Recién pasadas las dieciocho cuarenta y cinco horas de ayer, jueves, 6 de octubre, se produjo el momento mágico en el que se hizo público el fallo del II Premio de Novela Solar de Samaniego, que proclamó como ganador del mismo al escritor Francisco Robles (Sevilla, 1963), por su novela titulada ‘La maldición de los Montpensier’. Como ocurriera el año anterior, de nuevo se produjo el maridaje perfecto entre la lectura, la escritura y la degustación de buenos caldos.
Las bodegas Solar de Samaniego sitas en la localidad de Laguardia de la Rioja Alavesa, se convirtieron de nuevo en el marco incomparable para la entrega de este Premio Internacional de Novela en su II edición, lo que parece consolidar el evento como una cita literaria ineludible dentro del calendario de concursos que pululan por la República de las Letras de este país.
Dado que el propósito del concurso se centra en tender puentes de contacto entre el vino y la literatura, el certamen se inscribe dentro de la iniciativa denominada ‘Beber entre líneas’, a través de la cual el Grupo Solar de Samaniego desea ocupar un espacio propio como bodega comprometida con el mundo de la literatura en lengua castellana y de la cultura en general. También en esta edición una escogida botella de vino ha simbolizado la entrega del galardón al ganador. El propio nombre de la bodega, Solar de Samaniego, va estrechamente unido a la figura del escritor ilustrado Félix María de Samaniego (Laguardia 1745-1801), en cuya finca de La Escobosa, actualmente propiedad de las bodegas, recibió la inspiración para escribir un generoso puñado de fábulas y otras obras de no menor fuste.
El jurado del premio, dotado con 25.000 euros, estuvo presidido por el poeta, escritor y erudito, Luis Alberto de Cuenca, al que acompañaron en su misión calificadora los también autores Luis del Val, Soledad Puértolas, José María Merino y Jesús Ferrero.
Después de la introducción efectuada por el periodista del Diario LA RIOJA, Pablo García Mancha, en la que habló del proceso de elaboración del vino al que comparó con la gramática de la lengua castellana. A continuación, María Alonso, Directora Comercial del Grupo Solar de Samaniego, dio la bienvenida a todos los asistentes al acto, refiriéndose a la importante evolución sufrida por el proyecto ‘Beber entre líneas’ a lo largo del año transcurrido desde la anterior edición del Premio, al tiempo que aprovechaba la oportunidad para felicitar a Francisco Robles por el galardón conseguido.
A continuación hizo uso de la palabra, Miguel Ángel Rodríguez Matellanes, director de Algaida Editores, que ha publicado la novela de Francisco Robles, quien agradeció al ganador su decisión de presentarse al premio que se fallaba. Elogió su larga trayectoria como escritor y periodista, al tiempo que manifestó sentirse confortado por la asistencia del numeroso público congregado en la sala.
Seguidamente, el ganador de la I edición, Luis del Val, tras contar alguna divertida anécdota de su experiencia personal, manifestó que ocupaba el lugar de Luis Alberto de Cuenca, ausente por causas de fuerza mayor, al tiempo que revelaba que la concesión del premio a la novela de Francisco Robles apenas admitió discusión, ya que el jurado, tras haber leído las demás obras finalistas, tuvo claro por unanimidad que la del escritor sevillano era la mejor de todas ellas y, por tanto, debía ser la merecedora del premio.
A continuación Andrés Alonso, que se mostró entusiasmado con la obra ganadora, basada en la azarosa existencia de los Montpensier en Sevilla, desde donde intrigaron para conseguir la corona de España y también la de Francia. Destacó la importancia de la familia, que contribuyó al embellecimiento de la capital andaluza a través de obras importantes como el Parque de María Luisa o el Palacio de San Telmo, sede actual de la Junta de Andalucía. También aprovechó para reivindicar la figura de Félix de Samaniego, de quien dijo que “todo el mundo solo conoce sus fábulas, olvidando injustamente el resto de su interesantísima vida de hombre ilustrado”. Glosó la calidad literaria y articulista de Francisco Robles, cuyo estilo describió “como lleno de ingenio y ocurrencias”. Definió la novela como “histórica, con toques de misterio, interesantísima y enormemente amena”, de la que también sobresalía la figura del inspector Cráneo, un tipo cartesiano y racionalista, para el que reclamó del escritor sevillano nuevas entregas.
Cerró el acto el triunfador de la noche, Francisco Robles, que “dijo sentirse uno de los cuatro o cinco hombres más contentos del mundo esta noche”. Agradeció la concesión del premio, el mantenimiento del concurso por el Grupo Solar de Samaniego, su compromiso con la literatura y la elaboración de un producto sin par como el vino. “El vino es fruto del trabajo del hombre – añadió-, no es algo natural sino un arte, igual que lo es también la literatura”. Habló también de su vinculación con Laguardia, un lugar que ha visitado ya en dos ocasiones, una de ellas para tomar parte del programa de Carlos Herrera del que es asiduo colaborador, y de cómo había concebido su novela “escrita con el corazón, con las tripas y con las pocas artes que sé de la literatura”. Por último señaló, que si la trayectoria de los Montpensier hubiera tenido un final distinto, la Historia de España probablemente habría sido otra. Cerró su intervención agradeciendo a Miguel Ángel Matellanes su apoyo “ya que sin él esta novela no habría sido posible”.
‘La maldición de los Montpensier’ parte de la enigmática muerte del escultor Susillo es el último eslabón de la cadena de maldiciones que sufrió la infanta María Luisa Fernanda de Borbón – hermana de Isabel II- desde que se estableció con su familia en el palacio de San Telmo de Sevilla, convertido en verdadera Corte Chica del reino de España durante una generación. Su mirada femenina nos adentra en un siglo agitado y tumultuoso, plagado de revueltas, pronunciamientos y conspiraciones a las que en algunos casos no fue ajeno su propio esposo, el duque de Montpensier, eterno aspirante al trono. A partir de mañana está ya disponible para la venta en todas las librerías del país.
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