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Nacida en Valencia, desde niña Yolanda León tiene dos grandes pasiones: la historia y la literatura. Ambas le han conducido a escribir relatos históricos. Disfruta al máximo de la labor de documentación y vive la historia en primera persona gracias a su otra gran afición: la recreación histórica. Forma parte del grupo literario El Cuaderno Rojo, junto a cuyos integrantes ha publicado ya varias antologías de relatos, como ‘Del Loco al Mundo’ y ‘Sangre y niebla’. En 2016 resultó ganadora del Certamen de Relato Corto Histórico del Museo L´Iber.
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Corría el mes de junio del año 1707. La ciudad de Xàtiva, que ha resistido los duros ataques de Felipe V, es incendiada en represalia por las tropas borbónicas. Cerca de este escenario, a la casa señorial de Isabel de Corverán, una joven de esmerados modales y refinada educación, llega una tropa francesa al mando del capitán Armand de Sillège, un tipo despiadado, el «jinete del Apocalipsis», como le define el primer capítulo del libro. A cambio de respetar la propiedad y la vida de los sirvientes, el francés no solo exigirá hospitalidad para él y sus tropas, sino la entrega total en cuerpo y alma de Isabel. Durante siete largos días con sus noches, Isabel deberá dejar a un lado su honor, su pudor y sus creencias. Siete noches en las que despertará su cuerpo y sus sentidos a una sensualidad y un placer prohibido para una dama, siete noches en las que comprenderá que el sexo puede convertirse en el arma más poderosa para derrotar al peor enemigo. Este es el punto de partida de ‘Los límites de su consentimiento’, primera novela de la escritora valenciana Yolanda León, publicada por ediciones Pamies. Con Yolanda tuve la oportunidad de conversar apenas hace un par de tardes. Corría el mes de octubre de 2016.
Yolanda, ¿qué significa para ti escribir?
La escritura siempre ha sido una válvula de escape para mí, lo es todo en mi vida. Desde pequeña me gustó contar historias y llegar a la gente a través de ellas. Cuando escribo me involucro mucho con la psicología del personaje, empatizo con él y me atrae pensar que el lector siente la misma empatía que yo.
Tú perteneces a un colectivo llamado el Cuaderno Rojo, ¿qué es exactamente el Cuaderno Rojo?
Éramos un grupo que hacía un poco de todo: tertulia literaria, promoción de los miembros del grupo, invitaciones a escritores para que explicasen cómo escribían sus obras… Yo me incorporé un poco más tarde, pero aprendí mucho de ellos y creo que allí depuré mi técnica literaria.
Algunos miembros de este colectivo han conseguido publicar novelas, ¿no?
Sí, Marta Querol, Sebastián Roa o Santiago Álvarez lo han hecho ya.
La editorial ha calificado ‘Los límites de su consentimiento’ como novela de género romántico, ¿estás de acuerdo?
Sí, precisamente he tratado de escribir una novela romántica que huyera de los estereotipos del género en los que ella es perfecta, maravillosa y rendida de amor ante su héroe, que es un príncipe azul.
¿Podríamos decir que la novela romántica actual, que goza de tanto éxito, sería algo parecido a los folletines de Corín Tellado con el añadido del sexo?
Claro, y como te decía he intentado salir de ese patrón. En mi novela, la protagonista femenina se somete a un hombre, porque no tiene más remedio que hacerlo. Es algo que le viene impuesto por las circunstancias, era la única alternativa que le quedaba para seguir viva ella y sus sirvientes.
Háblanos un poco de los protagonistas.
La novela está ambientada en la Guerra de Sucesión, después de la batalla de Almansa, las tropas borbónicas atacaron Xàtiva que resistió el envite. Tras ser tomada, como escarmiento Felipe V ordenó destruirla. El incendio duró diez días y en ese contexto se mueven Isabel de Corverán, que es una noble dispuesta a cumplir la promesa que le hizo a su padre de cuidar sus tierras y su servicio, y Armand de Sillège, un capitán francés, malo de película, seductor y diablo a la vez, que tiene poco que ver con los galanes habituales y que, de improviso, se presenta a las puertas de la mansión de Isabel.
Como has dicho, has ubicado la acción en la Guerra de Sucesión a la Corona de España, comienzos del siglo XVIII, ¿te atraía este periodo por algún motivo especial?
