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Calloway impide la sorpresa alicantina (68-67) | ||||||||||
| El base estadounidense, con un tiro libre en el último segundo, mete virtualmente al Cajasol en la Copa. El Meridiano Alicante dio una muy buena imagen | ||||||||||
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El Cajasol se deshizo con muchos apuros del Meridiano Alicante. Los visitantes dieron guerra desde el salto inicial, e igualó once puntos en los minutos finales, pero se quedó con la miel en los labios. Las derrotas de Manresa, Lagun Aro y Unicaja prácticamente clasifican ya para la Copa del Rey al equipo cajista
Ya lo avisaba Leo Chaves en la víspera. El director general del Cajasol dijo que el encuentro contra el Meridiano Alicante sería a cara de perro, y vaya si lo fue. Desde el primer minuto los visitantes pusieron sus cartas sobre la mesa, las cuales casi le llevaron a dar la sorpresa un año más en Sevilla: una defensa en zona que se le atragantó al Cajasol durante gran parte del partido, y facilidad para elaborar jugadas de ataque. El Meridiano demostró al comienzo por qué, a pesar de estar a una victoria del descenso, es uno de los mejores ataques de la ACB, de lo que no pareció enterarse excesivamente el Cajasol durante gran parte de la primera mitad. Los bases alicantinos rompían con bastante facilidad el sistema defensivo diseñado por Plaza, cuyo equipo tal vez salió un poco relajado. Avdalovic y, sobre todo, Txemi Urtasun, penetraban como el cuchillo en la mantequilla, convirtiéndose en verdaderos azotes para los jugadores locales. El jugador navarro hizo en el primer cuarto los siete puntos con los que finalizó el encuentro, con tres canastas prácticamente bajo el aro cajista. Ello propició que el Meridiano adquiriera cuatro puntos de ventaja en el primer minidescanso (17-21). Un parcial de 6-0 dio al Cajasol su primera ventaja en muchos minutos (25-23), pero la tónica del encuentro no cambió en el segundo parcial. Los “pequeños” del equipo de Quintana continuaban haciendo mucho daño; y además el Meridiano por momentos ametrallaba el aro local desde fuera (Andriuskevicius) y lo machacaba desde dentro (Stojic). El resultado: 27-34, la máxima ventaja para los visitantes. Los lanzamientos de los tiradores del Cajasol no encontraban el aro; pese a ello un pequeño arreón local dejó el marcador a la marcha a los vestuarios en un 33-36 que presagiaba emoción. Tirón del Cajasol En el descanso Joan Plaza debió arengar a los suyos, porque el Cajasol salió a la pista con una cara totalmente diferente. Durante varios minutos volvió a San Pablo la gran defensa que le ha dado muchos triunfos al Cajasol esta temporada, y como los triples comenzaron a entrar los locales se marcharon en el marcador. Entre Savanovic –extraordinario encuentro el suyo- y Kirksay volvieron loco al Meridiano, con varias canastas de tres y con un 2+1 del alero francés que llevaron al marcador un parcial de 20-7 en el tercer cuarto, lo que parecía decidir el signo del partido (53-43). La tranquilidad en las gradas duró hasta un nuevo triple anotado por Savanovic casi sobre la bocina, que puso el 59-48 en el electrónico. Desde entonces, la zona visitante volvió a resultar efectiva contra los jugadores exteriores del Cajasol. A ello ayudó la tonta quinta falta de uno de ellos, Tyronne Ellis, que se fue del partido con casi medio cuarto por jugar. Final de infarto El Cajasol se cargó muy pronto de personales en el último cuarto, lo que le hizo moderar un poco la intensidad atrás ante la posibilidad de que los alicantinos fueran más veces de la cuenta al tiro libre. Eso lo aprovechó el Meridiano para enjugar la desventaja, mejorando su porcentaje de triples. Dos de Avdalovic dieron respuesta a uno de Kirksay (62-58), y siete puntos de Kyle Hill hicieron que el corazón estuviera a punto de parársele tanto a Plaza como al público sevillano. Con empate a 64 y menos de un minuto por jugarse Savanovic metió otro triple, éste casi definitivo de no haber sido porque en la siguiente jugada Hill se lo devolvió. La última posesión, con 21 segundos por jugarse, era para el Cajasol. El Meridiano, que sólo tenía dos personales de equipo, agotó rápidamente el cupo y, a falta de 1,8 segundos, una nueva infracción llevó a Calloway a la línea de tiros libres. Al director del juego cajista, que tan sólo llevaba dos puntos, no le tembló la mano en el primero y, bajo consigna de Plaza, lanzó a fallar el segundo, para que a Quintana no le diera tiempo de preparar una última jugada de ataque. Victoria muy celebrada por la afición, entre otras cosas porque, después de que el Suzuki Manresa, el Lagun Aro GBC y el Unicaja hayan perdido, los suyos están virtualmente en Bilbao a falta de dos jornadas para que se cierre el corte.
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