Fabian Cancellara (Saxo Bank) fue el primero en llegar al velódromo de Roubaix después de atacar a más de 50 kilómetros del mismo, sorprendiendo en un tramo de asfalto al grupo de elegidos destinados a jugarse la carrera. El ciclista suizo fue acompañado en el podio por el noruego Thor Hushovd (Cervélo) y el español Juan Antonio Flecha (Sky), que llegaron con dos minutos de retraso.
Ricardo Alonso-Bartol / SIGLO XXI
La carrera comenzó con una escapada numerosa, formada por 19 corredores, entre los que se encontraban representados los equipos más importantes de la carrera. Los más destacados entre estos ciclistas eran Ignatiev (ya escapado en Flandes), Goss o el joven Oss, a los que había que sumar la presencia de un ciclista español, Iñaki Isasi.
La marcha era relativamente tranquila debido al viento en contra que sufrían los corredores, con Quick-Step y Saxo Bank tomando la responsabilidad de mandar en el pelotón. Sin embargo, los primeros veían como uno de sus hombres más importantes, Stijn Devolder, sufría una caída, y posteriormente un pinchazo. Estos dos percances obligarían al doble ganador del Tour de Flandes a correr a la contra en todo momento, finalizando una temporada por el norte bastante pobre (su resultado más destacado ha sido el 23º puesto en los Tres Días de la Panne).
Una caída masiva antes del Bosque de Arenberg provocaba una primera selección de corredores, aunque el paso por el tramo “forestal” sin ningún percance importante provocaba un reagrupamiento. Unos 60 corredores formaban parte del pelotón, del que tiraba el Saxo Bank para acercarse a los escapados, pero el viento en contra provocaba que nadie lanzara la carrera.
Esta se frenaba más aún tras un pinchazo de Cancellara, momento que eligieron Vaitkus y Tjallingii para saltar del mismo. Sin embargo el primer ataque serio de la carrera lo realizó Tom Boonen, en el tramo 14, siendo seguido por Juan Antonio Flecha. Cancellara acababa llegando al grupo de elegidos, que acababa cazando a los escapados, pero lo hacía sin ningún compañero de equipo, ni siquiera otro de los favoritos, Matti Breschel.
Pese a que se produjeron varios ataques con segundos espadas, como Guesdon o Hinault, el más activo era Tom Boonen, que quería redimirse de su derrota en el Tour de Flandes. El belga lo probaba tanto en terreno adoquinado, como en tramos de asfalto, pero su rueda era la más vigilada y no conseguía marcharse en ninguno de estos intentos.
Por si fuera poco, un ataque de Fabian Cancellara en un tramo de asfalto pillaba a Boonen en la parte trasera del grupo, permitiendo que el suizo se hiciera con una ventaja que ante este ciclista se antojaba irrecuperable. El de Quick-Step veía como se marchaba poco a poco el tren de la victoria, escenificado en la “Locomotora de Berna”, ya que sus compañeros en la persecución (Hoste, Hushovd, Leukemans, Hinault, Pozzato, Flecha y Hammond) le dejaban toda la tostada, pues no querían hacerle el trabajo a un rival tan peligroso.
La ventaja crecía cada vez más (un minuto a 37 de meta, dos minutos a 27 de meta…llegando a la renta máxima a 15 kilómetros de la meta, en la que Cancellara comandaba la carrera con tres minutos de ventaja), y la lucha en el grupo perseguidor pasaba a ser únicamente por la segunda plaza. Flecha fue el primero en atacar en busca del podio, haciendo ceder a Hinault, pero Cervélo aprovechaba su superioridad con Hushovd y Hammond, para acabar atrapando al catalán.
Hoste y Pozzato se quedaban de los perseguidores, y aunque el italiano consiguió volver a entrar tras un parón, ya había mostrado debilidad. En el Carrefour del Arbre, otro de los tramos clave de la carrera, Juan Antonio Flecha volvía a desatar las hostilidades, y Thor Hushovd se pegaba a su rueda, dejando atrás a Tom Boonen.
El ciclista de Cervélo dejaba la responsabilidad de tirar a Flecha, que al menos se aseguraba una plaza en el podio, conocedor de que el noruego era más rápido en la llegada al sprint. Así ocurrió en el duelo entre los dos en el velódromo, mientras que la teoría no se cumplía con Tom Boonen, que acababa siendo superado en su mano a mano con Roger Hammond.
La victoria de Cancellara tras 50 kilómetros escapado en solitario sigue aumentando su leyenda dentro del ciclismo, y se convierte en uno de los pocos privilegiados capaz de ganar los dos monumentos del pavés en la misma temporada. El último corredor en conseguirlo fue Tom Boonen, al cual ha batido el suizo tanto en Roubaix y Flandes como una semana antes en Harelbeke, mientras que el del Saxo Bank se convierte en el segundo ciclista de su país capaz de conseguirlo, tras hacerlo en los años 20 Suter.
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