Sí, me encanta el siglo XVIII. Soy recreadora de épocas, me apasiona la Historia y este periodo lo he trabajado mucho. Por otro lado, nací en Valencia y pienso que se trata de un episodio crítico y clave de nuestra historia, en el que el rey Felipe V acabó con los Fueros. Por todo ello, me parecía un momento muy interesante para enmarcar ahí la novela, con el humo del incendio de Xàtiva como telón de fondo. Los valencianos tenemos una historia muy rica y creo que merece la pena contarla.
La situación dura y dramática de la Guerra de Sucesión y la tensión sexual entre los dos personajes, desde un punto de vista literario proporcionan mucho juego, ¿no?
Isabel va enterándose poco a poco de todo lo que ocurre fuera de su mansión y ello la obliga a actuar del modo en que lo hace. Otra mujer, a lo mejor, se habría podido negar, pero ella no, porque tenía mucho que perder, entre otras cosas su vida y las de sus sirvientes. Por otra parte, el capitán Armand utiliza el sometimiento de Isabel como una válvula de escape a las situaciones de guerra que él mismo está viviendo.
Has utilizado un lenguaje bastante actual, utilizando algunas palabras de época, ¿por qué?
He tratado de mezclar los lenguajes, porque para mí lo importante es que los protagonistas sean reales. Estoy cansada de ver novelas de época en la que los personajes se comportan como lo harían hoy en día. Yo estoy retratando a un tipo de 1707, he de introducirme en su mente y lógicamente el lenguaje de entonces forma parte de ella. Pero no puedo expresarme exactamente como lo haría él, porque resultaría cargante y no llegaría a todo el mundo. Con ese mismo objetivo de no cargar, he introducido el contexto histórico con pinceladas, como te he dicho.
Y has escogido la tercera persona para narrar.
Me apetecía escribirlo en tercera persona. En otros relatos he utilizado la segunda persona del presente, pero en este no, lo tuve claro desde el principio. Todo depende del texto que lleves entre manos.
Aceleras y ralentizas alternando capítulos cortos y largos, ¿alentar la ansiedad del lector ha sido algo premeditado?
Escribir así no ha sido nada premeditado, ha surgido sobre la marcha. Al principio eran noches separadas y cada una de ellas funcionaba de modo independiente. Muchas veces no sé a dónde me va a conducir un personaje concreto. Aquí conocía el lugar de llegada, pero ignoraba cómo hacerlo. Algo que me preocupaba era conseguir que Armand no perdiese su condición de lobo y por eso he mantenido en toda la novela la tensión entre los dos protagonistas, porque Isabel desconoce qué va a ocurrir después.
A propósito de lobos, ¿a las mujeres os atraen más los «hombres malos»?
A muchas nos atrae un poco el «hombre malo», pero en la novela Armand no seduce a nadie. Se trata de un duelo, una pugna por el poder. Él le obliga a someterse, pero ella descubre que el sexo puede resultar placentero, en contra de lo que le enseñaron por la época que le correspondió vivir, y que puede utilizarlo como arma contra su adversario. Isabel va aprendiendo y superándose a sí misma para dar el golpe final.
¿La novela está dirigida a un segmento concreto de público?
Independientemente de su sexo, creo que a cualquier lector que esté abierto a leer otro tipo de novela romántica, con una gran dosis erótico-sexual, le puede interesar esta novela. Me llegan noticias de que a las mujeres les está gustando bastante, porque estaban hartas de esos pastelones románticos que se escriben por ahí.
¿Qué crees que recordarán más los lectores: el fondo de la historia o la forma en que está escrita?
Sé que la gente verá que se trata de una novela erótica y el morbo permanecerá más en su memoria. Pero las críticas que he recibido hasta ahora del libro son muy positivas en lo que se refiere al estilo y la forma.
Toda novela, por su propio proceso creativo, hace evolucionar al escritor y le aporta algo nuevo, ¿qué poso te ha dejado ‘Los límites de su consentimiento’?
Me ha dejado una enorme satisfacción porque, después de haber pasado mucho tiempo escribiendo relatos, he conseguido publicar una novela, que ha llegado a la gente y que está gustando.
Acabamos: ¿llevas ya algún nuevo proyecto literario en mente?
Digamos que ‘Los límites de su consentimiento’ puede ser autoconclusiva, pero su final es abierto y la historia de los personajes tendrá una continuación, una secuela.
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