaleza que continuamente llevamos a cabo por lo que nos sobrevendrán infinitas calamidades sin cuento.

            

Desconozco si es por falta de conocimiento o por maldad intrínseca por lo que desean acogotar a todo ser pensante con una situación que tiene explicación natural.

            

Como algo conocedor de ello por los estudios que he realizado, en principio no puedo negar la existencia de los cambios climáticos por una razón muy simple y sencilla: la tierra está en continuo movimiento, así que en los cuatrocientos cincuenta millones de años que, aproximadamente, tiene, ha habido inúmeros cambios  no solo climáticos sino de formas y configuración de lo que conocemos como continentes.

            

Quien quiera molestarse un poco para conocer estos últimos solo tiene que buscar la teoría de la deriva de los continentes enunciada por Wegener y ratificada posteriormente por otros geofísicos.

            

De forma muy breve esta consiste en que, en un principio solo hubo un super continente al que se le dio el nombre de Pangea, en griego “todo tierra” que comenzó a fraccionarse hace aproximadamente unos 200 millones de años a causa de los movimientos de las placas tectónicas y que había resultado de la unión de los primigenios continentes de Laurentia, Báltica y Siberia que originaron el magno continente denominado Gondwana.

            

Motivada por estos continuos movimientos, hoy día, a nuestros ojos está ocurriendo la ruptura del continente africano, de la que poco o nada, hemos oído hablar, y que observamos en la imagen siguiente:

            

Cuando hayan transcurrido varios millones de años, quizá una isla o ¿por qué no? un pequeño continente se habrá formado. Como ocurrió con la separación en esta misma zona de lo que conocemos somo Suramérica, que no hay que fijarse mucho para observar cómo encaja en el hoy continente africano, del que también hace miles de millones de años se fraccionó lo que conocemos como la India y que, en el inimaginable encuentro con Eurasia, originó las cadenas del Himalaya.

            

Esto es, a muy grandes rasgos y sin mucho pormenorizar, la explicación de los movimientos de  las placas tectónicas que lentas, pero inexorablemente van cambiando de posición como si fuesen a la deriva, como enunció Wegener, y que, con el correr de millones de años volverán a unirse en un solo y magno continente que iniciará un nuevo proceso de desmembración paulatinamente.

            

Todos estos movimientos llevan aparejados cambios climáticos, pero no hay que remontarse a millones de años para cocer uno que podemos denominar reciente ya que comenzó en la Edad Media y perduró hasta el siglo XIX. Se conoce como la Pequeña Edad de Hielo, que estuvo precedida de considerables subidas de temperatura, y cuyos inicios se produjeron en el siglo XIV y finalizó alrededor de 1850.

           

Fueron inmensos los males que causo: inundaciones, pérdidas de cosechas, inundaciones, hambrunas, pestes (la negra de 1384), disminución de la población. En resumen: un cataclismo.

             

Recientes estudios sobre climatológica indican que los procesos naturales pueden amplificar pequeñas cantidades de calentamiento, convirtiéndolas en eventos “hipertermales” que pueden durar por miles de años o más.

            

Carlos Duarte, profesor e investigador del Instituto Mediterráneo de Investigaciones Avanzadas, ha expresado con toda claridad:

            

“No hay ninguna duda razonable sobre la influencia de la actividad humana en el clima mundial, ni sobre que esa influencia ha consistido en un aumento de la temperatura media a nivel global”.

            

Otra concausa de posibles cambios climáticos son los ciclos solares, que duran unos 11 años, y afectan a las temperaturas y el clima de la Tierra.

            

Tampoco existe un asentimiento total entre quienes se dedican a observar el cambio climático sobre que la causa de este sea provocada por el hombre.

            

Posiblemente sea una evolución más de las muchas habidas en este planeta, pero que hay quienes culpan a los humanos para sacar provecho y beneficio.




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