Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | El segmento de plata | Reflexión | Pensadores | Reflexiones
Esta frase vuelve a mi mente en reiteradas ocasiones. Se trata de realizar un proceso que te ayuda a mantener el rumbo

Pararse y pensar

|

Personalmente necesito pararme y pensar por lo menos una vez al año. Me sienta mejor que una prolongada estancia en uno de esos balnearios con “spa” y sopicaldos. En la vida, aunque nosotros no queramos, estamos enganchados a lo que nos rodea; como si una reata de ganado nos envolviera. Hay veces que me siento como esas ovejas que son azuzadas por perros ladradores o pastores vociferantes, que me obligan a no pensar y hacer lo que me dicen. El ruido y el sistema nos llevan a entrar por la puerta del redil que se nos impone. En estas circunstancias es muy difícil remar contracorriente o salirse de la masa.

    

En todos los aspectos de nuestra vida -especialmente ahora, cuando las redes sociales y los medios de difusión nos bombardean con lo que tenemos que sentir, vivir o creer- nos sentimos manipulados e impelidos por la vorágines de sensaciones, consignas e ideas políticamente correctas.

     

Para realizar esta experiencia el proceso es muy simple: Una vez que te has puesto a cero –has reseteado tu mente-, te pones a pensar. Sí. Eso que consiste en dejar que brote de tu cerebro y de tu corazón cuanto de noble y de positivo hay en él. Recordar todo lo bueno que has vivido, olvidar todo lo malo que te ha pasado. Vivir el hoy intensamente, aprovechar las maravillas que nos ofrece el mundo que nos rodea y, finalmente, dejar el futuro en las manos de Dios o del destino, según creencias.

      

Para eso me paro de vez en cuando. En esta ocasión me ha servido de excusa la intención de nuestro presidente de hacer un alto en su vida política. Lo que ignoro es si ha pensado. Tiempo y animadores ha tenido. “Por sus hechos le conoceréis”. Si el alto en el camino no te ayuda a orientarte, se trata de un tiempo perdido. Yo, de momento, he decidido dejar que la vida fluya. Sin agobios. Cada día “traerá su afán”.

Pararse y pensar

Esta frase vuelve a mi mente en reiteradas ocasiones. Se trata de realizar un proceso que te ayuda a mantener el rumbo
Manuel Montes Cleries
viernes, 3 de mayo de 2024, 09:17 h (CET)

Personalmente necesito pararme y pensar por lo menos una vez al año. Me sienta mejor que una prolongada estancia en uno de esos balnearios con “spa” y sopicaldos. En la vida, aunque nosotros no queramos, estamos enganchados a lo que nos rodea; como si una reata de ganado nos envolviera. Hay veces que me siento como esas ovejas que son azuzadas por perros ladradores o pastores vociferantes, que me obligan a no pensar y hacer lo que me dicen. El ruido y el sistema nos llevan a entrar por la puerta del redil que se nos impone. En estas circunstancias es muy difícil remar contracorriente o salirse de la masa.

    

En todos los aspectos de nuestra vida -especialmente ahora, cuando las redes sociales y los medios de difusión nos bombardean con lo que tenemos que sentir, vivir o creer- nos sentimos manipulados e impelidos por la vorágines de sensaciones, consignas e ideas políticamente correctas.

     

Para realizar esta experiencia el proceso es muy simple: Una vez que te has puesto a cero –has reseteado tu mente-, te pones a pensar. Sí. Eso que consiste en dejar que brote de tu cerebro y de tu corazón cuanto de noble y de positivo hay en él. Recordar todo lo bueno que has vivido, olvidar todo lo malo que te ha pasado. Vivir el hoy intensamente, aprovechar las maravillas que nos ofrece el mundo que nos rodea y, finalmente, dejar el futuro en las manos de Dios o del destino, según creencias.

      

Para eso me paro de vez en cuando. En esta ocasión me ha servido de excusa la intención de nuestro presidente de hacer un alto en su vida política. Lo que ignoro es si ha pensado. Tiempo y animadores ha tenido. “Por sus hechos le conoceréis”. Si el alto en el camino no te ayuda a orientarte, se trata de un tiempo perdido. Yo, de momento, he decidido dejar que la vida fluya. Sin agobios. Cada día “traerá su afán”.

Noticias relacionadas

Realmente, la función de la filosofía se desarrolla, como un saber crítico de segundo grado, que analiza los contenidos de las diversas ciencias. Es un saber que se interesa por toda la realidad y el presente. Ya en vida de su creador Gustavo Bueno, su materialismo demostró una potencia explicativa extraordinaria, superior a la de otras corrientes o sistemas filosóficos.

Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.

Hace unos días recibí de la editorial Anagrama el libro de Roberto Saviano titulado Los valientes están solos. Libro apasionante que he comenzado a devorar por la forma directa de contar una historia de coraje e integridad que terminó con los restos del juez Falcone volando por los aires a consecuencia del atentado perpetrado por la Cosa Nostra, al mando de ese tipo con cara de paleto bobo, Salvatore Totò Riina.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto